Del sitio La Virgen de Fuensanta:
La Morenica Patrona de Murcia.
La devoción del pueblo murciano por Nuestra Señora de la Fuensanta es 
muy antigua, surgiendo a partir de la aparición de la Virgen en el monte
 conocido como El Hondoyuelo. Cuenta la leyenda que en esta sierra, 
situada a unos 5 kilómetros de la capital y ya considerada como enclave 
sagrado por las primeras civilizaciones que habitaron la zona, María 
había hecho brotar la “fuente santa” que dio nombre a la advocación. El 
pequeño manantial aún hoy riega aquel paraje y desde el siglo XV consta 
la existencia de una ermita en honor a la Virgen coronando el lugar.
Así la sierra del Saler, desde tiempos muy remotos, dio cobijo en sus 
cuevas a una serie de anacoretas que, convertidos más tarde a la vida 
cenobítica, daría lugar a diversos conventos y al Santuario de Nuestra 
Señora de la Fuensanta, Patrona de Murcia, situado en Algezares. Al 
principio era una humilde ermita llamada del Hondoyuelo, servida por el 
ermitaño Pedro Busquete. En el siglo XV se hace referencia a una ermita y
 una fuente, a esta última se la denomina santa.
En cuanto a la imagen que da nombre al modesto Santuario primitivo, las 
noticias son confusas y contradictorias: mientras unos refieren la 
existencia de una antiquísima imagen de María, cuya antigüedad acercan 
al dominio de los visigodos, otros dicen que se la llamaba de la 
Encarnación y que no llevaba imagen del Niño. También cuentan que al 
construir el Obispo fray Antonio María de Trejo, franciscano, el retablo
 del Trascoro de la catedral, dedicado a la Purísima, hizo llevar al 
Santuario del Monte la primitiva imagen de la Virgen de las Fiebres, que
 hasta el siglo XVII había permanecido en la catedral. Fue a finales del
 siglo XVII cuando comenzó a designarse con el título de la Fuensanta a 
la imagen de la Virgen de las Fiebres. La imagen de la Virgen, es una 
escultura del siglo XV, de madera estofada.
El año 1694, por la gran sequía reinante, se trajo como de costumbre la 
imagen de la Virgen de la Arrixaca, patrona de Murcia desde los tiempos 
de la reconquista, a la catedral y se celebraron las rogativas, pero sin
 resultado alguno. Alguien sugirió la idea de traer también en rogativa,
 desde su Santuario del Monte, a la Virgen de la Fuensanta, cuyo 
patronato ejercía el Cabildo Catedralicio. El Obispo se puso en contra 
de tal decisión, pero entre el Cabildo de la Catedral y los Padres Capuchinos se trajo la imagen. Después de una serie de incidentes llovió
 y nevó abundantemente, con lo que creció enormemente el prestigio de 
esta imagen de la Fuensanta, en detrimento de la de Arrixaca, cuyo culto
 y devoción comenzó a declinar. Durante las grandes epidemias que 
asolaron la Región de Murcia los años 1834, 1854, 1865 y 1885, así como 
en las numerosas riadas, el Patrocinio de la Virgen fue evidente, y así 
lo reconocieron los murcianos.
El Santuario de la Virgen es hoy uno de los más visitados del país, no 
sólo como lugar de peregrinación sino también por la belleza del 
enclave. Sobre la ermita primitiva, descrita en antiguos documentos como
 “entre iglesia y mezquita”, empieza a construirse a finales del XVII un
 nuevo templo más acorde con el gran poder de convocatoria que estaba 
adquiriendo La Fuensanta.
En 1694 se derriba la vieja ermita y se comienza a construir el 
Santuario actual, terminado en 1712. Es de planta de cruz latina con 
tres pilastras a cada lado y con arcos entre las tres capillas a derecha
 e izquierda. El retablo mayor, churrigueresco, tiene columnas y 
estípites con imágenes a los lados. La fachada del edificio es de 1705, 
obra de Toribio Martínez de la Vega. Dos torres en su barroquismo y 
media naranja coronan el edificio. En el interior de la iglesia se 
encuentra la venerada talla de la patrona, una escultura de origen 
gótico y retocada en el siglo XVIII por el imaginero Roque López, 
atribuyéndose el Niño a Francisco Salzillo. La hermosura de la imagen es
 indiscutible, cuyo aspecto se embellece con lujosos ropajes, joyas y 
coronas regaladas por los fieles, siendo el color tostado de su cara el 
que ha motivado que sea cariñosamente conocida con el sobrenombre de “La
 Morenica”. También encontramos en el templo importantes frescos del 
pintor Pedro Flores alusivos a la advocación, así como una hermosa 
colección de relieves sobre temas evangélicos marianos realizados por el
 escultor Juan González Moreno. El Santuario está custodiado por un 
monasterio de religiosas benedictinas, constituyendo ambos desde su 
encumbrado emplazamiento el mejor mirador sobre Murcia y toda la Vega 
del Segura. El Santuario, fue salvajemente profanado, destruidas 
imágenes y convertido el templo en almacén de pólvora en 1936, la imagen
 se pudo salvar cuidadosamente escondida. En 1939, la imagen fue 
trasladada a la Catedral, en cuyo altar mayor permaneció varios años, 
hasta que se la pudo restituir a su Santuario del Monte, 
provisionalmente arreglado. El 20 de abril de 1961 el Obispo Sanahuja 
Marcé procedió a la consagración del restaurado Santuario. Destaca el 
nuevo retablo al estilo barroco, tallado en Granada, las arcadas 
laterales y los primorosos relieves del escultor murciano Juan González 
Moreno y las pinturas de Pedro Flores.
En un arranque de fervor patriótico, durante la Guerra de la Independencia, la Virgen de la Fuensanta fue proclamada Generala de las 
tropas españolas el 27 de mayo de 1808. El Brigadier don Pedro González 
de Llamas Molina le ofrendó su fajín de general, que todavía ostenta, y 
dio nombre a un batallón de caballería. Es Patrona de Murcia desde 1731.
 El 24 de abril de 1927 fue coronada canónicamente por el nuncio 
apostólico, el futuro cardenal Tedeschini. 
28 de agosto de 2019
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