Hoy, 8 de diciembre, la Iglesia católica celebra la solemnidad de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora. Este dogma mariano fue declarado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, mediante la bula "Ineffabilis Deus".
En dos apariciones, Nuestra Señora confirmó que estaba exenta del pecado original desde el momento de su concepción. Una de ellas fue en 1830, cuando pidió a Santa Catalina Labouré que acuñara una medalla con la oración: "Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti".
Así pues, en 1858, tras la proclamación del dogma, la Santísima Virgen se apareció a santa Bernadette Soubirous en la ciudad francesa de Lourdes. En aquella ocasión, la Virgen se presentó diciendo: "Yo soy la Inmaculada Concepción".
Innumerables santos y papas han hablado sobre el dogma de la Inmaculada Concepción. Echa un vistazo a algunos de estos pensamientos:
- "¿No sería conveniente que una virgen purísima e inmaculada se pusiera al servicio de este misterioso designio? ¿Y dónde podría encontrarse esta virgen sino en esta mujer, única entre todas, elegida por el creador del universo antes de todas las generaciones?" (San Andrés de Creta)
- "¡Oh mujer llena y más que llena de gracia, el desbordamiento de tu plenitud hace renacer a toda criatura! Oh Virgen bendita y más que bendita, por tu bendición es bendecida toda la naturaleza, no sólo las cosas creadas por el Creador, sino también el Creador por la criatura!" (San Anselmo)
- "Tú, está escrito, te levantas con belleza (Sal 44,14); y tu cuerpo virginal es todo santo, todo casto, todo morada de Dios". (San Germán de Constantinopla)
- "Sí, es la Madre de Dios, María de nombre divino, cuyo vientre dio a luz al Dios encarnado, que se había preparado sobrenaturalmente para ser templo." (San Andrés de Creta)
- "¡Inmaculada Concepción, purifica mi corazón para que pueda amar mejor a Dios!" (San Pío)
- "Dios la hizo la primera en heredar la santidad de su Hijo. Primera entre los redimidos por su sangre, de Ella recibida humanamente hablando. La hizo inmaculada en el momento mismo de la concepción". (San Juan Pablo II)
- "Preservada de toda mancha de culpa, Tú eres para nosotros, peregrinos por los caminos del mundo, modelo luminoso de coherencia evangélica y prenda preciosísima de esperanza segura". (San Juan Pablo II)
- "Llena eres de gracia, María, colmada de amor divino desde el primer momento de tu existencia, providencialmente predestinada a ser la Madre del Redentor, e íntimamente unida a Él en el misterio de la salvación". (Papa emérito Benedicto XVI)
- "Fue Ella, la Inmaculada, libre de toda mancha original o actual, y siempre íntimamente unida a su Hijo, quien, como otra Eva, junto con el holocausto de sus derechos maternales y de su amor materno, lo ofreció en el Gólgota al Padre Eterno por todos los hijos de Adán, manchados por su miserable caída..." (Papa Pío II)
- "Rendimos homenaje a María Santísima, preservada desde el primer instante del contagio de la culpa original y de toda sombra de pecado, en virtud de los méritos de su Hijo Jesucristo, nuestro único Redentor". (San Juan Pablo II)
- "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que te concedió, oh Virgen de Nazaret, toda bendición espiritual en Cristo. En Él fuiste concebida inmaculada. Elegida para ser su Madre, en Él y por Él fuiste redimida más que ningún otro ser humano" (San Juan Pablo II).
- "Por singular gracia y favor de Dios omnipotente, y en previsión de los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano, la bienaventurada Virgen María fue preservada intacta de toda mancha de pecado original en el primer instante de su concepción". (Beato Pío IX)
- "Dios la eligió desde el principio, desde el primer instante de su concepción, haciéndola digna de la maternidad divina, a la que en el tiempo señalado sería llamada". (San Juan Pablo II)
- "La augusta Madre de Dios, inmaculada en la concepción, virgen enteramente intacta en su maternidad divina, generosa compañera del divino Redentor, que obtuvo el triunfo pleno sobre el pecado y sus consecuencias, ha alcanzado ser mantenida inmune de la corrupción del sepulcro, como corona suprema de sus privilegios". (Papa Pío XII)
- "La Virgen María, beneficiada de antemano por la muerte redentora de su Hijo, desde su concepción fue preservada del contagio de la culpa. Por eso, con su Corazón inmaculado nos dice: encomendaos a Jesús, Él os salvará". (Papa emérito Benedicto XVI)
- "En la concepción inmaculada de María se nos invita a reconocer la aurora del mundo nuevo, transformado por la obra salvífica del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo." (Papa Francisco)
- "Preservada de la herencia del pecado original, fuiste concebida y viniste al mundo en estado de gracia santificante. Lleno de gracia!" (San Juan Pablo II)
- "En medio de las pruebas de la vida y, sobre todo, de las contradicciones que el hombre experimenta en sí mismo y a su alrededor, María, la Madre de Cristo, nos dice que la Gracia es más grande que el pecado, que la misericordia de Dios es más poderosa que el mal y sabe convertirlo en bien." (Papa emérito Benedicto XVI)
- "Virgen Santa e Inmaculada, tú eres el honor de nuestro pueblo y la solícita guardiana de nuestra ciudad, a ti nos dirigimos con amorosa confianza. Todo es bello, ¡oh María! En ti no hay pecado". (Papa Francisco)
- "En tu Inmaculada Concepción resplandece la vocación de los discípulos de Cristo, llamados a ser, con su gracia, santos e inmaculados en el amor". (Papa emérito Benedicto XVI).
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