Del Sitio de la Virgen de la Herrería:
El origen del culto a la Virgen de la Herrería hay que situarlo en la época de la reconquista, finales del siglo XI y principios del XII. No tenemos documento escrito que atestigüe el momento preciso de la aparición de la Virgen en el lugar donde estuvo la antigua Iglesia (luego Ermita),que en el espacio de la Herrería, y concretamente dentro de la actual finca El Castañar, existía cuando Felipe II llegó a El Escorial para fundar el famoso Monasterio, pero si existen en distintos archivos otros muchos documentos que atestiguan el por qué se veneraba a la Virgen de la Herrería y cómo éste culto se debía a los muchos favores y constantes gracias que el pueblo recibía en cuantos momentos de angustia y tribulación solicitaba su auxilio divino.
La imagen que existía era con casi toda seguridad del siglo XIII y consta que desde tiempo inmemorial se hacían las romerías a la Ermita concurriendo gentes de todos los pueblos de la comarca y aún de provincias lejanas. La Ermita, que fue mandada derribar por Felipe II, para trasladarla al lugar del Sacedón, en las inmediaciones de lo que hoy conocemos por el Tamajón, a unos dos kilómetros aproximadamente del emplazamiento antiguo, no llegó a efectuarse porque en virtud de un acuerdo del Concejo de la Villa del año 1586, se suplicó al Rey que en lugar de construirse una nueva ermita se edificase un nuevo templo parroquial y en él se preparara una capilla destinada exclusivamente a la Virgen, por la devoción que el pueblo le tenía y por los infinitos milagros concedidos a todos los fieles sometidos a su patrocinio.
Felipe II fue ganado en esta devoción y convencido de las razones que el pueblo tenía, ordenó la edificación del nuevo templo y en él destinó la mejor capilla a la Virgen de la Herrería, rindiendo un culto fervoroso toda la real familia y haciendo intervenir a varios de sus famosos artistas en las pinturas de la capilla. Su hija la infanta Dña. Catalina Micaela de Austria, fue muy devota de la Virgen de la Herrería.
El pueblo de El Escorial haciendo gala de su intensa fe y de su gran cultura religiosa ha dado testimonio en todos los tiempos de su devoción a su excelsa Patrona la Virgen Santísima bajo la advocación de Nuestra Señora de la Herrería, pero además y sabiendo mucho de su significado teológico, la ha abrazado siempre como única verdadera Madre de Dios y de los hombres. Así ha rendido culto en todos sus misterios y ha marchado siempre a la cabeza en todos los movimientos marianistas.
En la finca de la Herrería, según se ha dicho en otro lugar, no debió existir poblado alguno por no encontrarse vestigio de ello en la época en que la ermita se destruyó y todos los síntomas inducen a creer que esta porción de territorio estuviera vinculada con el poblado de Fuentes Lámparas, aunque sometido, como otros pueblos de la sierra a la Ciudad de Segovia, de cuya jurisdicción dependían.
Según D. Lorenzo Niño Azcona, en el siglo XIV era la Patrona del poblado de Fuente Lámparas, su imagen databa del siglo XIII y que ya en esta época, siguiendo costumbre inmemorial, se llevaba en procesión al puerto de San Juan de Malagón. Además en el año 1601 y con motivo de una información abierta para impedir la supresión de un camino, se vino en conocimiento que éste se usaba desde tiempo inmemorial por los devotos de los pueblos hacia Toledo y otros lugares lejanos para asistir a las romerías, atraídos por la fama de esta Virgen milagrosa.
Si existe constancia que ya desde el siglo XVI, sin precisar exactamente el año, la Virgen tenía su congregación denominada “Esclavitud de Ntra. Sra. de la Herrería” y que para pertenecer a ella se precisaba formar parte de la del Santísimo Sacramento, a partir del año 1577, fecha en que esta última se fundó.
Entre 1571 en que tuvo lugar la batalla de Lepanto y 1584 que comienza el primer libro de actas del Concejo, puede situarse el acuerdo de declarar a la Virgen de la Herrería Patrona de la Villa, puesto que después de esta última fecha ya recogen los documentos el hecho indubitable de este patrocinio. Claro que como ya se deja consignado, este acontecimiento es independiente del culto ancestral que se rendía tanto en El Escorial como en otros muchos lugares lejanos de donde desde tiempo inmemorial concurrían las gentes devotas a sus romerías, atraídas por la fama de sus milagros.
En el Archivo Histórico Municipal, se encuentra con frecuencia, a partir de 1584, documentos que acreditan la devoción de la Villa a su Patrona; y no hay apuro, desgracia o difícil situación en que no se invoque su auxilio divino, guiados de la profunda fe que en Ella tienen y recordando siempre los favores recibidos en cuantas ocasiones pidieron su protección. Claro que siempre iba precedida de solemnes actos religiosos, generalmente novenarios a los que asistía el Concejo en pleno.
Se sacaba en procesión para la bendición de los campos. El primero de Mayo era llevada en procesión a la ermita de San Juan de Malagón, que existió en el cerro de Abantos y después a la de San Sebastián, que hasta el siglo XIX, que desapareció, estuvo situada en el barrio de este nombre, donde se celebraba una romería.
El día de su fiesta, primer domingo de septiembre se celebraba la Misa, procesión y ofrecimiento de los niños menores de siete años. Por la tarde se corrían toros con intervención de artistas del Monasterio y caballeros de la Corte, terminando con otras fiestas profanas de comedias y bailes al estilo de la época.
Jamás El Escorial rompió los vínculos espirituales que desde tiempos remotos estableció con su Patrona.