8 de diciembre de 2018

Nuestra Señora de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús

Del sitio de la Obra Yo soy la Inmaculada Madre del Corazón Eucarístico de Jesús:
En el año 1990 comienzan las apariciones de la Santísima Virgen en Salta ( República Argentina) a una mujer.
María Livia Galliano de Obeid es una mujer casada desde el año 1970, madre de tres hijos. Su vida hasta el año 1990 fue muy simple, como ama de casa cumpliendo sus deberes y llevando una vida muy tranquila y feliz en su hogar con su esposo y sus hijos.
Ella nunca imaginó ver a la Virgen y nunca lo pidió.
A principios del año 1990 comienza a tener las primeras manifestaciones sobrenaturales, siendo ella misma la primera sorprendida.
Un día escucha una voz interior que le habla, esta voz es extraordinariamente hermosa y sobrenatural, e inmediatamente produce un cambio en su corazón.
Estos coloquios se suceden a partir de allí con frecuencia. La voz que le habla se presenta como la “ Madre de Dios”.
La señora al principio no comenta de esto a nadie, ella quiere guardar este secreto que tiene con la Madre de Dios; no obstante esto, aunque lo disimula muy bien, hay un cambio muy elocuente en ella, porque siente un inmenso deseo de recogimiento y una gran felicidad en su alma.
Sin embargo, poco tiempo después, movida por un gran deseo de compartir esta dicha y felicidad, siente la necesidad de confiarse a su esposo y a su hija mayor, y lo comparte también con su pequeño entorno familiar, padres y hermanos; lo hace de manera espontánea y natural.En ese entonces María Livia reflexiona en su interior y piensa que esto no va a trascender mas allá de la intimidad de su alma.
Con este pensamiento ella abre cada vez mas su corazón a la Santísima Virgen; y el diálogo entre ambas se va haciendo cada vez más íntimo.Estos primeros diálogos de amor, calidez y respeto de parte de esta extraordinaria visita de esta Señora del Cielo son muy sorprendentes para María Livia; ya que la Santísima Virgen le pregunta lo siguiente:
¿ Me recibes en tu casa?. ¿Aceptas compartir tu hogar conmigo?.
Respuesta: “Madre acepto. Ven y comparte todo mi hogar. Es tuyo, te pertenece a partir de hoy. Te lo entrego”. La Virgen sonríe.Otro día le dice: “ Hija deseo ser coronada como Reina en este hogar”.
Respuesta: "Sí. Si ese es tu deseo seré obediente y lo haré inmediatamente".La Virgen sonríe ante la respuesta.
Otro día: “ Hija, deseo que me entregues a tus hijos”.
Respuesta: “ Madre te entrego a mis hijos, desde hoy te pertenecen. Son tuyos” La Virgen sonríe.
Otro día: “ Hija hoy he venido a pedirte un deseo de mi corazón, deseo estar entre tu y tu esposo.”
Respuesta : “ A partir de hoy Madre, Tu estarás siempre en medio de los dos.”.La Virgen sonríe con mucha alegría.
Después de esto la Madre le dijo: “ Dios tiene designios sobre ti desde toda la eternidad. ¿Aceptas esto de parte de Dios?”.Respondiéndole la señora que aceptaba todo lo que Dios haya dispuesto, La Virgen María volvió a sonreír.
La Santísima Virgen se le aparece por primera vez, en la intimidad del hogar; y esto va a ser una experiencia transformante para ella, pues en función de esta aparición todo va a ser distinto en su sencilla vida.
Siente una fuerza que la pone de rodillas, el alma se eleva con esta fuerza que la obliga a levantar su cabeza, y allí en medio de una inmensa luz, aparece una joven de alrededor de 14 años, tiene sus manos y brazos extendidos hacia abajo, desde donde salen purísimas luces que se extienden hacia abajo como rayos de cristal.
Esta joven mujer es de una extraordinaria belleza. María Livia no duda que Ella es la Bienaventurada Virgen María. Esta aparición permanece mirándola en silencio, tiene un rostro de niña y sus ojos de color azul mar son grandes y profundos, sus rasgos son muy marcados, de tal manera que quien la ve no podrá olvidarla jamás y su recuerdo quedará en el alma de tal manera que queda impreso.
Lleva un vestido blanco purísimo, un manto azul profundo con destellos verdosos, cubre su cabeza con un velo blanco. Apoya sus pies descalzos sobre una pequeña nube que permanece a pocos centímetros del suelo.Esta joven le habla presentándose en persona.
Después de esta experiencia María Livia por tres días no comió y apenas podía tragar su saliva.
A partir de este suceso que el Señor le permite vivir, la vida ordinaria continúa, y ha de adecuarse a este nuevo estado tan sobrenatural. Es como volver a nacer.
La Santísima Virgen continúa dialogando con ella todos los días intensamente con la intención de instruirla y prepararla para que se cumplan los designios que Dios tiene para ella.
La Virgen le confía varios secretos con pedidos expresos, algunos que se cumplirían inmediatamente, otros que debían cumplirse más adelante y que debían guardarse hasta el momento en que Ella lo manifestara.Durante 5 años guarda riguroso silencio. Se confía a su confesor, obedeciéndole en todo.
En este período de silencio la obra crece en espíritu; es un período de preparación interior profundo. Un silencioso peregrinar sin interferencias humanas, guiada en el silencio por la Virgen y el Señor.

No hay comentarios: