28 de marzo de 2018

Nuestra Señora de Bocciola

El origen del Santuario de Bocciola en el municipio de Ameno, fracción Vacciago, provincia de Novara, conduce a un episodio de la primera mitad del siglo XV, en una época que también vio el auge del Santuario de Nuestra Señora de Re en Vigezzo ( 1494) y Boden en Ornavasso (1528), y el gran Monte Sacro de Varallo Sesia, en los alrededores de Val (1481).
Se lee en el diario de un notario Elia Olina, el lunes 28 de mayo (o marzo, según la tradición), de 1543, "la Virgen María apareció a una niña que custodiaba a unos animales".
Informes posteriores indican la milagrosa circunstancia del episodio. Giulia Manfredi, que así se llamaba, fue muda desde su nacimiento y vivió en Vacciago, en una casa que aún se encuentra a lo largo de una carretera justo antes del Santuario.
Ese día fue al sitio habitual donde pastaba el ganado cerca de una capilla en la que fue entronizada la Virgen y el Niño en sus brazos.
De repente vio brillar entre las ramas de un salvaje Pruno (Bocciola en el dialecto local, o un árbol de boj), a la Virgen y el Niño.
El Niño habla y dice que aprecia mucho sus oraciones, que se celebran en el Paraíso, da un mensaje a todos los habitantes del lugar: Nuestra Señora les pide solemnizar el sitio en su honor, y que el domingo y los sábado por la tarde quienes adoren a Ella tendrían una protección especial.

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