28 de marzo de 2019

Nuestra Señora de la Inmaculada Pureza de Litmanova

Del sitio Hogar de la Madre:
El 5 de agosto de 1990, Litmanova, un pequeño pueblo de tradición católico bizantina en la montaña del norte de Eslovaquia, recibió la visita de la Santísima Virgen bajo la advocación de la Inmaculada Pureza.
Los escogidos fueron tres niños: Ivetka Korcáková de 11 años, Katka Ceselkovâ de 12, y Mitko Ceselka de 9 años respectivamente. Mientras estaban jugando en el monte Zvir, a tres Km de su pueblo, comenzaron a oír unos ruidos procedentes del bosque de alrededor. Llevados por el miedo fueron a refugiarse a un pajar de madera, propiedad del padre de Ivetka, pero también allí seguían escuchando los ruidos que se hacían cada vez más fuertes. Era como si alguien estuviese tirando maderas desde la cima del monte. Llenos de miedo, los niños comenzaron a rezar. A Ivetka se le ocurrió una oración improvisada: «María, Madre nuestra, escóndenos bajo tu manto». Lo repitieron tres veces y un profundo arrepentimiento por sus pecados y tibieza religiosa, invadió sus almas.
En ese preciso momento la habitación se inundó de luz. Al principio los niños pensaban que era la luz del sol, pero de repente, en medio de esta luz, apareció la Virgen María. Se sentó en un banco enfrente de los niños y les miró. Ninguno se atrevía a decir en voz alta nada de lo que estaban viendo, hasta que Katka se atrevió a preguntar: «Ivetka, ¿no ves algo en el banco?». Ivetka le respondió: «Veo a la Virgen María». «Yo también », continuó Katka.
Se describieron mutuamente lo que veían y todo coincidía. La Virgen parecía estar en un profundo recogimiento, llevaba un vestido blanco, un manto azul, un velo azul transparente, una corona en la cabeza y un rosario entre las manos. Los niños le prometieron ir durante la semana todos los días a la iglesia. Sorprendidos por la aparición y sin saber cómo reaccionar, salieron del pajar y volvieron al pueblo. La Virgen les acompañó todo el camino. Al llegar a la cruz, en la entrada del pueblo, se arrodilló y se santiguó. Ya dentro del pueblo fue desapareciendo poco a poco de su vista. Este día nadie creyó a los niños y el párroco les prohibió hablar de ello. Pero esa misma noche, la madre de Katka soñó con la Virgen Santísima que le decía: «No dudes de nada, solo cree».
Y empezaron una serie de apariciones que duraron cinco años.
Enseguida se extendió el rumor de tal acontecimiento y comenzó a peregrinar a aquel lugar una inmensa multitud de personas. Veían que las chicas quedaban en éxtasis, sin prestar atención a su alrededor ni aunque les tocasen o hiciesen gestos. Seguían su «visión» con una sonrisa suave.
Al principio se les aparecía varias veces al mes, sobre todo los domingos y días de fiesta. Y a partir del 3 de marzo de 1991 se les aparecerá solo los domingos y los primeros viernes de mes. Además la Virgen bendijo un pozo a 100 metros del lugar y recomendó beber de esa fuente.
Tan solo un año después de la primera aparición, más de un millón de personas habían peregrinado ya al escarpado lugar. Una cifra enorme en un país de 6 millones de habitantes.
La jerarquía católica de rito bizantino empezó ese verano a investigar oficialmente los hechos y asistir pastoralmente a las personas que llegaban a Litmanova. Un miembro de la Comisión investigadora desde 1991 fue el Padre Marian Potas, provincial de la Orden Monástica de Basilio el Grande. En 1993, el Padre Potas explicó: «La Comisión de nuestro obispo registra todo tipo de hallazgos. Tenemos el caso de una señora que estaba impedida desde hacía 14 años, con medio cuerpo paralizado y que no podía caminar. Unas mujeres la trajeron a la montaña, bebió del arroyo, oró y bajó caminando por su propio pie. Un chico tenía leucemia y hoy es soldado. El doctor del ejército confirmó que estaba sano». «No creo que esas chicas sean un fraude. Muchos se han convertido en Litmanova. Significa que la Virgen escogió esta montaña y eso es un hecho».
La Iglesia ha hecho varias investigaciones y nunca ha encontrado nada que vaya en contra de la moral o doctrina cristiana. El 7 de septiembre de 2008, el arzobispo de Presov, Mons. Ján Babjak, declaró como lugar de peregrinación la capilla dedicada a la Inmaculada Concepción, construida en el monte Zvir.
La Virgen repitió varias veces su preocupación por el creciente materialismo de Eslovaquia y de todo el mundo, que lleva a los hombres a cometer muchos pecados y a olvidarse de lo verdaderamente importante: su relación con Dios.
«No puedo ver los pecados de Eslovaquia. Mis hijos poseen demasiadas cosas y por eso no honran ni a mi Hijo ni a mí. Mi Hijo mandará un desastre a Eslovaquia. Pero si la gente se convierte y se pone a rezar sinceramente, el desastre se irá alejando. Extended este mensaje por toda Eslovaquia y os suplico que toda Eslovaquia venga a rezar a esta montaña que yo he santificado». (11 de noviembre 1990).
«Los hombres tienen grandes cantidades de todo, y por lo material son capaces hasta de matarse» (18 de noviembre 1990). Pero el fruto amargo del materialismo es el vacío: «Tenéis el corazón tan vacío y vuestras vidas no acaban de llenarse» (6 de diciembre 1992).
El 2 de diciembre del año 1990 la Virgen reveló su nombre. Ese día llevaba un vestido blanco con un borde dorado y un velo transparente.
Las niñas le preguntaron cómo se llamaba y Ella respondió:
«Yo soy la Inmaculada Pureza».
«¿Y de dónde vienes?».
«Yo vengo del Cielo».
La pureza de corazón ha sido el tema central de las apariciones. Pureza en primer lugar como limpieza del pecado, unida a una lucha sincera y sin tregua por evitarlo. Pero también pureza como autenticidad, sencillez y transparencia. «Deseo que este mes seáis especialmente puros de corazón porque este mes está dedicado a mí. Vuestras oraciones serán escuchadas de manera especial, pero tienen que ser sinceras y salir de un corazón puro». (5 de mayo 1991).
La Virgen María vino para avisarnos, pero también para proponernos remedios. Entre ellos está de manera especial el rezo del rosario: «Para la curación de enfermedades físicas y espirituales es necesario rezar a diario el rosario (gozoso, doloroso y glorioso), ayunar los miércoles y los viernes y beber de la fuente de la montaña». (2 de diciembre 1990). También el ofrecer oraciones y ayunos por la salvación de las almas: «No sabéis cómo necesito vuestras oraciones y ayunos para la conversión de los que se van perdiendo. Por favor, ayudadme». (4 de julio 1993). «Por favor, rezad... No sabéis lo mucho que os ayudará. ¡Tenéis tan poco tiempo! Mis queridos, sed como niños, porque solo los niños sabrán lo que es verdadera oración». (8 de noviembre 1992).
La última aparición ocurrió el 6 de agosto del año 1995. Sobre el monte Zvir resonaron las siguientes palabras, en medio de los sollozos de los presentes, al escuchar que esta aparición iba a ser la última:
«¡Mis queridos hijos! Esta aparición será la última. ¡Os amo! Os doy las gracias por lo que habéis hecho aquí por mí...
¡Mis amados hijos! Lo he querido así para despertaros del sueño de la vaciedad. Para que entendáis que necesitáis conversión. ¡Para este tiempo necesitáis conversión! ¡Por favor, por favor! Permanezco presente en esta montaña. ¡Ahora empezad a meditar mis mensajes! Permaneced en mi Corazón en este tiempo. Porque necesitáis ser más sencillos y vigilantes... Viene un tiempo, que ya está aquí… Permaneced como niños. Totalmente libres para Dios. ¡Por favor, meditad sobre lo que os digo! Os amo y os espero en el Cielo...
».
Las palabras de María Santísima ciertamente hablan por sí mismas. Nos invita a permanecer en su Corazón. Hemos de detenernos en sus palabras. ¿Qué es este sueño de vaciedad? ¿El materialismo?, ¿la impureza?, ¿la indiferencia hacia Dios y hacia nuestros hermanos?, ¿la comodidad?, ¿la mediocridad? Nos urge a convertirnos, a tomarnos en serio que Cristo dio su vida por nosotros, a vivir de una vez para Dios, a hacer de Él el verdadero centro de nuestra vida. Cuántas cosas podemos aprender a través de sus palabras.
No sabemos cuánto tiempo tenemos. La que se llamó a sí misma la Inmaculada Pureza, nos muestra el camino: Limpiar nuestros corazones de todo pecado y falsedad, para ser como niños inocentes delante de Dios. Ajustar nuestras vidas al Evangelio para empezar a vivir para el Amor y así poder alcanzar la alegría del Cielo. Y todo esto cogidos de la mano de Nuestra Madre, que jamás abandona a sus hijos y los invita a vivir en su Corazón.

26 de marzo de 2019

Nuestra Señora de Monserrat

Del sitio web Aleteia:

El culto de la Virgen de Montserrat se remonta más allá de la invasión de España por los árabes. La imagen, ocultada entonces, fue descubierta en el siglo IX. Para darle culto, se edificó una capilla a la que el rey Wifredo el Velloso agregó más tarde un monasterio benedictino

Los milagros atribuidos a la Virgen de Montserrat fueron cada vez más numerosos y los peregrinos que iban hacia Santiago de Compostela los divulgaron.

 Así, por ejemplo, en Italia se han contado más de ciento cincuenta iglesias o capillas dedicadas a la Virgen de Montserrat, bajo cuya advocación se erigieron algunas de las primeras iglesias de México, Chile y Perú, y con el nombre de Montserrat han sido bautizados monasterios, pueblos, montes e islas en América.

No se conoce el origen de la estatua. Cuenta la leyenda que unos pastores estaban pastando sus ovejas cerca de Montserrat y descubrieron la imagen de madera en una cueva, en medio de un misterioso resplandor y cantos angelicales.

Por órdenes del obispo de llevarla a la catedral, comenzó la procesión, pero no llegó a su destino, ya que la estatua se empezó a poner increíblemente pesada y difícil de manejar. Entonces fue depositada en una ermita cercana, y permaneció allí hasta que se construyó el actual monasterio benedictino. 

La virgen es de talla románica de madera. Casi toda la estatua es dorada, excepto la cara y las manos de la Virgen y del Niño. Estas partes tienen un color entre negro y castaño. 

A diferencia de muchas estatuas antiguas que son negras debido a la naturaleza de la madera o a los efectos de la pintura original, el color oscuro de Nuestra Señora de Montserrat se le atribuye a las innumerables velas y lámparas que durante siglos se han encendido ante la imagen día y noche.

 En virtud de esta coloración, la Virgen está catalogada entre las vírgenes negras. Por esto la llaman por cariño "La Moreneta" (La Morenita). La estatua goza de gran estima como un tesoro religioso y por su valor artístico.

La estatua está sentada y mide 95 cm., un poco más de tres pies de altura. De acuerdo con el estilo románico, la figura es delgada, de cara alargada y delicada expresión. Una corona descansa sobre la cabeza de la Virgen y otra adorna la cabeza del Niño Jesús, que está sentado en sus piernas. 

Tiene un cojín que le sirve de banquillo o taburete para los pies y ella está sentada en un banquillo de patas grandes, con adornos en forma de cono. 

El vestido consiste en una túnica y un manto de diseño dorado y sencillo. La cabeza de la Virgen la cubre un velo que va debajo de la corona y cae ligeramente sobre los hombros. Este velo también es dorado, pero lo realzan diseños geométricos de estrellas, cuadrados y rayas, acentuadas con sombras tenues.

La mano derecha de la Virgen sostiene una esfera, mientras la izquierda se extiende hacia adelante con un gesto gracioso. El Niño Jesús está vestido de modo similar, por supuesto, con excepción del velo. Tiene la mano derecha levantada, dando la bendición, y la izquierda sostiene un objeto descrito como un cono de pino.

La estatua está ubicada en lo alto de la pared de una alcoba que queda detrás del altar principal. Directamente detrás de esta alcoba y de la estatua se encuentra un cuarto grande, llamado el Camarín de la Virgen. Este camarín puede acomodar a un grupo grande de personas, y desde ahí se puede rezar junto al trono de la Santísima Madre. A este cuarto se llega subiendo una monumental escalera de mármol, decorada con entalladuras y mosaicos.

El nombre de Montserrat, catalán, se refiere a la configuración de las montañas en donde se ubica su monasterio. 

Las piedras allí se elevan hacia el cielo en forma de sierra. Monte + sierra: Montserrat.

Entre los santos que visitaron el lugar venerado se encuentran S. Pedro Nolasco, S. Raymundo de Peñafort, S. Vicente Ferrer, S. Francisco de Borja, S. Luis Gonzaga, S. José de Calasanz, S. Antonio María Claret y S. Ignacio de Loyola, que, siendo aún caballero, se confesó con uno de los monjes y pasó una noche orando ante la imagen de la Virgen. A unas cuantas millas queda Manresa, un santuario de peregrinación para la Compañía de Jesús, la orden Jesuita fundada por San Ignacio, pues encierra la cueva en donde el santo se retiró del mundo y escribió sus Ejercicios Espirituales.


Los grandes poetas Goethe y Federico Schiller escribieron acerca de la montaña; y Beethoven murió en Viena, en una casa que había sido un antiguo estado feudal de Montserrat. Además de esto, el lugar se hizo famoso gracias a Richard Wagner, quien utilizó el sitio para dos de sus óperas, Parsifal y Lohengrin.


Oración a Nuestra Señora de Montserrat
Oh Madre Santa, Corazón de amor, Corazón de misericordia,
que siempre nos escucha y consuela, atiende a nuestras súplicas.
Como hijos tuyos, imploramos tu intercesión ante tu Hijo Jesús.
Recibe con comprensión y compasión las peticiones que hoy
te presentamos, especialmente [se hace la petición].
¡Qué consuelo saber que tu Corazón está siempre abierto
para quienes recurren a ti!
Confiamos a tu tierno cuidado e intercesión a nuestros
seres queridos y a todos los que se sienten
enfermos, solos o heridos.
Ayúdanos, Santa Madre, a llevar nuestras cargas en esta vida
hasta que lleguemos a participar de la gloria eterna y la paz con Dios. Amén.
Nuestra Señora de Montserrat, ruega por nosotros.


25 de marzo de 2019

Nuestra Señora Reconciliadora de Todos los Pueblos y Naciones

Del sitio María Esperanza:
Muchos años antes de conocer Finca Betania, la señora María Esperanza a través de mensajes recibidos de la Santísima Virgen María tiempo atrás, ya estaba plenamente consciente de su existencia.
La Santísima Virgen María en numerosas ocasiones le habló sobre una Tierra Santa que sería como “la Nueva Arca de Salvación”. Le dijo que la misma se encontraba en el Centro Norte de Venezuela y que se convertiría en un “lugar de oración y peregrinación permanente” para el pueblo de Venezuela y luego para todas las Naciones del Mundo, a fin de que se diesen las manos en Reconciliación los Pueblos y Naciones, y en donde estarían unidos Iglesia y Pueblo en un sólo Corazón, o sea, Pueblo e Iglesia trabajando unidos en un solo ideal
La Sra. María Esperanza reconoce la tierra el 29 de marzo de 1974 gracias a las descripciones dadas en los mensajes, ya que estas coincidían en forma perfecta con el lugar: la vieja casa, el trapiche, la siembra de caña de azúcar y de café, y la gruta de aguas cristalinas.
La confirmación simbólica de que ese era el lugar anunciado y escogido por la Santísima Virgen María la recibe la Sra. María Esperanza con el símbolo de una mariposa azul. En mensajes recibidos muchos años atrás La Santísima Virgen le anunció a la Sra. María Esperanza que en el momento que encontraran la tierra Ella se manifestaría con alas de mariposa azul. Este hecho ocurrió cuando la Sra. María Esperanza consiguió el lugar santo con su gruta de donde salió de improviso una mariposa azul que revoloteó el lugar, lo cual reafirmó de una manera sencilla pero muy hermosa lo anunciado previamente a través de los mensajes. Actualmente en muchas ocasiones especiales la mariposa azul se hace presente volando desde la gruta y revoloteando la explanada para luego volverse a internar en la vegetación del lugar.
Dos años más tarde, el veinticinco (25) de marzo de 1976, tal y como le había sido anunciado, se aparece por primera vez la Santa Madre de Dios a la Sra. María Esperanza en Betania bajo una nueva advocación, la de María Virgen y Madre Reconciliadora de Todos los Pueblos y Naciones. Después de esta hermosa experiencia la Virgen le sigue apareciendo en los años siguientes, pero no es sino hasta el año 1984 cuando se hace visible a más de ciento cincuenta (150) personas quienes atestiguan haberla visto clara y nítidamente. Este grupo de personas era muy diverso, encontrándose niños, jóvenes universitarios, personas adultas, militares, médicos, psicólogos, psiquiatras, ingenieros, juristas, etc.
A partir de ese momento comienza una investigación por parte del Obispo de la Diócesis de Los Teques, Estado Miranda, Monseñor Pío Bello Ricardo, que culmina con la aprobación oficial asentada en un documento pastoral donde declara que las apariciones en Finca Betania son auténticas y tienen carácter sobrenatural; por lo tanto el sitio debe ser considerado como sagrado y ser tenido como meta de peregrinación y como lugar de oración, reflexión y culto, en el que puedan realizarse actos litúrgicos de acuerdo a las normas de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
Monseñor Pío Bello Ricardo para llegar a esas conclusiones consultó primero con el Santo Padre San Juan Pablo II y después comunicó todas las informaciones al Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, manteniendo ese contacto en continuación a través del Nuncio Apostólico en Caracas.
Debido a la afluencia de visitantes y peregrinos de Venezuela y otras partes del mundo, el Santuario permanece abierto al público todos los días del año de 7 a.m. a 5 p.m.. El Obispo ha pautado además siete fechas litúrgicas marianas en las que está permitido hacer vigilia toda la noche en el Santuario: 2 de Febrero (Nuestra Señora de La Candelaria), 25 de Marzo (La Anunciación), 13 de Mayo (Nuestra Señora de Fátima), 16 de Julio (Nuestra Señora del Carmen), 15 de Agosto (La Asunción), 12 de Octubre (Nuestra Señora del Pilar) y 8 de Diciembre (La Inmaculada Concepción).
El nombre de Betania viene del nombre original que tenía la finca, la cual en 1974 fue presentada en venta a la Flia. Bianchini, a la Flia. Andreu y a la Flia. Castellano. Al verla, la Sra. María Esperanza Medrano de Bianchini sintió que esa era la tierra prometida por Dios desde el inicio de su misión.
Mucho antes de que la Sra. María Esperanza contrajera matrimonio, el Señor le venía comunicando que llegaría a sus manos una tierra de mucha importancia espiritual, que Él le entregaría cuando llegara el tiempo establecido y su significado sería: la tierra de promisión.
En los años que van desde 1957 hasta 1974, sintió, la Sra. María Esperanza la inspiración de visitar muchas tierras en varias partes de Venezuela. Un día, un señor ofreció para la venta una finca en los Valles del Tuy al Sr. Geo Bianchini y al Ing. Jesús Andreu, quienes estaban trabajando juntos. Ellos tomaron la decisión de ir a verla, la Sra. María Esperanza estuvo de acuerdo y establecieron el día de la visita.
El 29 de marzo de 1974 fue el día escogido. Tres familias (la Sra. María Esperanza, el Sr. Geo, el Sr. Andreu, la Sra. Luisa de Andreu y el Sr. Castellano), el dueño, el Dr. Rafael Pérez y el vendedor, el Sr. Hicle se reunieron en el lugar. Se visitó y después se conversó largamente sobre todo lo que correspondía.
En esa finca la siembra mayor estaba representada por la caña de azúcar, había más de 20 hectáreas sembradas, además de su buen trapiche para producir papelón, también muchos árboles frutales y una cría pequeña de aves. La finca estaba bien atendida y era muy agradable, tenía una casa de construcción rústica y típica tropical, un río manso la atravesaba, era pleno verano y estaba cargado de aguas claras y tranquilas; todo se presentaba como un verdadero paraíso.
La Sra. María Esperanza estuvo de acuerdo y se tomó la decisión de comprar la finca, las condiciones fueron consideradas favorables y el dueño fue muy tratable y buena persona. Él contó que él mismo fundó esa finca, comprando lotes de tres fincas que estaban alrededor y le dio el nombre de BETANIA, comparando el lugar con aquél donde Jesús de Nazaret iba a descansar a casa de sus amigos. Se supo después que él pertenecía a un grupo evangélico de Caracas y que en la finca se reunían muchos de sus amigos y celebraban ceremonias de bautismo colectivo por inmersión en el río, además de muchas oraciones en conjunto. Por todo esto, se concluyó que ese lugar correspondía con el de las indicaciones anunciadas por la Santísima Virgen María.
Al salir de allí, todos los presentes se sintieron alegres y felices porque les parecía haber pasado ese tiempo en otra dimensión de absoluta paz y tranquilidad.
La Sra. María Esperanza confirmó que era el lugar escogido desde remotas añoranzas para la realización de un designio divino de inmensas proporciones y que allí se verificarían grandes acontecimientos. Dos años más tarde, el 25 de marzo de 1976, esto se demostró con la aparición de la Santísima Virgen a la Sra. María Esperanza en lo alto de la gruta. Ella estaba acompañada por 80 personas, y aunque los demás no pudieron verla, fueron testigos de fenómenos asociados a la aparición. El 25 de marzo de 1984, tuvo lugar “la gran aparición” de la Santísima Virgen a un grupo de más de 108 personas, quienes la vieron clara y nítidamente para luego dar su testimonio oral y escrito al Obispo de la diócesis, Monseñor Pío Bello Ricardo(+), quien tras un estudio exhaustivo de los testimonios, dio su aprobación a través de una Carta Pastoral.
La Madre de Dios le indicó a la Sra. María Esperanza que debía donar a la diócesis de Los Teques los terrenos correspondientes al Santuario ya reconocido. El día 28 de agosto de 1989 se donaron a la Iglesia 4 hectáreas. A partir de entonces, el Señor Obispo permitió celebrar actos litúrgicos. La indicación divina es la de trabajar juntos en bien de las almas: “Iglesia y pueblo unidos.”
Según testimonios de los testigos La Santísima Virgen aparece de forma celestial, “se hace visible de la nada…se materializa…” dicen algunos, pareciéndose mucho algunas veces a la Virgen de Lourdes, pero a veces también a la Medalla Milagrosa, a María Auxiliadora, a La Virgen del Pilar, a la de Coromoto y a otras muchas advocaciones conocidas. Ella aparece de improviso, radiante de luz, acompañada la mayoría de las veces por un fuerte pero exquisito perfume de rosas y otros fenómenos místicos como sonidos celestiales de cantos de corales “invisibles”, movimientos giratorios del sol, etc.

19 de marzo de 2019

Desagravio a Nuestra Señora

Hoy y por desgracia mía y después de no publicar por unos días, decidí no publicar una advocación de Nuestra Querida Madre, sino pedirles un favor a todos los lectores de este blog.

El pasado 8 de marzo se celebró el Día de la Mujer. No se como se celebrará en todos los países, pero en Argentina suelen aparecer distintas agrupaciones sociales y de derechos humanos que hacen toda una serie de protestas y reivindican los llamados "derechos de la mujer", aparte de algunas consignas políticas y pedidos de liberación de mujer presas que dicen que están encarceladas por ser opositores al gobierno. 

Uno de estos "derechos" que reclaman comúnmente es el de aborto legal, libre y gratuito en la Argentina. Las mujeres y hombres que están a favor del aborto, suelen identificarse con un pañuelo verde que lo llevan atado a sus carteras y mochilas o en forma de muñequera. 

 En Buenos Aires ya estamos acostumbrados a estas marchas y a distintos atropellos que con violencia muchas veces hacen estas mujeres (pintadas de frentes de iglesias, de imágenes religiosas, etc.). Pero lo que mas me llamó la atención fue que en la última marcha, presentaron una imagen de María Santísima a la que llamaron la Virgen Abortera, de autor desconocido al menos para mí. (No quiero poner en este blog una imagen ofensiva para Nuestra Madre del Cielo). La Virgen Abortera, es una figura de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, de yeso de unos 75 cm de alto que representa a la virgen María con un pañuelo verde que le cubre medio rostro.

 Michel Quoist, sacerdote francés y sociólogo,que escribió varios libros poniendo a la religión en el centro, creó una hermosa oración llamada. "Mi mejor invento es mi Madre"(que reproduzco abajo) alaba las virtudes de María y expresa: "¡Qué bonita es mi madre! Tanto, que dejando las maravillas del cielo nunca me sentí desterrado junto a ella. Y fijaos si sabré Yo lo que es eso de ser llevado por los ángeles..., pues bien: eso no es nada junto a los brazos de una madre, creedme.", y más de uno de nosotros ha sentido el ser llevado por Ella o estar bajo su Manto y si no lo has sentido rézale, contempla esos ojitos de Luz y verás como te lleva y te transporta. Nunca uno se siente mejor. 
 
Por tal motivo, considero que esa imagen blasfema, ofensiva y agraviante para cualquier católico que quiere a la Virgen Santísima merece ser condenada y merece también un acto de desagravio. 
 
Por eso te pido, que reces un Rosario como acto de fe y de desagravio. No pidiendo para que algo malo les suceda a quienes promocionaron la "procesión", sino para que las perdone con su infinita misericordia y las haga reflexionar por el daño que hacen.
 
Desde ya Gracias.

Mi mejor invento es mi Madre

Mi mejor invento, dice Dios, es mi madre.
Me faltaba una madre y me la hice.
Hice Yo a mi madre antes que ella me hiciese.
Así era más seguro.
Ahora sí que soy hombre como todos los hombres.
Ya no tengo nada que envidiarles, porque tengo una
madre, una madre de veras.
Sí, eso me faltaba.

Mi madre se llama María, dice Dios.
Su alma es absolutamente pura y llena de gracia.
Su cuerpo es virginal y habitado de una luz tan
espléndida, que cuando Yo estaba en el mundo
no me cansaba nunca de mirarla, de escucharla,
de admirarla.
¡Qué bonita es mi madre! Tanto, que dejando las
maravillas del cielo nunca me sentí desterrado
junto a ella.
Y fijaos si sabré Yo lo que es eso de ser llevado
por los ángeles..., pues bien: eso no es nada junto
a los brazos de una madre, creedme.

Mi madre ha muerto, dice Dios.
Cuando me fui al cielo Yo la echaba de menos. Y ella a Mí.
Ahora me la he traído a casa, con su alma, con su cuerpo, bien entera.
Yo no podía portarme de otro modo.
Debía hacerlo así. Era lo lógico.
¿Cómo iban a secarse los dedos que habían tocado a Dios?
¿Cómo iban a cerrarse los ojos que Lo vieron?
Y los labios que Lo besaron ¿creéis que podrían marchitarse?
No, aquel cuerpo purísimo, que dio a Dios un cuerpo,
no podía pudrirse entre la tierra.
Y Yo no fui capaz. ¿Cómo iba a hacerlo?
Habría sido horrible para Mí.
¿O no soy Yo el que manda?
¿De qué iba a servirme, si no, el ser Dios?
Además, dice Dios, también lo hice
por mis hermanos los hombres:
para que tengan una madre en el cielo,
una madre de veras, como las suyas, en cuerpo y alma.
La mía.

Bien. Hecho está. La tengo aquí, conmigo, desde el
día de su muerte.
Su asunción, como dicen los hombres.
La madre ha vuelto a encontrar a su Hijo, y el Hijo a la madre,
en cuerpo y alma, el uno junto al otro,
eternamente.
Ah, si los hombres adivinasen la belleza de este misterio...
Ellos lo han reconocido al fin oficialmente.
Mi representante en la tierra, el Papa, lo ha proclamado solemnemente.
¡Da gusto, dice Dios, ver que se aprecian los dones que uno hace!
Aunque la verdad es que el buen pueblo cristiano
ya había presentido ese misterio
de amor de hijo y de hermano...

Y ahora: que se aprovechen, dice Dios.
En el cielo tienen una madre que les sigue con sus ojos,
con sus ojos de carne.
En el cielo tienen una madre que los ama con todo su corazón,
con su corazón de carne.
Y esa madre es mía.
Y me mira a Mí con los mismos ojos que a ellos,
me ama con el mismo corazón.
Ah, si los hombres fueran picaros... Bien se aprovecharían.
¿Cómo no se darán cuenta de que Yo a ella no puedo
negarle nada?
¡Qué queréis! ¡Es mi madre! Yo lo quise así.
Y bien... no me arrepiento.
Uno junto al otro, cuerpo y alma,
eternamente Madre
e Hijo...

Michel Quoist,
Oraciones para rezar por la calle

15 de marzo de 2019

Nuestra Señora de los LLanos

 Del sitio Catequesis en Familia:

Desde hace siglos la tradición popular nos dice que la sagrada imagen de la Virgen de los Llanos fue encontrada casualmente por un sencillo labrador que se encontraba realizando esta tarea en el paraje denominado “Los Llanos”, lo que hoy en día es la actual ciudad de Albacete. Es cierto que otras fuentes han adornado en exceso la procedencia de esta imagen, diciendo que fue el mismo apóstol San Lucas quien la talló y el apóstol Santiago quien la trajo y escondió en nuestro país; naturalmente estas fuentes no gozan de credibilidad alguna.

Lo que sí que goza de credibilidad y probablemente sea la hipótesis más acertada, es la que sostiene que la sagrada imagen de la Virgen de los Llanos fue traída a Albacete por los soldados de Jaime II de Aragón al conquistar esta región en el año 1296, comenzando desde ese entonces un nuevo culto a esa imagen, muy probablemente con distinta advocación.

El descubrimiento es situado históricamente en 1447 (según Joaquín Sánchez Jiménez): la tradición nos dice que, estando labrando un sencillo labriego con un par de mulas en el paraje de “Los Llanos”, sacó de la tierra con el arado una efigie de mujer pequeñita y a la vez rara. Sorprendiéndose el pobre labrador por ese hallazgo, la recogió en una manta y la llevó hasta su casa, con el deseo de que sirviera a su hija como muñeca para sus juegos. Al siguiente día, al terminar la jornada de trabajo, regresó a su casa y, para su sorpresa, la sagrada imagen ya no estaba allí. Al día siguiente la volvió a encontrar en el mismo sitio donde la reja del arado la sacó de la tierra, y muy amarrada con nudos y cuerdas a la manta, la depositó en su casa, desapareciendo ésta misteriosamente por segunda vez.

El labrador, superado por este caso, que a su corto entender no comprendía, hizo llamar a las autoridades eclesiásticas, que con mucha diligencia se trasladaron al paraje de los Llanos para conocer de primera mano lo sucedido. Y tal fue la sorpresa que al llegar allí presenciaron la aparición: a flor de la tierra estaba la pequeña imagen, exactamente igual que en las dos ocasiones anteriores. “Ya no había duda de que se trababa del hallazgo milagroso de la antigua talla de Santa María”, relataba la Real Asociación de la Virgen de los Llanos.

Esta primitiva y pequeña imagen de la Virgen pronto empezó a recibir culto por los fieles de Albacete y de los pueblos aledaños, bajo la advocación de la Virgen de los Llanos, haciendo referencia al lugar del hallazgo (el paisaje de Albacete se caracteriza por ser una inmensa llanura, a los terrenos de labor agrícola adyacentes a la ciudad se les llama popularmente “llanos”). Bajo este mismo título que se le dio a la Virgen se fue construyendo una pequeña ermita: “una ermita costeada con limosnas y donativos de todos los habitantes de la villa de Albacete y sus cercanías”. Existen algunos documentos que hacen referencia a una procesión que tenía lugar en primavera y que trasladaba a la Virgen de los Llanos desde esta modesta ermita hasta la iglesia de San Juan en la villa de Albacete (hoy en día catedral de San Juan Bautista).

Es en el siglo XVII cuando se construyó una ermita mucho mayor, para dar cabida a todos los files devotos de la Virgen que acudían al lugar. Fue entonces cuando el Ayuntamiento decidió hacer cada año, el día 16 de mayo, una misa y procesión en su honor por las gracias obtenidas de la Virgen. Desde este momento se la declaró oficialmente patrona de la villa, con el título de Santa María de los Llanos. Aunque no se sabe con seguridad en qué año fue, muchas fuentes apuntan entre los años 1616-1632.

Pasado otro siglo, ya en el XVII, la imagen de la Virgen permanecía en la ermita de Los Llanos, siendo traslada a Albacete en la romería de mayo, celebraciones especiales o en caso de rogativa. Es en el año 1836, tras la desamortización, cuando desapareció el convento franciscano que había anexo a la ermita y, con él, los frailes que custodiaban el lugar. Fue entonces cuando el Ayuntamiento reclamó la sagrada imagen y la depositó en la iglesia de San Juan Bautista. Para acoger a la patrona en esta iglesia se tuvieron que hacer algunos arreglos al rico retablo barroco que había, añadiéndole una hornacina. A partir de este hecho, la Virgen de los Llanos permanece en la catedral. En 1875 se instituyó la cofradía, que más tarde, en el año 1917, pasó a llamarse Real Asociación de Santa María de los Llanos.

Durante los periodos bélicos de las guerras carlistas y otros conflictos que tuvieron lugar durante esos años, la imagen no sufrió daño alguno y permaneció en la catedral, así como los actos en su honor se siguieron celebrando. Fue en el trienio de la Guerra Civil cuando la catedral fue expoliada casi por completo, siendo pasto del fuego el retablo mayor. La sagrada imagen se depositó en la iglesia de la Purísima Concepción, hasta que ésta también fue expoliada, quedando la sagrada imagen “decapitada y semidesecha”. Gracias a Dº Joaquín Sánchez, que la recogió entre los restos del desastre, pudo salvarse, permaneciendo a buen recaudo en la Diputación provincial hasta el fin de la guerra.

En los años 40 del siglo pasado, al restaurarse la catedral, fue colocada en el nuevo retablo en el ábside izquierdo. En 1950 se creó la Diócesis de Albacete y, por tanto, la Virgen de los Llanos pasó a ser la patrona de todo el nuevo territorio, teniendo lugar seis años después, en 1956, la coronación canónica, oficiada por el nuncio papal de España en el parque de los mártires.

En la actualidad su fiesta se celebra la madrugada del 7 al 8 de septiembre, cuando se procesiona en una cabalgata la réplica que se conserva en el Ayuntamiento. Desde el mismo Ayuntamiento parte la comitiva hasta el recinto ferial, donde la alcaldesa, con la imagen en brazos, abre las puertas de hierros (puertas del recinto ferial), dando comienzo a diez días de feria; donde se suceden muchos actos en su honor, misas diarias, ofrenda de flores, bailes regionales etc. Al término de la feria, la alcaldesa de la ciudad nuevamente cierra la puerta de hierros con la imagen del Virgen en brazos, dando por finalizados los 10 días de festejos. Por esta razón, los albaceteños decimos que la Virgen de los Llanos es la que abre y cierra la feria año tras año.

De la Virgen de los Llanos existen cuatro imágenes dentro de la ciudad de Albacete, se puede decir que la más venerada es la auténtica, que se encuentra en la catedral de San Juan Bautista, permaneciendo allí todo el año. Tiene unos rasgos muy finos y femeninos, no alcanza más del medio metro de altura. En los brazos sostiene a un pequeño Niño Jesús.

Como decíamos antes, en la Guerra Civil sufrió algunos daños y fue salvada de ser pasto de las llamas. Fue en 1939 cuando, ya acabado el conflicto bélico, se procedió a restaurarla, y para sorpresa de los maestros ebanistas y el escultor-restaurador, descubrieron “el secreto” de la Virgen de los Llanos. Tal y como se cuenta en un acta notarial firmada por el notario Dº Narciso García el día 12 de agosto de 1939, al comenzar la restauración encontraron fortuitamente una concavidad dentro del busto de la talla de la Virgen, y allí “aparecieron la cabeza de una imagen de unos siete centímetros, tallada y moldeada con encarnación bien conservada, al parecer de una Virgen; y otra cabeza más pequeña, posiblemente del Niño Jesús, de factura idéntica, aunque algo más toscamente modelada; y un trozo de lienzo inmovilizado como cuña, las cabezas y unos fragmentos de madera y yeso y en la tabla levantada, al dorso, fuertemente adherido, un papel con la siguiente inscripción: “Ésta es la cabeza de la Virgen de Los Llanos, que fue el principio de la devoción de esta casa suya, y por ser de materia tan flaca, se hizo este cuerpo y esta cabeza de madera. Año de mil seiscientos treinta y uno”. La escritura tiene todas las características de la época de su redacción”.

Y es que, como algunas familias albaceteñas sostenían, al parecer un mayordomo del templo llamado Juan Reolid, por aquel entonces y al ver la imagen tan deteriorada, decidió por cuenta propia sustituir las cabezas. Tal enojo surgió del pueblo que se vio obligado a conservar de alguna forma las antiguas cabezas junto a la imagen restaurada por él.

En la actualidad, la venerada imagen está totalmente restaurada, y en su interior contiene estas reliquias junto al pergamino que confirma su autenticidad. El día 27 de mayo de cada año se abre el camarín para que todo aquel que así lo desee pueda contemplar de cerca a la Virgen y contemplar las reliquias.

Las tres imágenes que también reciben veneración junto con la auténtica son éstas:

  •     “La Limosnera”: se le llama popularmente de esta manera porque era la que solían sacar los PP. Franciscanos para pedir las limosnas con las que subsistían.
  •     “La del Ayuntamiento”, es la anteriormente mencionada. Permanece todo el año en el Ayuntamiento y los días de feria es trasladada a la capilla del recinto ferial. Carece de valor artístico.
  •     Existe también una tercera réplica que es muy fiel a la verdadera imagen. Se viste con los mantos que la ciudad de Albacete le ha regalado a través del tiempo y es sacada en procesión en el mes de mayo.

David Garrido 

www.preguntasantoral.es




14 de marzo de 2019

Nuestra Señora de Todos los Pueblos

Del sitio de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María:
Desde 1945 a 1959, la Stma. Virgen se apareció en Amsterdam (Holanda) a la vidente Ida Peerdeman. El 11 de febrero de 1951 se presentó bajo su nuevo título: "Yo soy la Señora, María, Madre de todos los Pueblos".
La vidente, Isje Johanna Peerdeman ("Ida"), murió en 1996 a la edad de 90 años.
1 de mayo de 1996, el Obispo de Harlem-Amsterdam, Mons. Bomers, y su auxiliar, Mons. Punt, autorizaron en una declaración oficial la veneración de la Virgen María, con el título de 'SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS'. En esa misma declaración subrayan que cada uno es libre de tener una opinión personal de los mensajes, siguiendo su propia conciencia.
Aprobada como de "origen sobrenatural" por el obispo José María Punt de Haarlem-Amsterdam (Holanda) el 31 de mayo del 2002.
El obispo dijo que la aparición es una "ayuda para entender los signos de los tiempos y vivir mas fielmente el Evangelio...y los signos de nuestros tiempos son dramáticos. La devoción a nuestra Señora de Todos los Pueblos puede ayudarnos, en mi sincera convicción, a guiarnos en el camino correcto durante el presente serio drama de nuestros tiempos, el camino hacia un nuevo y especial derramamiento del Espíritu Santo, el único que puede sanar las grandes heridas de nuestro tiempo"
El obispo dijo que en el proceso de estudio, "muchas experiencias de conversión y reconciliación, como también curaciones y protección especial, también se me reportaron"
(traducción del inglés por SCTJM)
PRINCIPALES MENSAJES DE NUESTRA SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS
EL DOGMA
-QUE DARÁ AL MUNDO LA VERDADERA PAZ
Los mensajes de Amsterdam tienen un lugar único en la historia de las apariciones marianas, precisamente porque en nuestra época moderna María viene con su nuevo título de 'SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS', y pide que sea llamado el último dogma mariano, que comprende una triple verdad:
"El Padre y el Hijo quieren enviar en este tiempo a María, la SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS, como Corredentora, Medianera y Abogada" (31.05.1951)
"Cuando el dogma... sea proclamado, entonces la Señora de todos los Pueblos dará la verdadera paz al mundo" (31.05.1954).
LA ORACIÓN
-PARA QUE VENGA EL ESPíRITU SANTO
"Señor Jesucristo, Hijo del Padre,
manda ahora tu Espíritu sobre la tierra.
Haz que el Espíritu Santo habite en el corazón de todos los pueblos,
para que sean preservados de la corrupción, de las calamidades
y de la guerra.
Que la Señora de todos los Pueblos, María Santísima,
sea nuestra Abogada. Amen.
"
La Stma. Virgen dictó con insistencia a la vidente esta breve y potente oración para que se proclame a María Corredentora cuanto antes y de ese modo el Espíritu Santo descienda con una nueva plenitud, como ha sido prometido.
(La oración) "ha sido dada para pedir que el verdadero Espíritu venga al mundo" (20.09.195l). María insiste: "No eres capaz de comprender la importancia esta oración. Tú no sabes lo que el futuro reserva" (15.04.1951). Ella incluso llega a prometer: 'Por medio de esta oración la Señora salvará el mundo. Una vez más repito la promesa" (10.05.1953). "No sabes qué gran valor y fuerza esta oración tendrá ante Dios" (31.05.1955). Dirigiéndose al Papa, la Stma. Virgen dijo que había sido "mandada por su Señor y Creador, para que, mediante esta oración y este título, pueda salvar el mundo de una gran catástrofe mundial" (10.05.1953). ¡cuida que se haga conocer esta oración a todo el mundo, a todos las naciones. Todos tienen derecho. Te aseguro que el mundo cambiará" (29.04.1951).
Viendo que se duda en difundir esta oración, la Stma. Virgen anima diciendo: "Que los hombres digan cada día esta sencilla oración. Es tan sencilla y breve, que todos pueden recitarla en este mundo moderno. Ha sido dada para pedir que el verdadero Espíritu venga al mundo" (20.09.195 l).
LA IMAGEN:
-LA INTERPRETACIÓN E ILUSTRACIÓN DEL DOGMA
Durante varias visiones, la Stma. Virgen describe a la vidente la milagrosa imagen que representa el triple dogma y por eso la imagen "...ha de preceder un dogma, un nuevo dogma" (15.04.1951).
La Corredentora está de pie sobre el globo terrestre delante de la Cruz luminosa de la Redención de su Hijo. Alrededor de Ella está reunido el rebaño de Cristo, iluminado por tres rayos, la Gracia, la Redención y la Paz, provenientes de las manos de la Medianera de todas las Gracias.
El 15 de noviembre de 1951 la Madre de Dios pide directamente a la vidente: "Diles a todos que difundan la oración y la imagen en el mundo". El 29 de abril de ese año la SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS había prometido: "Te aseguro que el mundo cambiará."
LA ACCION MUNDIAL
-LA IMÁGEN Y LA ORACIÓN HAN DE LLEVARNOS AL DOGMA
Muchos escucharon la oración de Arnsterdam por primera vez durante la Primera Jornada Internacional de Oración, que tuvo lugar el 31 de mayo de 1997. En su corazón comprendieron la ansiedad de María por difundir ahora esta potente oración en muchas lenguas, juntamente con su imagen milagrosa. María expresamente llama a una acción de redención y de paz (a 01.04.1951) a la difusión de su oración, juntamente con su imagen, a la que deberían tomar parte todos los hombres. "Esta acción no tiene que ver sólo con un país, sino con todos los pueblos" (11.10.1953).

La SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS hace una consoladora promesa para esta acción: "¿Tienes miedo? ¡Yo te ayudo! Ya verás cómo la difusión se hará por sí sola" (15.04.1951). "María se asume toda la responsabilidad" (04.04.1954). Hace ya casi cincuenta años que la vidente vio caer la nieve como un símbolo del maravilloso efecto de la acción: "Al igual que los copos de nieve caen sobre la tierra, cubriéndola con una capa espesa, así se extenderá la oración y la imagen por todo el mundo y penetrará en el corazón de todos los pueblos" (01.04.1951). María hace una promesa magnífica: "Comiencen esta obra de redención y de paz con ardor y celo y verán el milagro" (0 1.04.195 l).

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA ESTA ACCIÓN MUNDIAL DE LA SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS?

¡El tiempo apremia! Dios desea que todas las naciones conozcan a María como su Madre. Por tanto, todos debemos colaborar ahora en esta Acción mundial. Es sencillo y al alcance de todos.

El primer paso, el más sencillo, es dar con amor la estampita de la SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS con su oración a todas las personas que conozcamos y también a quienes no conocemos.

Además, quienquiera que esté dispuesto a responsabilizarse y a recibir en custodia un cuadro de la imagen peregrina por un año, podrá solicitar más información a una de las direcciones mencionadas al final o al Santuario de Ámsterdam.

"Así se llevará la SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS al mundo entero, ¡nación en nación, de ciudad en ciudad. El mundo llegará a ser una unidad mediante esa sencilla oración"'(I 7.02.1952).

 https://www.de-vrouwe.info/es

13 de marzo de 2019

Nuestra Señora de Covadonga

Del sitio Catholic.net:

Desde la creación del mundo preparó el Señor este rincón de la cordillera Cántabra para cuna de España. Picos que suben y suben, valles angostos, cimas en vertical, bosques impenetrables, perenne verdor, riachuelos que se desploman de lo alto de las peñas. Aquí llegaron, antes del nacimiento de Cristo, los romanos, no sin haber dejado tendidas en los pasos de los puertos las más aguerridas de sus legiones; y apenas se atrevieron a asomarse a este laberinto de montañas los visigodos.

En la parte oriental de Asturias hay un recinto más selvático y más bravío. Son las peñas más altas y los valles más angostos: remolinos, repliegues y desgajaduras de un cataclismo geológico. La Geografía llama a estos lugares Picos de Europa, paraíso de cinegetas y alpinistas. En ellos trepan los osos y triscan las cabras salvajes y los rebecos y vigilan desde la altura las águilas reales. Hay lagos puros como el cristal y bosques vírgenes que no ha mancillado el hacha del leñador. Aún hoy, que la civilización humana ha roto el secreto de aquellos parajes, forzando el paso de puertos y cañadas con carreteras atrevidas, sólo penetran en parte de aquel círculo de Peñascos, decididos escaladores o pastores nativos.

No es, por tanto, extraño que, ya de antiguo, se considerasen las montañas astures como murallas colocadas por la mano de Dios. Los viejos cronicones comparan la solidez defensiva de estos riscos con los muros inexpugnables de la imperial Toledo. Por ello a estas breñas se acogieron los residuos godos del Guadalete, y en ellas encontraron seguridad y refugio, cuando a los comienzos del siglo VIII quedaron las gentes godas barridas por los ejércitos africanos.

Hundidas la monarquía y las instituciones, un cronista medieval nos transmite así el dolor de España: "fincaba toda la tierra, vacía de pueblo, bañada de lágrimas, complida de apellido, huéspeda de los extraños, engañada de los vecinos, desamparada de los moradores, viuda e asolada de sus fijos, confundida de los bárbaros, desmedrada por llanto e por llaga, fallescida de fortaleza, flaca de fuerza... toda la tierra astragaron los enemigos, e las casas hermaron, los omes mataron, las cibdades robaron e tomaron".

Huyendo de la catástrofe, llegó a Asturias Pelayo, de la estirpe real de los godos. En Asturias reunió un pequeño grupo de guerreros cristianos y en los montes asturianos, propicios para emboscadas, vivió algún tiempo. La historia y la leyenda se mezclan para relatarnos los primeros años de Pelayo entre los repliegues cántabros. De él se dice que penetró un día, persiguiendo a un malhechor, en la gruta de Covadonga, que allí encontró un altar dedicado a la Virgen María, y a un ermitaño que daba culto a la imagen en aquella soledad. Pelayo perdonó en honor de la Virgen Santísima al fugitivo y, en cambio, el ermitaño predijo a Pelayo que sería el salvador de España en aquel mismo lugar.

Cronistas cristianos y árabes nos hablan de la batalla de Covadonga y, acaso, los infieles puntualicen mejor que los cristianos y nos transmitan detalles mas en consonancia con los hechos ocurridos. Unos y otros nos aseguran que en Covadonga hubo una gran lucha entre las aguerridas y numerosas tropas árabes, mandadas por Alkamán, y un grupo de cristianos acosados en una cueva, cuyo número los cronistas árabes calculan en trescientos, mientras que algunos cristianos los hacen llegar hasta tres mil. Se dio la batalla, con la derrota y destrozo de los mahometanos, y en aquel lugar comenzó el reino cristiano de Asturias, siendo Pelayo declarado rey del incipiente reino.

Cuando Pelayo se encerró en la cueva de Covadonga, aun la naturaleza se mostraba en toda su selvática soledad y fiereza que después había de transformar un tanto la industria del hombre, rellenando las cimas y destrozando las estalactitas y haciendo el lugar cómodamente accesible, cuando, hasta bien entrado el siglo XVI, el sendero de peaje que conducía a Covadonga, ni siquiera era practicable para las cabalgaduras.

A ochenta kilómetros, hacia oriente, de la capital asturiana, siguiendo la margen izquierda de un pequeño riachuelo, por el fondo de un valle apretado, parte de Cangas de Onís el camino de Covadonga. A medida que se avanza el valle se estrecha y las montañas suben. De pronto, se cierra el horizonte con peñas tajadas y cubiertas de boscaje. A la vuelta de una pequeña colina aparece el monte Auseva, desnudo su tercio inferior, cortado en talud y avanzando hacia afuera, donde se abre la cueva o "natural ventana" de que nos hablan las crónicas. Del fondo de la cueva se despeñan torrentes de agua, el Chorrón, que dicen los naturales. Es el único desagüe del río Orandi, que busca el valle a través de la roca del Auseva, llenando la cueva de rugidos y salpicando la montaña de espuma.

En esta cueva se encerró Pelayo con sus guerreros, alimentándose con la miel de las abejas silvestres que cuelgan sus panales en las hendiduras de la roca. Esta noticia nos la transmite la crónica árabe del Ajbar Machmu'a, y las abejas, laborando a través de los siglos, han llegado hasta hoy con sus panales por las grietas, y rubricando así la veracidad de las crónicas.

Según las cristianas, que, en lo substancial y en muchos de los detalles, van de acuerdo con las árabes, Tarik, caudillo de los mahometanos cordobeses, al conocer la rebeldía de Pelayo mandó contra él un ejército de 187.000 guerreros a las órdenes de Alkamán. Acompañaba al ejército agareno el arzobispo Opas, traidor a su patria y a su fe.

Al llegar el ejército musulmán frente a la cueva, se adelanta el arzobispo para hacer desistir a Pelayo de sus propósitos. Nada consiguió Opas con sus parlamentos y, ante el fracaso del emisario, manda el jefe árabe avanzar a los honderos y saeteros. "Los cristianos de la cueva —dice la crónica—, no cesaban de suplicar día y noche a la Virgen María que hasta el día de hoy allí se venera. Y entonces se vio que las piedras mezcladas con los dardos se volvían desde la cueva contra los mismos que las enviaban, a manera de densísimas nubes, impulsadas por el viento del Norte". Al verse los árabes así confundidos, retrocedieron desbaratándose, al tiempo que cargaba Pelayo sobre ellos con sus cristianos. "Alkamán y Opas fueron muertos con ciento veinticuatro mil caldeos". Los setenta y tres mil restantes remontaron, huyendo, los Picos de Europa, hacia la Liébana y, al pasar por un valle del Deva, se desgajó un monte sepultándolos a todos.

La histórica batalla suele fecharse en el año 718 y, cuando escribía nuestro cronista, a los comienzos del siglo XII, casi todos los años daba señales el Deva de este desastroso final agareno, al crecer el río y descubrir y arrastrar despojos del sepultado ejército. La leyenda popular supone aún hoy petrificado al traidor Opas en un peñasco, un poco más arriba de Cangas.

La tradición siempre atribuyó al auxilio de la Madre de Dios este magnífico triunfo cristiano. Y es presumible que en Covadonga recibiese culto la Santísima Virgen antes de llegar Pelayo fugitivo a aquel lugar.

La etimología de Covadonga todavía no está determinada con exactitud. Quizá sea la más segura y es, desde luego, la que abonan científicos de mayor peso, aquella que afirma que Covadonga originariamente se decía Covadomna, o Covadominica, lo que vale tanto como Cueva de la Señora. Lo cierto es que ya, desde los primeros tiempos de la Reconquista, los reyes asturianos fundaron allí un monasterio para que los monjes que lo habitasen diesen constante culto a la Señora, madrina de España. Después fueron canónigos regulares de la Orden de San Agustín los encargados del culto mariano, y hoy son un cabildo secular, dos institutos femeninos y los niños de un Seminario Menor los que tributan a la Señora el obsequio que España le debe.

En los comienzos, fue en un simple altar de la cueva donde recibía la Madre de Dios el homenaje de sus devotos, en medio de aquella soledad. Después se fijaron unas vigas salientes y sobre ellas se levantó un templo de madera de regular capacidad —iglesia que se llamó del milagro por lo atrevido de su estructura— y se construyó una escalinata de piedra para llegar hasta la gruta.

A los pies de la montaña se levantó la Colegiata, residencia de los canónigos, con una pequeña iglesia para el culto, mientras arriba, en la cueva, tenía su habitación el ermitaño. Al final del siglo pasado se edificó, en un montículo cercano, una espléndida basílica. Otros edificios, religiosos y profanos, han ido ocupando el lugar que quedó cubierto con los 124.000 cadáveres de mahometanos.

De la Covadonga de aquellos tiempos ya casi no queda más que la roca, con el fácil acceso de un túnel que los hombres horadaron, el torrente que ruge, las abejas y sus panales, los árboles milenarios que han sido capaces de resistir las embestidas de la civilización. Hoy Covadonga ya no es lugar temeroso e inaccesible. Al santuario llegan a millares los devotos y los turistas, los amantes del deporte y de la naturaleza bravía.

La imagen venerada en la gruta ya no es la del ermitaño que Pelayo encontró. Un incendio destruyó, el 17 de octubre de 1777, todo el templo del milagro. Pereció la imagen sagrada, las reliquias, las alhajas que la piedad había ido acumulando en la santa cueva. No se salvó nada. Sólo quedaron los muros ennegrecidos y los sepulcros de Pelayo y Alfonso I que allí descansan acompañados de sus esposas, y seis arrobas de plata y oro fundidos que aparecieron en el Pezón, cavado por el torrente al pie de la gruta, procedentes del tesoro derretido por las llamas.

La imagen actual, la Santina de Covadonga, es relativamente moderna, pero hereda directamente de la primitiva el afecto de los asturianos y el agradecimiento de los españoles, porque allí, en Covadonga, en el chorro que ruge a sus pies, bautizó a España la Virgen María. Para valorar esta imagen hay que prescindir del arte y de las joyas. Su valor arranca de ese algo indefinible que de ella irradia y que sólo allí se puede sentir y que más que nadie sienten los asturianos. Por eso canta la copla:

La Virgen de Covadonga

es pequeñíta y galana.

Aunque bajara del cielo

no hay pintor que la pintara.

Además, la imagen actual fue la canónicamente coronada en 1918, centenario de la batalla.

Cuando la cruzada, la Santina tuvo que dejar su cueva y se la llevaron a Francia. Fue un rojo asturiano, empleado de la Embajada de Madrid en París, quien custodió la venerada imagen. Después la Santina volvió a España y recorrió Asturias triunfalmente. A su llegada repicaron todas las campanas del principado. Los valles y los picos asturianos se llenaron con los ecos de los vivas dados a la Santina. Desde el alto de Valgrande, en el Pajares, hasta el Auseva, pasando por las cuencas mineras, Oviedo y Gijón, la marcha fue un acontecimiento nunca conocido. A hombros, entre masas humanas, con los ojos húmedos, iba pasando la grácil y diminuta figura de la Madre de España, al compás del estruendo de la dinamita. Iba más galana que nunca con el fajín de capitana y el bastón de general que le había concedido el Estado español. Entró en la cueva a hombros de cuatro generales. Y allí se quedó en la gruta restaurada.

Hasta ella siguen llegando los peregrinos que, con frecuencia, suben de rodillas los cien peldaños de la escalera que comunica el rellano con la gruta. Llegan peregrinos todos los días, pero especialmente el día 8 de septiembre, dedicado a la Virgen de Covadonga, de precepto en todo el principado, si bien la conmemoración litúrgica se celebra al día siguiente. Vienen de todas las clases sociales y de todas las edades y, acaso, con más devoción que nadie, las muchachas asturianas, a beber los siete sorbos de la fuente del matrimonio, un pequeño hilo de agua que mezcla su escaso caudal con el del Chorrón.

La novena que precede a la fiesta de la Santina es de las de rango. Llegan los asturianos a millares, muchos de ellos descalzos, con los pies sangrando, después de haber recorrido docenas de leguas. Y tienen que dormir a la estrella, arropados por la caricia del orbayu, porque, si no es debajo del manto de la Virgen, no hay posibilidad de proporcionar cobijo a tanto peregrino.

El día 8 de septiembre llegan las autoridades asturianas, sin faltar ninguna. Los Concejos asturianos, por turno anual, llevan ese día una espléndida ofrenda a la Santina. La Virgen sale de la cueva y recorre la explanada delante de la basílica, con frecuencia, a hombros de generales o de ministros del Gobierno, mientras el Auseva se estremece bajo las cargas de dinamita. Esto un año y otro año.

A la cueva han llegado todos los reyes de España de los últimos siglos; santos, como San Antonio María Claret..., y anualmente llega también el Caudillo, a quien puede verse frecuentemente arrodillado sobre la peña desnuda de la cueva, recibiendo el sacramento de la penitencia, el Cuerpo del Señor y orando ante la Santina. Un día llegó también un cardenal patriarca y se llevó consigo una reproducción de la imagen de Covadonga, para presidir su oratorio patriarcal de Venecia, y ahora aquella imagen ocupa en el Vaticano el lugar preferente de la capilla privada de la santidad de Juan XXIII. Todo se lo merece la Santina, madre y madrina de la Hispanidad, que le canta:

Bendita la Reina de nuestra Montaña,

que tiene por trono la Cuna de España...

12 de marzo de 2019

Nuestra Señora del Rocío

Del sitio Rocío.com:

Entrado el siglo XV de la Encarnación del Verbo Eterno, un hombre, (alguna otra historia lo identifica como Gregorio (“Goro”) Medina, natural de Villamanrique de la Condesa), que, o apacentaba ganado o había salido a cazar, hallándose en el término de la villa de Almonte, en el sitio llamado La Rocina (cuyas incultas malezas le hacían impracticable a humanas plantas y sólo accesible a las aves y silvestres fieras), advirtió en la vehemencia del ladrido de los perros, que se ocultaba en aquella selva alguna cosa que les movía a aquellas expresiones de su natural instinto.

Penetró aunque a costa de no pocos trabajos, y, en medio de las espinas, "halló la imagen de aquel sagrado Lirio intacto de las espinas del pecado, vio entre las zarzas el simulacro de aquella Zarza Mística ilesa en medio de los ardores del original delito; miró una imagen de la Reina de los Ángeles de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol. Era de talla y su belleza peregrina. Vestíase de una túnica de lino entre blanco y verde, y era su portentosa hermosura atractivo aún para la imaginación más libertina".

Hallazgo tan precioso como no esperado, llenó al hombre de un gozo sobre toda ponderación, y, queriendo hacer a todos patente tanta dicha, a costa de sus afanes, desmontando parte de aquel cerrado bosque, sacó en sus hombros la soberana imagen a campo descubierto, Pero como fuese su intención colocar en la villa de Almonte, distante tres leguas de aquel sitio, el bello simulacro, siguiendo en sus intentos piadosos, se quedó dormido a esfuerzo de su cansancio y su fatiga. Despertó y se halló sin la sagrada imagen, penetrado de dolor, volvió al sitio donde la vio primero, y allí la encontró como antes.

Vino a Almonte y refirió todo lo sucedido con la cual noticia salieron el clero y cabildo de esta villa y hallaron la santa imagen en el lugar y modo que el hombre les había referido, notando ilesa su belleza, no obstante el largo tiempo que había estado expuesta a la inclemencia de los tiempos, lluvias, rayos de sol y tempestades.

Poseídos de la devoción y el respeto, la sacaron entre las malezas y la pusieron en la iglesia mayor de dicha villa, entre tanto que en aquella selva se le labraba templo. Hízose, en efecto, una pequeña ermita de diez varas de largo, y se construyó el altar para colocar la imagen, de tal modo que el tronco en que fue hallada le sirviese de peana.

Aforándose en aquel sitio con el nombre de la "Virgen de las Rocinas".

11 de marzo de 2019

Nuestra Señora de la Amargura

Del sitio Wilkipedia:
Virgen de la Amargura es una imagen de la Virgen María que se venera en el altar mayor de la iglesia de San Juan de la Palma de Sevilla, Andalucía, España.
El 21 de noviembre de 1954 fue coronada canónicamente en la catedral de Sevilla siendo la primera Dolorosa en recibir esta distinción en la archidócesis. Representa el momento en el que la Virgen es acompañada por san Juan Evangelista en la calle de la Amargura, camino del Calvario.
Es titular de la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes, María Santísima de la Amargura Coronada y San Juan Evangelista, y Santa Ángela de la Cruz.
Es una obra anónima fechada a principios del siglo XVIII, pues en los inventarios de la hermandad de 1708 en adelante, aparece ya una imagen “con cabeza, manos y pie de candelero”. Fue en 1763 cuando Benito de Hita y Castillo le hace nuevo cuerpo y candelero para adaptarle la posición dialogante con san Juan Evangelista.​
Es una imagen de candelero de 170 centímetros, realizada en madera de cedro, teniendo policromados únicamente el rostro y las manos. El candelero es de forma ovalada de ocho listones que le arrancan de las caderas, realizado por Francisco Buiza en 1975. La cabeza está en postura frontal aunque ligeramente girada a la derecha; las cejas son rectas y levemente arqueadas hacia las sienes y sutilmente fruncidas en el entrecejo. Los ojos que son pintados sobre cáscara de huevo y de color castaño, tienen la mirada baja y a la izquierda, lleva pestañas postizas en el párpado superior y pintadas en el inferior; de nariz recta, boca entreabierta con los dientes superiores tallados y tres lágrimas de cristal surcan su rostro, dos en la mejilla derecha y una en la izquierda. Las manos están extendidas siendo la izquierda con el dedo cordial y anular más próximos entre ellos que al índice y meñique; lleva en la mano derecha un pañuelo y en la izquierda nada.​
En 1832 Juan Bautista Petroni le recompuso los brazos y Manuel Rossi la restauró en 1886. En 1893 Antonio Susillo restaura la imagen tras el incendio que sufrió el paso el Domingo de Ramos del citado año en la plaza de san Francisco, realizándole además manos nuevas. Fue restaurada por Manuel Gutiérrez-Cano Reyes en 1902 y por Emilio Pizarro de la Cruz en 1912, Sebastián Santos Rojas en 1933 y 1941, Juan Miguel Sánchez en 1949 y 1961, restaurando el cuello y rostro de la imagen, y Francisco Buiza en 1975 que le hizo candelero nuevo. La última restauración fue llevada a cabo por los Hermanos Cruz Solís e Isabel Poza, que le hicieron una limpieza completa en 1996. En 2008 la Virgen fue objeto de una intervención realizada por Enrique Gutiérrez Carrasquilla que estableció un nuevo sistema de sujeción en los brazos y realizó una leve fijación en el cuello de la imagen.
La Virgen de la Amargura fue coronada canónicamente por rescripto consesorio de la reverenda fábrica de San Pedro el 21 de noviembre de 1954, siendo pontífice el Papa Pío XII.​
La corona de oro labrada en las mismas dependencias de la hermandad por Cayetano González Gómez en 1954 para la ocasión le fue impuesta por el cardenal - arzobispo de Sevilla, Pedro Segura y Sáenz que, tras la coronación, le obsequió a la imagen de la Virgen la cruz de su pectoral colocándosela en ese momento.​
Fue la primera Virgen de una hermandad penitencial sevillana en recibir ese honor. Por dicha coronación, recibió de manos del alcalde de Sevilla en 1991, Manuel del Valle Arévalo, la imposición de la medalla de oro de la ciudad otorgada a las cofradías de la ciudad.​
Las madrinas de la coronación canónica fueron las Hermanas de la Cruz debido a la estrecha vinculación que la hermandad tiene con la compañía desde su fundación, siendo la Virgen de la Amargura junto a Virgen de los Reyes las devociones marianas de Santa Ángela de la Cruz.

10 de marzo de 2019

Nuestra Señora de la Esperanza Macarena

Del sitio Catholic.net:

Se trata de una imagen perteneciente al Barroco, y fechada hacia 1680. La talla de María, aparece representada con cinco esmeraldas engarzadas en forma de rosas, denominadas “mariquillas”, que le traspasan el pecho, regalo del torero sevillano Joselito el Gallo, y que simbolizan los siete puñales que acostumbran a llevar las imágenes Dolorosas clavados en el pecho en alusión a los Siete Dolores padecidos por la Virgen María; recorren sus pómulos cinco lágrimas de cristal que simbolizan las cinco angustias padecidas por la Virgen.

Sus manos se encuentran abiertas, con dedos torneados y palmas extendidas portando un manípulo en la mano derecha y un rosario en la izquierda. Luce en el pecho sus características mariquillas, así como la medalla de Oro de la ciudad de Sevilla que le fue impuesta en 1971.

En el momento en que es proclamada la Segunda República Española, algunos miembros republicanos saquearon diversos templos sevillanos, y ante el peligro el sacristán de la Macarena trasladó la imagen a su casa y la metió en su cama simulando una persona. Llegada la noche, la trasladó al cementerio de San Fernando y argumentando ser un marmolista, la depositó en la sepultura de Joselito el Gallo, donde permaneció oculta durante dos meses sin que nadie, a excepción del torero Ignacio Sánchez Mejías (cuñado de Joselito) conociera su paradero.

Fue coronada canónicamente en 1964, convirtiéndose en la segunda imagen dolorosa de Sevilla en obtener esta dignidad, precedida de la Virgen de la Amargura, y en 1971 el alcalde de la ciudad, le impuso la Medalla de Oro de Sevilla.

Se trata de una de las imágenes de mayor devoción que participan en la Semana Santa de Sevilla, haciendo estación de penitencia con la Hermandad de la Esperanza Macarena en la tradicional Madrugada del Viernes Santo. Goza de gran popularidad, no sólo en Sevilla, sino también en muchas ciudades españolas, así como en diferentes países de Europa, América y Asia.

En 1990 llegó a Catania (Italia) una copia bendecida que se venera en un domicilio particular y en el museo del arzobispado de Cracovia (Polonia) se conservan desde el año 2002 varios cuadros de la imagen.

Colombia es el país de América que registra mayor número de núcleos devocionales a la Esperanza Macarena. El más antiguo se localiza en la capital del país, en Bogotá, donde se la tiene como patrona de los toreros, así como en México. En Estados Unidos se registran diversos puntos de devoción a la imagen. En Asia se la venera en algunos lugares de Filipinas.

9 de marzo de 2019

Nuestra Señora de los Desamparados (Valencia)

 
Fue en la mañana del primer domingo de Cuaresma de 1409, cuando se dirigía a predicar en la homilía de la Misa mayor en la Catedral de Valencia, el religioso de la orden mercedaria, Fray Juan Gilabert Jofré, coetáneo y amigo de San Vicente Ferrer, observó, durante el trayecto, que un grupo de muchachos maltrataba cruelmente a un pobre loco. Intervino el buen fraile en socorro del desgraciado y tras detener y reprender a los jóvenes, prosiguió su camino vivamente impresionado por el suceso. Tanto fue así que modificó el contenido de su sermón, incluyendo en él una emotiva llamada a la caridad y a favor de los “ignoscentes” que abandonados a su miseria por las calles, eran sujeto de toda clase de abusos y, asimismo, proteger a los ciudadanos de sus inconscientes acciones.

No cayeron en vacío sus palabras pues sus encendidas razones calaron en el ánimo de los presentes, entre los cuales se encontraba un mercader llamado Lorenzo Salom, que se erigió en principal valedor y promotor efectivo de la idea, de tal manera que diecinueve días después el Consejo General de la Ciudad estudiaba la iniciativa y dos meses y medio más tarde comenzaban las obras de un hospital con esta finalidad. El documento de su fundación, firmado por el rey Martín V el Humano, el 15 de marzo de 1410, establece, y en esto radica la originalidad de la propuesta, que a la atención humanitaria dispensada a los allí acogidos, se les proporcionará además asistencia médica, lo cual significaba, cultural y científicamente, la fundación del primer hospital psiquiátrico del mundo. La institución recibió el nombre en valenciano de “Hospital dels Ignocens, Folls e Orats” que, según la moderna psiquiatría, corresponde a “oligofrénico, psicósico y demenciados”.
 
En principio, el Papa Benedicto XIII dio por titulares y patronos del nuevo hospital a los Santos Inocentes Mártires, por ser los únicos santos a quien la iglesia tributa culto sin haber alcanzado el uso de razón en su breve vida mortal. Sin embargo, llevado por el fervor de su espíritu mariano, el pueblo valenciano empezó a tomar la costumbre de denominar al nuevo hospital con el nombre de “Nostra Dona Sancta Maria dels Innocens”, es decir, Nuestra Señora de los Inocentes. Tal fue el arraigo que alcanzó el nombre que el propio pontífice aceptó el nombre en el privilegio de fundación de una Cofradía. De este curioso modo nació una advocación de la Virgen antes que su imagen representativa.

La citada Cofradía o hermandad surgió con la idea de apoyar al Hospital con mayores recursos materiales y humanos. Sus miembros se propusieron practicar las mismas obras de misericordia del hospital y además, asistir al entierro de los dementes y cofrades, sufragar gastos del Hospital y de actos religiosos. El celo y entusiasmo de esta Cofradía pronto quiso ampliar el campo de sus asistencias más allá del Hospital y, así, se establece entre sus normas la ayuda a los condenados a muerte, proporcionándoles consuelo espiritual y cristiana sepultura, también se establecieron socorros y ayudas para los propios cofrades en caso de enfermedades, viudedad o defunción. Pronto empezó a atender a náufragos, desamparados y prostitutas por expresa gracia de Doña María de Castilla, esposa de Alfonso el Magnánimo, Rey de la Corona de Aragón.
 
La Cofradía alcanzó gran expansión, creándose otro hospital donde tenían acogida y eran atendidos toda clase de marginados. Se estipularon ayudas para dotes de huérfanas, para los encarcelados y necesitados, para los expósitos, y cantidades destinadas al pago de rescate de cautivos en tierras de infieles.
 
En este contexto, se vio la necesidad de proporcionar una nueva imagen de la Virgen para representar el patrocinio sobre los dementes del Hospital y la piadosa Cofradía, por lo que, sin pretenderse, había surgido una nueva advocación la Santísima Virgen destinada a tener un alcance universal. Por decreto del Rey Fernando el Católico firmado en Barcelona el 3 de junio de 1493, la advocación recibió el título de Nuestra Señora de los Inocentes y de los Desamparados.
 
La imagen, que se diseñó en tamaño natural y con dorso plano con el propósito de poderse acomodar sobre el féretro de los cofrades fallecidos en posición yacente, aunque en fiestas y solemnidades aparecía en posición vertical y con un manto de sedas, origen del actual, para disimular esta circunstancia. En un principio la imagen se guardaba y veneraba en casa del Clavario de la Cofradía, pero tras doscientos años de pervivencia de esta costumbre, y ante los graves inconvenientes que ello presentaba, se destinó una pequeña capilla en la Plaza de la Seo, lugar donde se alzó más tarde, en 1652, la actual Basílica menor, dignidad otorgada por el Papa Pío XII, mediante la que se reconocía, más que su valor artístico, su valor espirtitual como centro y símbolo de la devoción mariana de Valencia y aliento de innumerables obras de misericordia. Ya en pleno siglo XX el Papa Juan XXIII, declara “... a la BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA bajo el título de NUESTRA SEÑORA DE LOS DESAMPARADOS, Celestial PATRONA PRINCIPAL ante Dios DE TODA LA REGIÓN VALENCIANA...”

La onomástica de las “Amparos” se celebra el 8 de Mayo, aunque en la ciudad de Valencia se celebra con grandes solemnidades y festejos el segundo domingo de ese mes. La devoción a esta advocación de la Virgen ha llegado hasta L’Alguer (Sicilia), Manila (Filipinas), Iglesia de Santa Ana, Buenos Aires (Argentina), Basílica de San Nicolás; una población de Costa Rica lleva el nombre de “Desamparados”; también en Llobasco (El Salvador), varias poblaciones de Guatemala, Nicaragua y Venezuela; México conserva vestigios en Puebla y le han dedicado la “Ciudad de los Muchachos” y la fructífera obra del Padre Álvarez en Monterrey. Asimismo, se le reza en diversas misiones de la India y África.