Nuestra Señora de los Trabajadores de Turín es una esbelta Virgen de bronce que se erigió en recuerdo de la primera peregrinación de los trabajadores de Fiat a Lourdes, organizada por la empresa, que en aquel momento marcaba el tiempo de los turineses, tanto trabajadores como libres.
Con motivo de este viaje, el obispo de Lourdes regaló a los peregrinos la puerta que custodiaba la entrada a la gruta de las apariciones y que hoy flanquea la estatua.
A la inauguración, el 27 de marzo de 1960, asistieron el arzobispo de Turín, cardenal Maurilio Fossati, el arzobispo de Milán, cardenal Giovanni Battista Montini, y el obispo de Lourdes, monseñor Théas.
A lo largo del día, un largo flujo de personas peregrinó para pedir a la Virgen al menos una gracia...
Oración
Virgen del Trabajo, que alientas y bendices al pobre colono y al trabajador, escucha las súplicas de los que se dirigen a ti, sintiendo que caen bajo el peso del trabajo. Con tu poder y tu clemencia, ablanda el corazón de los ricos y haz que sientan el deber de ayudar a los pobres. Virgen del Trabajo, ruega por nosotros, ruega por todos. Amén.
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