28 de agosto de 2019

Nuestra Señora de Fuensanta

Del sitio La Virgen de Fuensanta:
La Morenica Patrona de Murcia.
La devoción del pueblo murciano por Nuestra Señora de la Fuensanta es muy antigua, surgiendo a partir de la aparición de la Virgen en el monte conocido como El Hondoyuelo. Cuenta la leyenda que en esta sierra, situada a unos 5 kilómetros de la capital y ya considerada como enclave sagrado por las primeras civilizaciones que habitaron la zona, María había hecho brotar la “fuente santa” que dio nombre a la advocación. El pequeño manantial aún hoy riega aquel paraje y desde el siglo XV consta la existencia de una ermita en honor a la Virgen coronando el lugar.
Así la sierra del Saler, desde tiempos muy remotos, dio cobijo en sus cuevas a una serie de anacoretas que, convertidos más tarde a la vida cenobítica, daría lugar a diversos conventos y al Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta, Patrona de Murcia, situado en Algezares. Al principio era una humilde ermita llamada del Hondoyuelo, servida por el ermitaño Pedro Busquete. En el siglo XV se hace referencia a una ermita y una fuente, a esta última se la denomina santa.
En cuanto a la imagen que da nombre al modesto Santuario primitivo, las noticias son confusas y contradictorias: mientras unos refieren la existencia de una antiquísima imagen de María, cuya antigüedad acercan al dominio de los visigodos, otros dicen que se la llamaba de la Encarnación y que no llevaba imagen del Niño. También cuentan que al construir el Obispo fray Antonio María de Trejo, franciscano, el retablo del Trascoro de la catedral, dedicado a la Purísima, hizo llevar al Santuario del Monte la primitiva imagen de la Virgen de las Fiebres, que hasta el siglo XVII había permanecido en la catedral. Fue a finales del siglo XVII cuando comenzó a designarse con el título de la Fuensanta a la imagen de la Virgen de las Fiebres. La imagen de la Virgen, es una escultura del siglo XV, de madera estofada.
El año 1694, por la gran sequía reinante, se trajo como de costumbre la imagen de la Virgen de la Arrixaca, patrona de Murcia desde los tiempos de la reconquista, a la catedral y se celebraron las rogativas, pero sin resultado alguno. Alguien sugirió la idea de traer también en rogativa, desde su Santuario del Monte, a la Virgen de la Fuensanta, cuyo patronato ejercía el Cabildo Catedralicio. El Obispo se puso en contra de tal decisión, pero entre el Cabildo de la Catedral y los Padres Capuchinos se trajo la imagen. Después de una serie de incidentes llovió y nevó abundantemente, con lo que creció enormemente el prestigio de esta imagen de la Fuensanta, en detrimento de la de Arrixaca, cuyo culto y devoción comenzó a declinar. Durante las grandes epidemias que asolaron la Región de Murcia los años 1834, 1854, 1865 y 1885, así como en las numerosas riadas, el Patrocinio de la Virgen fue evidente, y así lo reconocieron los murcianos.

El Santuario de la Virgen es hoy uno de los más visitados del país, no sólo como lugar de peregrinación sino también por la belleza del enclave. Sobre la ermita primitiva, descrita en antiguos documentos como “entre iglesia y mezquita”, empieza a construirse a finales del XVII un nuevo templo más acorde con el gran poder de convocatoria que estaba adquiriendo La Fuensanta.
En 1694 se derriba la vieja ermita y se comienza a construir el Santuario actual, terminado en 1712. Es de planta de cruz latina con tres pilastras a cada lado y con arcos entre las tres capillas a derecha e izquierda. El retablo mayor, churrigueresco, tiene columnas y estípites con imágenes a los lados. La fachada del edificio es de 1705, obra de Toribio Martínez de la Vega. Dos torres en su barroquismo y media naranja coronan el edificio. En el interior de la iglesia se encuentra la venerada talla de la patrona, una escultura de origen gótico y retocada en el siglo XVIII por el imaginero Roque López, atribuyéndose el Niño a Francisco Salzillo. La hermosura de la imagen es indiscutible, cuyo aspecto se embellece con lujosos ropajes, joyas y coronas regaladas por los fieles, siendo el color tostado de su cara el que ha motivado que sea cariñosamente conocida con el sobrenombre de “La Morenica”. También encontramos en el templo importantes frescos del pintor Pedro Flores alusivos a la advocación, así como una hermosa colección de relieves sobre temas evangélicos marianos realizados por el escultor Juan González Moreno. El Santuario está custodiado por un monasterio de religiosas benedictinas, constituyendo ambos desde su encumbrado emplazamiento el mejor mirador sobre Murcia y toda la Vega del Segura. El Santuario, fue salvajemente profanado, destruidas imágenes y convertido el templo en almacén de pólvora en 1936, la imagen se pudo salvar cuidadosamente escondida. En 1939, la imagen fue trasladada a la Catedral, en cuyo altar mayor permaneció varios años, hasta que se la pudo restituir a su Santuario del Monte, provisionalmente arreglado. El 20 de abril de 1961 el Obispo Sanahuja Marcé procedió a la consagración del restaurado Santuario. Destaca el nuevo retablo al estilo barroco, tallado en Granada, las arcadas laterales y los primorosos relieves del escultor murciano Juan González Moreno y las pinturas de Pedro Flores.
En un arranque de fervor patriótico, durante la Guerra de la Independencia, la Virgen de la Fuensanta fue proclamada Generala de las tropas españolas el 27 de mayo de 1808. El Brigadier don Pedro González de Llamas Molina le ofrendó su fajín de general, que todavía ostenta, y dio nombre a un batallón de caballería. Es Patrona de Murcia desde 1731. El 24 de abril de 1927 fue coronada canónicamente por el nuncio apostólico, el futuro cardenal Tedeschini.

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