La historia alberga diferentes informaciones sobre nuestra patrona y venerada imagen, entre ellas existe una teoría popular que Roberto Fariza recogió en su libro “Historias y Leyendas de Fermoselle” (2018):
“Tres frailes franciscanos viajaron andando a un convento en la ciudad de Guimaraes (Portugal), donde en aquella época se hacían bajo encargo grabados de imágenes en lienzos, paños, pendones y otras obras de culto religioso. Allí eligen como distintivo de su tarea apostólica un lienzo pintado con la imagen de la Virgen amamantando al niño Jesús; esta obra sería encargada y más tarde recogida por los mismos frailes, que tras colocarla en un estandarte o pendón la trajeron en procesión a a la localidad de Fermoselle, recorriendo en su andadura numerosos caminos y sendas de tierras portuguesas, estos al ser divisados por los portugueses de las diferentes localidades por donde pasaban, exclamaban: ¡Ja vêm os frades com a bandeira! (¡ Ya vienen los frailes de la bandera!). De ahí seguramente viene el nombre de Virgen de la Bandera.
Se atribuyeron singulares prodigios a Nuestra Señora en aquellas misiones, siempre bajo el título de la Bandera, comenzando a extenderse su devoción por toda la comarca y el estandarte se colocó de forma permanente en la iglesia conventual.”
Los talleres de Olot, fabricaron una imagen en pasta-madera a imitación del sencillo estandarte misional.
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