Del sitio Charge.org:
La escultura de la Virgen es una verdadera obra de arte que suma valor artístico, popular y sentimental al Parque Forestal de Valdebebas, recordando las antiguas romerías que se hacían antaño. Además trasmite paz, evoca armonía con la madre tierra, maternidad, femineidad, la ternura de un niño que abraza y confía, al perdón, a la reconciliación. Esta Virgen representa muchas cosas para muchos. Es un grito de libertad.
La talla se terminó en julio 2018. El prestigioso escultor Jesus Arévalo (www.jesusarevalo.com) comenzó a tallarla en abril de 2018 , finalizando esta obra de arte en julio del mismo año.
Del autor: “Esta imagen está tallada en un tronco arraigado en el suelo. Cuando esto sucede la imagen se convierte en continuación de lo que la naturaleza ha ordenado durante la vida del árbol. Antiguamente se decía de las tallas de este tipo que interiorizaban la potencia creadora de la naturaleza y la trayectoria vital del árbol.
De este modo se puede decir que la escultura comenzó a realizarse cuando el árbol se plantó; éste fue creciendo con su particular forma dirección y disposición de sus ramas en función de la búsqueda de luz y huyendo de la sombra de los árboles que ya crecían a su alrededor.
Esa búsqueda de luz dispuso la forma del tronco, la distribución de las ramas que luego han dado lugar a nudos, y las tensiones entre estos nudos han dado lugar a las grietas que ornamentan finalmente la talla.
También hay que destacar que este árbol ha vivido con los hombres en los momentos buenos y malos, recibiendo con ellos durante la guerra heridas de balas que luego han ido siendo extirpadas en el proceso de talla. También proporcionando leña y piñas a los que por su lado pasaban, ha sido hendido por numerosos clavos haciendo de él soporte para necesidades humanas y ha sido sombra y cobijo para hombres y bestias.
Esta imagen está unida a la tierra, arraigada en ella, asida a ella y por lo tanto debería ser inseparable de ella. Seccionarla por el tocón sería como mutilarla, descontextualizarla, sería actuar brutalmente, pero seccionarla por motivos de ideología política no sería otra cosa que brutalidad, soberbia e insensibilidad.
Personalmente hacer esta escultura ha sido un proceso que ha tenido mucho de descubrimiento, como generalmente me ha ocurrido con la mayoría de mis obras.
Igual que el caminante sigue un sendero por el campo para luego
continuar por otro y luego pasar a seguir el curso del rio, así he ido
yo evolucionando en esta obra; no puedo decir que sea el creador de los
caminos que han conformado la ruta de este camino de realización
artística, pero sí he sido el que decidía en las encrucijadas qué ruta
seguir, como el que va descubriendo y encontrándose con el paisaje
durante un viaje. Unos caminos me han llevado a otros y al final me han
convertido en espectador del resultado final de todo el recorrido.
Véase: La virgen del Abrazo se queda en Valdebebas
No hay comentarios:
Publicar un comentario