Del sitio where we walked:
La iglesia de la Visitación de Werl, uno de los principales destinos de peregrinación de la región de Westfalia, al oeste de Alemania, es famosa por su estatua de María, Consoladora de los Afligidos. Tallada en madera de aliso hacia 1170, María está sentada en un trono, con su hijo, tallado en roble, en medio de su regazo.
La leyenda cuenta que un cruzado llevó la estatua a su hija, una monja de la ciudad de Ahlen, en Westfalia. Inspirada por un sueño, entregó la estatua a su hermano Berthold, un monje premostratense, que le construyó una capilla en Fröndenberg. En el año 1300, la imagen, considerada milagrosa, se trasladó a la iglesia de Santa María zur Wiese (Santa María en el río Wiese) en otra ciudad de Westfalia, Soest.
Durante la Reforma, en 1531, fue almacenada. En 1661, el arzobispo católico Maximiliano Enrique de Baviera llevó la estatua a su finca en Werl, cerca de allí, donde la regaló a una comunidad de frailes franciscanos capuchinos.
En 1669, la estatua se trasladó a una nueva iglesia en Werl, dedicada a Mariä Heimsuchung, la Visitación de María, sustituida en 1779 por una iglesia barroca más grande.
Durante los siguientes cien años, la parroquia local asumió en dos ocasiones el mantenimiento del santuario cuando el gobierno disolvió los monasterios franciscanos de Westfalia. Desde 1887, los franciscanos gestionan la iglesia y sus peregrinaciones anuales. La venerable estatua fue coronada canónicamente el 13 de agosto de 1911, tres meses después de la dedicación de un santuario aún más grande adyacente al barroco. En 1953, el Papa Pío XII designó esta iglesia más nueva como Basílica Menor.
El primer sábado de julio (cerca de la antigua fecha de la Fiesta de la Visitación, el 2 de julio) el santuario es objeto de una peregrinación a pie de 20 millas para la celebración de su fiesta patronal, con misa y procesión a la luz de las velas. Tras la misa y procesión el domingo, los peregrinos regresan a casa.
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