A principios del siglo XIX, el P. Parrondo, en su novena a la Virgen de la Victoria se hacía eco de esta disyuntiva. Decía el religioso franciscano: "Hay fundamentos para creer que la imagen de Nuestra Señora de la Victoria fué traída de Italia por el Sr. Requeséns, o bien sea aquella misma delante de la cual oraba San Pío V cuando se consiguió y tuvo el santo Padre revelación de la victoria, por donación que de ella hicise S. S. al Sr. Requeséns, en premio del ardor y acierto con que S. E. había peleado, o bien alguna de las que en las naves principales llevaba el ejército católico" (D. Parrondo, Novena de Nuestra Señora de la Victoria (Madrid 31944) 8).
El P. Elpidio de Mier, en su memoria sobre el convento fechada en el fatídico 1898, afirmaba lo siguiente: "Reunida en Mesina la flota combinada, recibió don Luis de Requesens una hermosa imagen de la Virgen, ofrecida por Pío V, para la proa del poderoso buque de su mando, que pronto debería ir á la lucha contra las naves otomanas" (Cf. E. de Mier, El Santuario de la Virgen de la Victoria (Santander 1898) 40).
El antiguo rector del convento afirmaba que, en el momento de la batalla, en la proa de la galera de D. Luis de Requesens, se erguía la imagen de la Virgen de San Pío V y ligaba este dado a uno completamente erróneo, a saber, que la nave del Comendador entró la primera en liza con la del turco Alí Pachá (Cf. E. de Mier, El Santuario… 42).
Elpidio de Mier fue un nombre inquieto y polémico (Cf. L. A. Domingo Puertas, "Elpidio De Mier y su ignorada obra sobre el Santuario de Ntra. Sra. de la Victoria de Lepanto escrita a finales del siglo XIX", en Programa de fiestas, 2013, 30-31). Hay que valorar estas noticias que transmite en el contexto de este libro escrito con fino resentimiento y apoyado en documentos que él dice haber visto en el archivo del convento, pero que no coteja críticamente.
Por su parte, la historiadora Isabel Redondo recoge en su libro Villarejo de Salvanés: una historia viva (Arganda del Rey 1992) la leyenda según la cual dicha imagen iba en la nave de Requesens compartiendo así protagonismo en la batalla con el Cristo de Lepanto (cf. 324). La falta de documentos fidedignos y el tamaño y ornato de la imagen echarían por tierra esta teoría. Lo cierto es que a día de hoy tampoco hay un estudio crítico sobre la presencia de la imagen del Cristo del Lepanto de Barcelona ni de la Virgen del Rosario de Granada, imágenes que a la sazón son también bastante voluminosas.
¿Cómo sería la imagen de la Victoria en aquella época? ¿Concordaba con las características de una imagen embarcable para una batalla naval o por el contrario era más cercana a los cánones de una imagen de la Curia vaticana? Sabemos que, a finales del siglo XVI, cuando comenzaba a manifestarse la religiosidad barroca de una manera incipiente, muchas tallas de bulto redondo fueron alteradas, cercenadas, revestidas con ropajes señoriales… Quizá la imagen primitiva de la Virgen de la Victoria podría haber sido similar a la Virgen del Palau de Barcelona, también propiedad de Requesens.
El caso es que decididamente Isabel Redondo se inclinaba hace treinta años por la segunda versión: "la teoría más factible es que se trate de la Imagen ante la cual orase el Papa Pío V el rezo del Santo Rosario el mismo día de la batalla pidiendo la intercesión de la Virgen en favor de la flota cristiana, y que luego aquél regalara a Luis de Requesens su vuelta de Lepanto" (p. 324).
Nosotros hemos rescatado un manuscrito de la Biblioteca histórica de la Universidad de Salamanca: "Noticias referentes a D. Luis de Requesens con alusión a dos bulas de Pío V en que se conceden privilegios a la iglesia del Palau de Barcelona y sobre la imagen de Nuestra Sra. de la Victoria de Lepanto de Villarejo de Salvanés (Madrid)", <c. 1573>. Bibl. Marcos, 335-336. En él se habla de la imagen del Palau menor de Barcelona, que comenzó a llamarse de la Victoria desde la batalla. Se menciona también el compromiso de Requesens y del pueblo de Villarejo de construir un convento. Por último, se consigna la primera de las versiones sobre nuestra imagen, aunque sin darle apoyo documental:
"Esto es quanto resulta", dice el amanuense anónimo de Salamanca, "de los papeles que hasta el día se han encontrado, pero las ideas que tenemos sobre la imagen de Ntra. Sra. de la Victoria de Villarejo de Salvanes son que el Papa Sr. Pío V la tenia en su oratorio donde le rebeló la victoria el día que se dio la Batalla naval de Lepanto, que después se la dio a Don Luis de Requesens, quien deseando darle el mayor culto la colocó en la Iglesia del citado Pueblo que hera de su encomienda y trato de fundar quatro capellanías pero después mudo de intención y hizo el conicerto ya indicado que es regular exista en el Archivo de la Villa ó en el del convento y en esta escritura se hara sin duda mencion de la historia de esta Imagen".
Hay que valorar el contenido de escrito teniendo en cuenta que lo que afirma lo hace diciendo que son "las ideas que tenemos" y remitiendo al documento en el que Requesens y el pueblo de Villarejo se comprometían a hacer el convento, donde "se hará sin duda mención de la historia de esta imagen". Por desgracia, dicho documento está perdido (Cf. I. Redondo, Villarejo de Salvanés… 315). Además, el escritor anónimo nos da una noticia interesante: Requesens dejó primeramente en la imagen de la iglesia e intentó instituir cuatro capellanías. ¿Habría tenido lugar esto antes de venir los frailes franciscanos a Villarejo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario