Nuestra Señora de la Anunciación

Del sitio El Blog de Deiber:

La devoción a Nuestra Señora de la Anunciación se originó en Portugal, en la ciudad de Setúbal.

Entre los años 1235 y 1250, una señora estaba echando pequeños trozos de leña en su cocina para cocinar, cuando uno de los palos saltó del fuego. Al principio, la mujer no prestó atención y volvió a arrojar el palo a las llamas.

Inmediatamente el palo "saltó" fuera del fuego. Pensando que era un efecto de las llamas, arrojó el palo al fuego una tercera vez y de nuevo saltó de entre las llamas.

Esta vez, lo recogió y, al mirarlo, se dio cuenta de que era una imagen diminuta de Nuestra Señora. Asombrada, exclamó: "¡Virgen Anunciación!". Los vecinos acudieron a ayudar y también se asombraron de que un pequeño palo de madera llevara la imagen perfecta de Nuestra Señora. La noticia se extendió por todo el pueblo. Y la pequeña imagen pasó a ser conocida como Nuestra Señora de la Anunciación.

Pocos años después, una sequía asoló la ciudad de Setúbal durante dos años. En penitencia, el pueblo salió en procesión, pidiendo la intercesión de la Virgen María. Al final de la procesión, comenzó a llover abundantemente. El milagro hizo que aumentara aún más la devoción a Nuestra Señora de la Anunciación. También a causa de este milagro, la Virgen María pasó a ser conocida como Nuestra Señora del Agua.

OREMOS:
Virgen Anunciación, 

tú que intercediste por el pueblo de Setúbal, 

en un momento de grave sequía en la ciudad, 

cuida del problema de la falta de agua y de saneamiento básico. 

 

Haz que el hombre tome conciencia de su papel con la naturaleza y 

de la preservación de las fuentes de agua. 

 

Que toda la humanidad se dé cuenta de que el agua es un recurso vital e 

indispensable para la vida. 

 Y que sepamos cuidar nuestros recursos hídricos.

Ayuda, Madre, 

a las personas que viven en las regiones semiáridas y 

sufren año tras año las sequías. 

 

Bendice las regiones más secas para que allí también florezca la vida. 

 

Cuida de los más pobres y desfavorecidos, 

que son los que más sufren el cambio climático en el mundo.