Del sitio Ateneo Cultural y Deportivo Don Bosco Rugby:
Situada en Francia, más exactamente en la localidad de Larrivière en lo alto de una colina con vistas a la Adour, está la capilla dedicada al deporte más popular en la región de Landes. Nuestra Señora del Rugby se erige a partir de la tenacidad de un hombre que supo movilizar a otros para convertir el dolor de la muerte en nuevos signos de esperanza.
En 1964 un trágico accidente automovilístico, en el que fallecieran los jugadores de rugby Jean Othats, Émile Carrère y Raymond Albaladéjo, consternó a la población francesa. Y en particular movilizó el corazón del Padre Michel Devert, clérigo de la zona. Que por haber jugado al rugby y su tarea pastoral, tenía mucha relación con la juventud.
En ese momento, un equipo deportivo de Manchester había inaugurado un vitral en una capilla inglesa en memoria de los siete miembros de su club que murieron en un accidente de avión. Y la idea germinó en la mente del Padre Devert usando como espacio una antigua capilla en mal estado, pero que bien podría ser dedicada a la oración en el ámbito del rugby.
"¿Por qué no abrir un oratorio donde la oración diaria asciende por aquellos que nos dejaron y también para proteger a los que siguen junto a nosotros? " (Padre Devert).
Con obstinación, el padre llamó a cuanto actor público, religioso y del deporte que pudiera ayudar a reunir los esfuerzos necesarios para la restauración de la capilla. Entre otras iniciativas se organizaron test match entre varios equipos de prestigio. Y el 16 de julio de 1967, Monseñor Bézac, obispo de Aire y Dax, abrió las puertas de la capilla de Nuestra Señora del Rugby para el culto con la celebración de una misa allí.
En esa ocasión, el Padre Devert dijo: “El mundo del rugby tiene su propia capilla, para velar por sus chicos rudos, protegerlos del mal, ayudarles con sus dificultades. Tienen la garantía de la protección divina, dónde buscar la luz cuando la prueba se acerca, ya no sólo en la lucha diaria, también cuando se encuentren bajo la mirada de la Virgen ¿No es esto una seguridad y una de las alegrías de la tierra?. Este suplemento del alma que aporta la vida religiosa, me gustaría ofrecerlo gratuitamente al Mundo del Rugby”.
que enseñaste
a tu Niño Jesús
a jugar en tu regazo,
vale maternalmente
sobre nuestros juegos de niños grandes.
cuando la pasión del juego
nos toma por entero
y hace falta, a pesar de todo,
conservar el dominio de sí mismo
y mantener al juego
toda su nobleza.
para sostener nuestras fuerzas
y nuestras voluntades
tendidas hacia la victoria.
en el terrible scrum de la existencia,
para que salgamos vencedores
del gran juego de la vida,
dando el ejemplo,
como en la cancha,
de coraje,
de ganas, de espíritu de equipo,
en una palabra, de un ideal
a imagen tuyo.
Junio 1967
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