Según el programa de la televisión belga, se trata de una de las ocho Madonas Negras de Bélgica. Según la leyenda, fue traída por un cruzado, pero los historiadores del arte la sitúan a finales del siglo XV.
La capilla original de Notre-Dame-de-la-Sarte fue destruida en el siglo XVI, durante las Guerras de Religión. Allí quedó la Virgen Negra, desfigurada entre las ruinas, juguete de los niños.
En el verano de 1621, con la ciudad aún ocupada por las tropas protestantes holandesas, una lugareña llamada Anne Hardy pasaba por delante de la capilla en ruinas cuando volvía a casa de recoger leña. Al ver la estatua, decidió darle un hogar mejor (¿o pretendía quemarla?). Escondió a la Virgen Negra entre la leña y quiso llevársela, pero, para su sorpresa, no pudo levantar el bulto ni siquiera cuando pidió ayuda a dos transeúntes. Los tres se dieron cuenta de que la Virgen se negaba a abandonar su santuario y la devolvieron a su nicho.
Para ello, la estatua milagrosa se dejó levantar con facilidad. La noticia de este acontecimiento sobrenatural atrajo inmediatamente a multitud de peregrinos. Se obtuvieron tres declaraciones juradas de testigos. Pronto se reconstruyó la capilla y el Cielo concedió más milagros. La iglesia no podía albergar a la multitud de peregrinos, por lo que se construyó una iglesia más grande de 1624 a 1628.
En 1656, cuando una sequía amenazó al país con la hambruna, el gobierno local y el clero organizaron las habituales rogativas públicas a la Virgen, sólo que esta vez añadieron una procesión. La Virgen Negra fue bajada solemnemente de su montaña a la ciudad. Apenas había regresado a su santuario, cuando la lluvia, que tanta falta hacía, comenzó a caer en abundancia.
Desde entonces, el ritual se repite cada siete años. Comienza con devociones especiales la noche anterior al 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María al Cielo, seguidas de la procesión al día siguiente. El más reciente de estos rituales (en el momento de escribir este artículo en 2013) se celebró en 2012 con un festival de nueve días.
El 26 de junio de 1896, la Virgen Negra fue coronada canónicamente.
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