Esta mañana los cristianos de Qaraqosh, el centro cristiano más importante de la Llanura de Nínive, en el norte de Irak, celebraron la colocación de una estatua de la Santísima Virgen en el campanario de la Iglesia siro-católica dedicada a María. Un lugar de culto muy querido por los fieles de la zona, que fue destruido por los milicianos del Estado Islámico (EI, ex ISIS) durante el período de ocupación, a partir de la segunda mitad del 2014. Los extremistas incendiaron el templo y destrozaron todos los símbolos cristianos en su interior. La estructura fue reconstruida en los últimos años, gracias a los esfuerzos y al compromiso de toda la comunidad local.
"El campanario de esta iglesia, el más grande de la Llanura de Nínive, fue arrasado en el momento de la liberación; usaron un misil o una bomba, no lo sabemos exactamente", dice a AsiaNews el padre Paul Thabit Mekko, responsable de la comunidad cristiana de Karamles, en la llanura de Nínive, en el norte de Irak. "Del campanario - continúa el sacerdote - sólo quedó una parte, que fue reconstruida y, como novedad, se decidió colocar una estatua de la Santísima Virgen en la parte superior, como hicimos hace dos años en Karamles."
La iglesia de Qaraqosh, cuyo nombre fue tomado del imperio turco otomano - los cristianos prefieren llamarla por el nombre arameo: Bakhdida - está dedicada "a la Inmaculada, a María Purísima", explica Don Paolo, y por eso "en el momento de la reconstrucción se decidió colocar allí una estatua". La obra, añade, "es de un artista cristiano local, un escultor llamado Thabit Michael que anteriormente hizo una estatua de la Virgen para la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Bagdad", el escenario de la masacre perpetrada por al-Qaeda en 2010.
En el verano de 2014, el ISIS invadió Qaraqosh destruyendo casas, devastando iglesias, la biblioteca y otros puntos de referencia de la ciudad. Decenas de miles de familias tuvieron que abandonar sus hogares a toda prisa, un lugar que por mucho tiempo fue el centro cristiano más importante de la Llanura de Nínive. La ciudad fue liberada del yugo yihadista dos años después, en 2016. A su regreso - que aún sigue siendo parcial - las familias encontraron signos de saqueo y devastación. Los hombres del "Califato" quemaron y saquearon gran parte del patrimonio cultural y literario; sin embargo, gracias a los esfuerzos de las organizaciones caritativas cristianas y de otras realidades, incluida la Iglesia Católica Siria, en septiembre del año pasado la biblioteca reabrió sus puertas y en poco tiempo se ha convertido en un punto de referencia para la zona.
“La evangelización en nuestra tierra, que espera la visita del Papa Francisco" en medio de dudas e incertidumbres, explica el sacerdote, "también pasa por el arte, que es fundamental para mantener la identidad. Y nuestro Thabit Michael no sólo es un verdadero artista, sino también un cristiano devoto de su tierra, y él quiere que también ella reviva a través de sus obras. Él es el autor de la estatua de la Virgen en la iglesia más antigua e importante de Mosul, que todos esperamos reconstruir luego de la devastación provocada por el ISIS”.
Don Paolo comenta que la situación actual en la antigua fortaleza del califato y en la llanura de Nínive es "tranquila, se registran algunos movimientos pero nada de qué preocuparse". Ni siquiera la pandemia ha interrumpido la vida de las comunidades: en Karamles durante dos meses no hubo casos y en toda la zona los temores de la gente se centran principalmente en la crisis económica y en las dificultades relacionadas con la reconstrucción. "Para nosotros -concluye el sacerdote caldeo- la preocupación es la inflación, la suba de precios y la relación entre el dólar y la moneda local. Todo esto hace que la tarea de reconstrucción sea mucho más difícil y representa un incentivo más para la huida de los jóvenes, que no ven nuevas perspectivas".
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