Nuestra Señora del Buen Despacho es la patrona de los pecadores rebeldes y de los gentiles convertidos. Es una devoción que surgió en Portugal en el siglo XVII, donde en 1644, en la diócesis de Cervães, en la región de Braga, se construyó el primer santuario en honor de Nuestra Señora del Buen Despacho.
Este santuario fue construido por João da Cruz en acción de gracias por la obtención de un voto hecho a Nuestra Señora para recuperar su salud.
Unos treinta años más tarde, se construyó en Maia, en la región de Oporto, el segundo santuario en honor de Nuestra Señora del Buen Despacho. Este santuario se hizo conocido por la afluencia de marineros que acudían allí para pedir a la Madre de Nuestro Señor gracias y protección contra los peligros del mar.
Fueron los frailes agustinos quienes llevaron esta devoción mariana a Brasil en el siglo XVIII. Especialmente en las zonas mineras de Minas Gerais. Fue también en Minas Gerais donde se fundó la ciudad de Bom Despacho, donde se erigió el santuario en 1777.
La fiesta en honor de Nuestra Señora de Bom Despacho se celebra el 25 de julio.
Virgen del Buen Despacho, cuida de nosotros, los trabajadores de este Brasil.
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