El retablo del tríptico milagroso en una antigua capilla del pueblo de Lija que representa a la Virgen sentada en un trono, sosteniendo al Niño Jesús, con San Pablo a la izquierda y San Nicolás a la derecha.
El 20 de febrero de 1743, mientras encendía una lámpara frente a la Santa Imagen, el sacristán notó que el rostro de la Virgen estaba más brillante de lo habitual. Cuando miró más de cerca, notó un líquido parecido al agua en la imagen de la Santísima Virgen.
El sacristán decidió informar al párroco, quien a su vez notificó a las Autoridades Eclesiásticas. Se estableció que las gotas estaban hechas de sudor humano.
Al día siguiente, 21 de febrero, Malta fue golpeada por un devastador terremoto, pero los edificios no se derrumbaron y no se perdió una sola vida
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