Del sitio Religión en Libertad:
¿Qué precedentes hay de apariciones marianas en Camerún? La que ha logrado más reconocimiento, aunque accidentado, es la de 1986 en Nsimalen, barrio cercano al aeropuerto de Yaundé, la capital, que hoy cuenta con un pequeño santuario y una web oficial: www.sanctuairemarialdeyaoundensimalen.com
Según explica la web, el 13 de mayo de 1986, “una mujer vestida en esplendor, coronada con 12 estrellas y con un rosario en la mano derecha se apareció a los niños de una escuela primaria católica, a dos pasos de la iglesia, cuando estaban en el recreo”. Eran siete niños. Jacqueline, una de las niñas, la llamó: “María, María”. La mujer se dirigió a Jacqueline por su nombre y le preguntó como estaba.
La mujer se sentó a descansar en un importante árbol akondong (cuya madera se ha usado para tallar reliquias colocadas en el presbiterio en 1989). La mujer se quedó allí 9 días y 9 noches y los niños venían a venerarla. Luego dejó de estar allí.
Empezaron a acudir devotos. En 12 de enero de 1991, una devota, Anne Marie Mballa, empezó una serie de ayunos y penitencias de 9 días al mes. En mayo de ese año, el 12 a las tres de la tarde, la Virgen -según ella- le dijo: “¿Qué les darías a mis hijos este aniversario? Esto es lo que ellos desean: no beber más agua del pantano. Ahora beberán agua potable”.
En un sueño, Anne Marie se veía acompañada por una compañera de oración, su amiga Yvonne, con la Virgen bajo el lugar de las apariciones. La Virgen dijo, en ese sueño: “donde me pare, ahí cavaremos la fuente; será una fuente de liberación, mis hijos no volverán a beber agua del pantano”.
Al despertar, Anne Marie juntó un equipo de trabajo de devotos y peregrinos y trabajaron en esa zona de la colina: en tres días brotó agua. Según Anne Marie, se necesitaba hacer penitencia para encontrar agua de mejor calidad, potable. Así se hizo y se encontró. Hoy muchos peregrinos acuden allí a buscar esta agua.
Además, mucha gente buscaba bañarse en el estanque cercano, que quedó sucio. Una señora llamada Gertrude Avang bañó allí a un niño que se curó de su enfermedad. La Iglesia decidió poner orden, limitar el estanque a un uso para-litúrgico y los devotos solo pueden sumergirse en presencia de un sacerdote como parte de un ritual de sanación, renuncia al mal, liberación y purificación. A menudo pasan por el estanque después de confesarse y de renunciar a las brujería y los amuletos supersticiosos. Cada viernes se realizan estas sesiones de penitencia y purificación.
En los años 80, siendo obispo Jean Zoa (el primero nativo en la diócesis) la Iglesia no se pronunció sobre los hechos. Su sucesor, André Wouking, en realidad los desautorizó por la vía práctica y se mostró contrario. En el listado de apariciones marianas de Miracle Hunter, las de Nsimalen figuran como “desaprobadas”. Pero el fervor de los devotos se mantuvo y unas religiosas, las Hijas de María de Nazaret, mantenían el cuidado y vigilancia del lugar.
El siguiente obispo, Victor Tonye Bakot, publicó el 30 de mayo de 2004 un decreto permitiendo el culto de veneración mariano y celebró una misa el 1 de enero de 2006, Día de la Virgen y Jornada de la Paz. Creó una comisión para investigar el caso y recopilar un archivo para entregar a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (que atiende los territorios de misión).
Las autoridades civiles empezaron a mostrar un gran interés. El Jefe de Estado, Paul Biya, entregó 3 hectáreas de terreno para levantar un santuario. El director del gabinete del presidente, Jean-Baptiste Beléoken entregó un gran donativo en su primera peregrinación. En 2017 el obispo de Yaoundé declaraba para la diócesis un año mariano con una misa en el santuario, ahora denominado de “María Reina de la Paz de Nsimalen”. La devoción mariana de este año debía expresarse con donativos que ayuden a construir un santuario más grande.
Con todo, la Iglesia local no se ha pronunciado oficialmente sobre las apariciones en sí o la fiabilidad de los videntes.
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