23 de diciembre de 2021

Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias

Del sitio María por el mundo:

Madrid, capital de España, con una población de 3,2 millones de habitantes es la segunda ciudad europea más poblada; solo por detrás de Berlín (3,4 millones).

En 1831 reinaba en España Fernando VII. Se iniciaba entonces la Ominosa Década” (1823-33) durante la cual Fernando VII exacerbó su odio vengativo contra todo atisbo de liberalismo, mientras dejaba que se consumara la pérdida del imperio español en América: anuló una vez más toda la obra legislativa de las Cortes constitucionales, abocó a la Hacienda a la quiebra y ahogó en sangre nuevos pronunciamientos liberales.

En los últimos años de su reinado, sin embargo, las preocupaciones políticas del monarca vinieron de otro lado: En 1830 Fernando VII promulgó por fin la Pragmática Sanción aprobada por las Cortes de 1789, en la que se abolía la Ley Sálica, volviendo al derecho sucesorio tradicional castellano que permitía que heredaran el trono las mujeres; decisión oportuna, ya que en aquel mismo año nació por fin un heredero de su cuarto matrimonio con su sobrina Maria Cristina de Borbón, pero resultó ser hembra (La Futura Isabel II de España). 

La vidente fue María de los Dolores Josefa Anastasia de Quiroga que vivió entre el 27 de Abril de 1811y el 27 de Enero de 1891. Era hija de padre gallego, Diego Quiroga y madre conquense, Dolores Capodardo del Castillo. Desde pequeña demuestra tener unas “Gracias” especiales.

Profesó en la Orden de las Concepcionistas Descalzas Franciscanas, en el convento madrileño de Caballero de Gracia, el 20 de Enero de 1830 con el nombre religioso de Patrocinio de María.

Comúnmente se le llamó Sor Patrocinio. Cerrado años más tarde este convento, pasan las religiosas a ocupar el de Jesús Nazareno, donde Sor Patrocinio fue nombrada maestra de novicia (1845). Elegida Abadesa el 7 de Febrero de 1849, desempeña el cargo durante 42 años, hasta su muerte, en diversas comunidades. 

Personalmente, Sor Patrocinio fue una mujer extraordinaria, una de las personalidades más importantes de la Iglesia del siglo XIX; no solo por su belleza física y su inteligencia sino por su singular vida de santidad. Humildad y obediencia fueron sus principales virtudes. Testigos oculares de diversa categoría atestiguan en favor de sus “revelaciones”, de sus éxtasis, de sus milagros y sobre todo de sus cinco estigmas extraordinarios que le hicieron pasar a la Historia como “La Monja de Las Llagas”. Mantuvo unas estrechas y confidenciales relaciones con la reina Isabel II y su marido, sin embargo no pudo sustraerse a las críticas malignas de masones, liberales, progresistas y de todos los que, en un momento dado se sentían frustrados en sus ambiciones políticas. Sor Patrocinio era la culpable, y por tanto fue calumniada, perseguida y desterrada en varias ocasiones.

La madre Patrocinio, conocida hasta entonces por Sor Rafaela, tuvo una visión del cielo el 13 de Agosto de 1831. La religiosa se encuentra reunida en el coro de la Iglesia con sus Hermanas Concepcionistas Franciscanas de Caballero de Gracia, de Madrid, a la hora de la oración de la tarde. Sumergida en un profundo éxtasis, contempla a la Virgen María que viene acompañada del Arcángel San Miguel y sostiene en sus manos una pequeña imagen, que la representa con el Niño Jesús sentado en su brazo derecho.

Una prolongada conversación tiene lugar entre el Niño Jesús, la Virgen y la religiosa. La misma madre Patrocinio lo cuenta en los Apuntes que le mandaron escribir los superiores y su confesor.

Ese mismo día por la noche, durante el rezo coral de los maitines con la Comunidad, la madre Patrocinio volvió a entrar en éxtasis, y a conversar con Nuestra Señora.

"Señora y Reina mía, ¿No veis la España, los males que nos afligen?"

Hija mía, los veo; pero no puede mi amor ser más benéfico para con los hombres. Ellos se olvidan de mí y retiran las misericordias; y por esto, a esta imagen le darás el título misterioso del Olvido, para darles a entender que me han olvidado; pero yo que soy vuestra tierna y amorosa Madre, quiero poner a vista de todos los mortales en esta imagen mía, que jamás mis misericordias se apartan de ellos".

Entregándole la imagen que lleva en Sus manos le dice: “A tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias. Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en Mí, por mediación de esta imagen, el consuelo. Al alma que rendida a sus pies me pidiera alguna cosa, jamás se la negará mi Amor. Será el consuelo del Mundo y la alegría de la Iglesia Católica y, por su medio, mi Hijo y yo recibiremos culto. Tú, Hija mía, alcanzarás victoria del poder de Satanás, y tu Comunidad, perfección en servirme.

Las vejaciones diabólicas y malos tratos recibidos por Sor Patrocinio en los años anteriores a las apariciones de la Virgen María, fueron múltiples, extraordinarios, públicos, gravísimos y constantes, proporcionándole heridas, contusiones, magullamientos, y toda clase de cardenales en brazos, piernas, y espalda. Las curaciones solían ser en ella instantáneas, aunque ya se la había dado por desahuciada en dos ocasiones y recibidos los últimos auxilios espirituales, padeciendo vómitos de sangre y fiebres altísimas.

La prueba fehaciente de la liberación definitiva de los asaltos y persecución del demonio la tuvieron todas las religiosas al comprobar que desde esta fecha y hora nunca más volvió a molestarla.

De todo lo sucedido se redactó un informe detallado y se remitió a la Santa Sede para su conocimiento. Consta que el papa Gregorio XVI tuvo especial interés por este asunto y gran devoción a la Virgen del Olvido. Mediante una Bula, permitió el culto público a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias, con la concesión de muchas Gracias espirituales e indulgencias y otros privilegios singulares.

Entre los años 1833-39 España sufre la Guerra Carlista. En Madrid se empieza a hablar de Sor Patrocinio, de sus prodigios y su “don de profecía” y la llamaban “la monja de las llagas”. Dados los momentos difíciles que atravesaba España, la gente acudía al “torno” para pedirle consejo y preguntarle sobre lo que "iba a suceder.”

Tales manifestaciones públicas de fe resultaban intolerables para el gobierno liberal que impone en España un laicismo sectario, dictado desde las logias masónicas a las que pertenecen los elementos dirigentes de los partidos políticos, que entonces se llamaban partido moderado y partido exaltado. Y entre ellos destaca Salustiano Olózaga que propone que su partido deje de llamarse exaltado para denominarse “partido progresista”.

El 9 de Noviembre de 1835 saca del convento a Sor Patrocinio acusándola de alta traición porque dice que apoya al carlismo en plena Guerra Civil, siendo condenada injustamente a un destierro de más de nueve años (el 25 de Noviembre de 1836 el juez dictó sentencia condenándola al exilio sin haber podido demostrar su culpabilidad), y la comunidad de Caballero de Gracia al completo es expulsada del convento. Se le acusaba de utilizar sus “llagas” para traicionar al Estado.

Son los años de la desamortización de Mendizábal, esa iniciativa política que definió Menéndez Pelayo como “un inmenso latrocinio”. En 1838 el convento es derribado. A la vuelta del primer destierro, en 1844, Sor Patrocinio se incorpora a su Comunidad que estaba en el convento de La Latina. Es en este convento donde recibe la visita de la Reina Isabel II y de la Reina Madre, María Cristina.

La pequeñita y preciosa imagen del Olvido, Triunfo y Misericordias se conserva hoy intacta en la Iglesia de las Concepcionistas Franciscanas de Guadalajara (España), presidiendo el retablo del altar mayor. La imagen está ligada a la “Protección de España” y a los “Problemas de la Iglesia”.

En el Oratorio de Caballero de Gracia, que tiene la entrada por la calle Gran Vía núm 17 o por la calle Caballero de Gracia nº 5, de Madrid, hay una réplica de la imagen de la Virgen del Olvido Triunfo y Misericordias.

Sus principales mensajes son:

  • En tus manos, voy a poner esta Sagrada Imagen y con ella, TODAS LAS MISERICORDIAS DE MI SANTISIMO HIJO.
  • Ha vinculado al Señor en ésta portentosa IMAGEN al ALIVIO, CONSUELO Y REMEDIO de todos, y la alegría de la Iglesia Católica.
  • Al alma, que rendida a sus pies (DE LA IMAGEN) me pidiera alguna GRACIA, jamás se le negará mi AMOR.
  • Cualquier población que expusiese y venerase a la Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias, se verá libre (Decía la Sierva de Dios) de las calamidades con que en otros puntos serían poblados, porque sería Ella como un pararrayos de la Divina Justicia, ARCA DE NOE y Refugio para librar sus devotos.

Varios milagros han ocurrido por intercesión de Sor Patrocinio y La Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordia. Se pueden leer en la página www.sorpatrocinio.org, también se pueden leer más detalles en www.sorpatrocinio.es

La Virgen Santísima, en su sagrada imagen de la Virgen del Olvido Triunfo y Misericordias, habló varias veces a la Santa religiosa y le prometió que siempre velaría por ella en todos sus destierros tan inicuos y en su expatriación y en las demás circunstancias de su vida, y que la salvaría, como así sucedió, de todos los peligros, que fueron muchísimos y muy grandes y le libraría siempre de todo mal.

La Santa religiosa siempre llevó consigo la imagen de María Santísima del Olvido, del Triunfo y de las Misericordias. 

Se cuenta que cuando la religiosa tenía dos años, con ocasión de llevarla el “ama” a la Iglesia, en donde se notaba ya que tenía sus delicias, al pasar por delante de la Imagen de una Virgen, alzó sus ojos y sus manitas y pidió a la Virgen que fuese su Madre; aceptándolo la Santísima Virgen del Olvido y asegurándole que sería monja y Madre de muchas monjas.

La Aparición fue aprobada por el papa Gregorio XVI. Actualmente está abierto el proceso de beatificación de Sor Patrocinio.

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