La Virgen María de Sterpeto es un icono bizantino de la Virgen sobre una tabla de madera de 95 x 65 cm, del s. XII, que representa a la Virgen María, con el Niño Jesús en sus brazos.
Desde el siglo VII, los monjes de San Basilio desembarcaron en las costas del sur de Italia, huyendo de la persecución del emperador de Constantinopla, León III, y llevaron consigo muchos iconos sagrados, para salvarlos de la destrucción. Algunos de estos monjes llegaron a Barletta y es tradición que trajeron con ellos a nuestro venerado icono de la Virgen. Fundaron una pequeña iglesia dedicada al culto de la Madre de Dios, con un monasterio adyacente, a 3 km de la ciudad de Barletta, en una zona rural "Stirpibus refertus", llamado así debido a la gran presencia de espinos; de aquí el título mariano "de Stirpeto."
El primer documento del que se tiene constancia data de 1215, en el que el monasterio estaba en manos de los monjes benedictinos, y se le conoce como “S. Ecclesie Marie de Stirpeto". En 1374 llegaron los cistercienses.
Durante más de un siglo y medio la iglesia y el monasterio fue perdiendo su prestigio, y hasta 1550 el culto lo celebra el clero secular. La zona es saqueada y abandonada y de la imagen de la Virgen María de Sterpeto no se habla mas.
El culto de la Virgen de Sterpeto está vinculada a la gran peste que afectó a la ciudad de Barletta (Bari, Italia) en 1656 y que redujo en más de dos tercios la población de la ciudad. Se cree que la epidemia había comenzado con la llegada a Nápoles de los españoles y el intenso tráfico comercial entre la ciudad de Nápoles y Puglia aceleraron la propagación de la peste. Entre las ciudades más afectadas, fue Barletta. El gobierno de la ciudad, sin saber cómo detener la epidemia y evitar las numerosas víctimas, decidió poner la ciudad en las manos de Cristo, de san Rogelio y de María.
En julio de 1656, los campesinos vieron en un monasterio en ruinas en los campos berletanos, una imagen de la Virgen, perfectamente intacta a pesar de las inclemencias del tiempo y de los siglos, conservada en una celda subterránea. El descubrimiento coincidió con una desaceleración brusca de la epidemia, los vecinos berletanos asociaron el suceso con la intercesión de María.
En 1731 un violento terremoto, causó la destrucción, la angustia y el miedo en la ciudad y sus alrededores, y además tuvo muchas réplicas; los fieles recurrieron con confianza filial al santuario de la rural Sterpeto a los pies de la Santísima Virgen María, y llevaron el icono en procesión hasta el Santuario de Santa Maria Maggiore. Sus oraciones fueron atendidas, y el terrible flagelo cesó.
El 31 de mayo de 1732, el Concejo Municipal, con la ayuda de los ciudadanos y el clero, resolvió nombrar a la Virgen de Sterpeto, como la "primera y principal patrona de Barletta." Después entonces "la imagen de Sterpeto se exhibe en la Iglesia de Santa María la Mayor." Su fiesta litúrgica se celebra el 8 de mayo y la fiesta patronal está prevista para el segundo domingo de julio.
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