Del sitio Notre Dame de Saussens:
Protegiendo el pueblo de GRUISSAN, en el Macizo de la Clape, Notre Dame des AUZILS y su capilla dominan el cementerio marino. La capilla se construyó alrededor de 1080 y fue hacia 1220 cuando se le dio el nombre de "Notre Dame des AUZILS". El sitio es un monumento protegido desde 1964.
Se dan varias interpretaciones al nombre de la capilla. "Auzils" puede venir del latín 'Auzel' o 'Auxilium' que puede traducirse como "Ayuda o Rescate", lo que se ajusta bien a la Virgen que se supone que trae ayuda a los marineros. Por otra parte, en lengua occitana "Auzina" significa encina y este árbol está muy presente en el macizo de la Clape. Y de forma general "les Auzils" significa un lugar, se plantea la cuestión de si la capilla está construida en "el monte de las encinas" o en "el monte del socorro".
Por ello, cada año, el lunes de Pascua, los numerosos fieles se reúnen al pie de la montaña para realizar una larga subida hasta la capilla. Los peregrinos "reales" subían descalzos, rezando el rosario para perfeccionar sus oraciones. Los respetados pescadores tuvieron el honor de llevar la cruz de madera de Cristo, llena de arena y piedras.
A lo largo del camino que lleva a la capilla, se erigen veintiséis cenotafios (tumbas sin cuerpos) en memoria de los marineros perdidos en el mar. La más antigua data de 1844 y cada tumba lleva el nombre del marinero perdido en el mar y la historia de su naufragio.
La belleza del lugar y de estos edificios no da una impresión de tristeza, sino de protección y tranquilidad.
A veces, cuando se enumeran las víctimas, uno se da cuenta de que había familias enteras de marineros de Gruissan que fueron diezmadas por los naufragios.
Otras ceremonias durante el año honran a la Virgen. El lunes de Pascua, los peregrinos van a rendir homenaje a los marineros muertos en el mar. Esta tradición comenzó en 1797 tras la desaparición de 32 marineros en una tormenta el 28 de febrero de ese año. Luego, el lunes de Pentecostés, la peregrinación se realiza para agradecer a la Virgen el haber puesto fin a la epidemia de cólera que se cobró 94 víctimas en 1835. Por último, la tercera peregrinación tiene lugar el último domingo de agosto, en previsión de la vendimia.
La magnífica capilla está llena de exvotos, que son los testimonios de los deseos formulados por los marineros en apuros que imploraron al cielo que acudiera a su rescate. Cuando regresaban a la tierra, ofrecían pequeños cuadros, placas grabadas o maquetas de barcos. Actualmente hay un centenar de exvotos en la capilla (algunos son reproducciones, ya que muchos fueron robados la noche del 21 de julio de 1967).
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