De Facebook Asociación la Fortadera:
Desde niños, a todos los de Laguna, nos han contado la leyenda de como apareció la imagen de Ntra. Sra. del Arrabal. Leyenda que a su vez, hemos contado a alguien, así de generación en generación. La villa de Laguna de Negrillos rinde homenaje a su patrona con un Voto para pedirle agua a los secos campos del Páramo Leonés.
Recordemos esta historia o leyenda del
descubrimiento de la imagen de lo que nada se conoce por escrito. Sin
embargo, antes de narrar los acontecimientos
El Concilio de Trento (1545-1563) instauró la obligación de archivar los documentos eclesiásticos y a partir de 1606 ya existía libro de fábrica o de cuentas en la Iglesia de Ntra. Sra. del Arrabal, Laguna gozaba ya de dos parroquias, por lo que queda claro que había sido restaurada años antes. Por lo que el momento en que encontraron la virgen, según la leyenda, se sitúa a lo largo del S. XVI, siglo en el que, la Contrarreforma incentivó que los campesinos de toda la península sintieran la necesidad de proteger y controlar los resultados de sus cosechas recurriendo a realizar rezos y rogativas a los santos y patrones en su honor para que estos mediarán en el buen resultado de sus cosechas. Justo lo que cuenta la leyenda que ocurrió en esta Villa.
Situados en el tiempo, recordemos la leyenda; estando unos obreros trabajando junto a la muralla, al lado del pontón, puente que daba acceso al interior del recinto cercado, uno de los obreros al hundir el pico en el terreno sintió que había golpeado algo, se detuvo y al verlo, descubrió que era una imagen de una Virgen en madera policrómada sentada con un niño en su regazo izquierdo y en la mano derecha con los dedos erguidos hacia arriba sosteniendo una bola que simboliza el mundo. Justo en el envés de esta mano se habría clavado el pico y se dice que de aquel descubrimiento es testigo la muesca del pequeño orificio que hoy todavía podemos ver.
También siempre hemos oído que se ha intentado
restaurar varias veces, sin embargo, lo rechaza, volviéndose a abrir el
orificio nuevamente, como si la propia virgen no quisiera borrar la
huella por la cual fue encontrada. Posteriormente,
Tras el hallazgo, el obrero dijo con voz fuerte; "¡Milagro!, ¡Milagro!", de inmediato se hicieron escuchar las campanas con aires de alarma, alegría y fiesta. El pueblo la nombró patrona y la bautizaron con el nombre de "Virgen del Arrabal", haciendo alusión al lugar donde fue encontrada. Fue entonces, cuando dieron comienzo las obras de restauración del templo que de ser un templo judío sin uso, pasaría a ser una Iglesia parroquial católica dedicada a la patrona que allí se mantiene intacta y desde el camarín mira al pueblo que siente orgullo sencillo por ello.
A los pocos años de su aparición, según
la leyenda, vinieron tiempos de fuerte sequía entonces los vecinos, en
su mayoría labradores, solicitaron al párroco sacar la imagen en
procesión para pedirle a la patrona agua para los campos. El Concejo de
vecinos en representación del pueblo hizo un voto: "si la virgen les
mandaba agua, ellos, en agradecimiento,
Esta es la historia más contada y extendida entre los vecinos. Sin embargo, todas las leyendas y según quién las cuente, pueden tener en su contenido algún cambio como, por ejemplo; que a la hora de sacar a la virgen en procesión, en lugar de llevarla en andas, la habrían colocado en un carro tirado por bueyes, emprendiendo la procesión dirección a la ermita de Santa Cruz por un camino desaparecido en la concentración de 1970 llamado “Senda de la procesión”. A mitad del recorrido, los bueyes agacharon la cabeza hasta pegar con su morro en el suelo, comenzando los bueyes a moverse de un lado a otro dándose la vuelta dirección Laguna. Los vecinos sorprendidos les dieron la vuelta para seguir el camino hacia la ermita de Santa Cruz pero al poco tiempo, los bueyes se volvieron a parar, agacharon de nuevo la cabeza y se dieron la vuelta. Por tercera vez, intentaron enderezar el carro hacia la ermita y al rato ocurrió lo mismo, los bueyes se daban la vuelta dirección Laguna. Finalmente los vecinos decidieron que fueran los bueyes los que tomasen la iniciativa de la procesión, a lo que los bueyes caminaban decididos dirección Laguna. Al llegar al pueblo y tras recorrer varias calles con el pueblo en procesión, los bueyes se dirigían de vuelta a la Iglesia de Ntra. Sra. del Arrabal, llegados allí, comenzó a llover y lo hizo durante toda la noche. Al día siguiente, el Concejo de vecinos se reunió y acordaron celebrar todos los años un Voto de honor a la virgen por haber atendido sus súplicas.
Otros cuentan la leyenda de los bueyes afirmando que el obrero que la encontró era vecino de Algadefe y la quería llevar a su pueblo a lo que los bueyes se negaban y retrocedían para Laguna como si la propia virgen no quisiera salir de Laguna. También, en otras versiones, se dice que la sinagoga era un convento del cual no hay constancia.
Distintas versiones de una
leyenda que todavía cala en nuestras vidas y que hoy todavía seguimos
cumpliendo con el Voto de honor a la patrona como promesa heredada de
nuestros antepasados allá donde la memoria se pierde en el tiempo.
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