Son varias las versiones sobre el origen de la festividad en honor a la Virgen del Carmen. Lo cierto es que desde el inicio de su veneración, en la segunda mitad del siglo XVI, se convirtió en una de las celebraciones más importantes del Perú y ello se constata en la fastuosa efeméride que acontece en la provincia cusqueña de Paucartambo.
La escultura de la Virgen del Carmen llegó al virreinato del Perú procedente de España junto con la imagen de la Virgen de la Candelaria y la Virgen del Carmen de la Legua.
Una primera versión indica que llegaron dos imágenes de la Virgen del Carmen destinadas a los corregimientos de Paucartambo y Paucarqolla. La segunda era más grande y hermosa, pero por error fue enviada a Paucartambo y se encuentra actualmente en el templo de la Virgen del Rosario.
La tradición indica que un día, al momento de bajar los productos que venían del altiplano, uno de los Qollas encontró entre las vasijas la cabeza de la imagen de la Virgen del Carmen. Esto provocó sorpresa y asombro entre los pobladores.
La cabeza de la imagen fue entregada a una mujer que ofrecía hospedaje a los viajeros y fue ella quien mandó a confeccionar el cuerpo de la Virgen del Carmen, el cual subsiste hasta la actualidad. Desde entonces los Qollas le rinden pleitesía y honores a la patrona.
Estos nuevos moradores, que eran devotos de la Virgen del Carmen, llevaron la imagen a las haciendas y la veneraban a escondidas. Cuentan que el patrón de una de las haciendas los descubrió y tras convertirse en devoto mandó a construir una capilla para rendirle culto. Esta versión se respalda en la danza Qhapaq Negro, una de las más celebradas en la festividad de la Virgen de Paucartambo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario