16 de septiembre de 2024

Nuestra Señora de Antime

 Del blog de Paula Calcada Alves:

Asociada al culto, como siempre ocurre, la tradición cuenta que una imagen de la Virgen apareció en la colina de San Jorge, en un lugar disputado por las dos parroquias vecinas de Fafe y Antime. Tras un largo periodo de animosidad, los habitantes de las dos parroquias llegaron a un acuerdo: la imagen de Nuestra Señora de Antime permanecería en la iglesia de Antime todo el año, pero el día de su fiesta, los hombres de Antime la llevarían al límite de la parroquia al amanecer. Luego, los hombres de Fafe la llevaban a su pueblo, donde la celebraban hasta la puesta del sol, cuando la pesada imagen volvía a su hogar habitual.

Cada año, el segundo domingo de julio, se repite el ritual. El ritual de la fe inmensa, de la devoción incontenible, de la emoción que se apodera de los corazones de miles y miles de peregrinos que serpentean por los caminos y calles de Antime a Fafe, bajo la inclemencia del sol abrasador. La procesión, por su grandiosidad y sentido de la religiosidad, impresiona a cualquiera que asista.

En la frontera entre las parroquias de Fafe y Antime, en el puente de San José, tiene lugar uno de los momentos más impresionantes de la procesión, que permanece en la memoria de quienes tienen el privilegio de contemplarlo. Es el encuentro amistoso de la imagen de Nuestra Señora de Antime y la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, de Fafe, con sus respectivas "comitivas". El momento culminante es cuando las imágenes se encuentran cara a cara y se saludan. El saludo de las dos imágenes, en el límite de las dos parroquias, es la afirmación de un gesto protocolario de recepción y acogida por parte de Fafe a su invitada de Antime. A partir de ese momento, la señora es de Fafe. Aunque sólo sea por unas horas.

La romería en honor de Nuestra Señora de Antime, también conocida como Misericórdia o Sol, es la mayor y más conocida de las fiestas locales, coincidiendo hoy con las grandes Fiestas de la Ciudad, el segundo fin de semana de julio. Los estudiosos locales han relacionado esta importante fiesta con un "culto solar a la fertilidad", vinculado el primero al paganismo o al propio nombre de la virgen y el segundo al ritual del paso de la adolescencia a la edad adulta. En este sentido, la procesión sería la actualización de un ritual muy antiguo practicado por los jóvenes casados, en el que el transporte de la pesada carroza funciona como la verdadera prueba pública de la virilidad o masculinidad de los jóvenes, que tendrían en este acto la esperanza de vivir para tener un buen matrimonio.

Todavía hay que hacer otras consideraciones sobre todo este asunto de la Dama de Antime. Imagen de 1,10 metros de altura, con un niño en el brazo izquierdo, hay que decir que se trata de una imagen muy antigua (posiblemente gótica, del siglo XIV) realizada en piedra ançã, un tipo de piedra caliza de la región de Cantanhede, fácil de trabajar y que, por tanto, se utilizó mucho en la estatua.

15 de septiembre de 2024

Las espadas de la Reina. Sobre los dolores de la Virgen


 Del sitio Gaudium Press:

Hoy se celebra a Nuestra Madre como Nuestra Señora de los Dolores.

Siete espadas ¡Oh Reina!
se ciernen en tu Corazón Inmaculado
 laminas para el sacrificio supremo,
que con esmero el Padre ha preparado.
 Desde la eternidad, en su amor infinito,
mayores insignias no ha encontrado.
 
En previsión del momento álgido,  
 tantas cristalinas lágrimas han surcado,
tu purísimo y maternal rostro, 
 que no queda ya más que diamante y oro, 
 para derramar a los pies del Crucificado.
 
 Pero en cuanto no llega el rojo final
 en tu lívida faz se ha clavado, 
 para consolar el Señor de los tormentos, 
 una sonrisa serena, fortaleciendo así el amado.
 
Ese amor sin límites, cuyo dolor ha velado,
en apacible y celestial mirada transparente.
 ¡Ay! No puede ocultar al Hijo que bien conoce,
 el corazón que agoniza, por divino y frío acero…
 traspasado.
 
Para mayor gloria darte, así lo ha querido, 
 quien de ningún dolor se ha privado,
 y en su espíritu, el mayor ha consumado:
 Saber que su madre adorada vive y muere, 
 en cada golpe, humillación, pecado, 
 con que Él es victimizado.
Bien convenía para redimir la humanidad,
 que junto al nuevo Adán, nueva Eva estuviera,
 y teniendo los dos un único corazón, 
 ¡Generosidad ilimitada! 
 Toda su sangre vertieran.
 
En el Gólgota cual espada de marfil se yergue,
 junto a la Cruz de pie está la Reina
 recogiendo rubíes, regando diamantes, 
 siendo antorcha de la fe, el mundo sustenta, 
 unida a Dios en la mortal refriega.
 
Aunque si bien eres madre ¡Oh Virgen!, 
 también eres Señora de la guerra. 
 Blanca espada en que se inscribe un Fiat, 
 Inmaculada luz que derrota las tinieblas, 
 ¡Triunfas para siempre María! 
 Y con cuanta gloria en tu pecho llevas 
 Siete espadas ¡Oh Reina!

Por J.V. Irwing

14 de septiembre de 2024

Acto de Consagración al Corazón Inmaculado de Nuestra Señora

 


Del sitio Misioneros Digitales Católicos:

Que tu Corazón sea mi refugio y el camino que me conduce a Dios

¡Corazón Inmaculado de María!, 
desbordante de amor a Dios y a la humanidad, 
y de compasión por los pecadores, 
me consagro enteramente a ti. 
Que tu Corazón sea mi refugio y el camino que me conduce a Dios. 
Enséñame a alcanzar la pureza y la humildad de corazón.
 
Te consagro toda mi vida, 
todo lo que soy, 
lo que amo y lo que tengo. 
A ti, mi cuerpo, mi corazón, mi alma. 
A ti, mi hogar, mi familia, mi Patria.
 
Te confío la salvación de mi alma. 
Que mi corazón esté siempre unido al tuyo, 
para que me separe del pecado, 
ame más a Dios y al prójimo y 
alcance la vida eterna junto con aquellos que amo.
 
Purísimo Corazón de María, 
dame la gracia de orar y sacrificarme por amor a Jesús, 
por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos 
contra tu Inmaculado Corazón y el Sagrado Corazón de tu Hijo.

Así sea

13 de septiembre de 2024

Nuestra Señora de las Américas

Del sitio Patronas de los Países de América Latina

Son muchos los títulos con los que la Iglesia alaba a la Virgen María. También son muchos los títulos con los que los hombres de todo el mundo honran a María, como forma de amor y afecto, y con el deseo de exaltarla cada vez más.

Todos ellos alimentan nuestra devoción, haciéndonos pensar en la grandeza y dignidad de la Madre de Dios. Muchos de los títulos de María se refieren a momentos de su vida, como Nuestra Señora de la Concepción, cuando nos referimos a la que fue concebida Inmaculada, pura, enriquecida de privilegios por Dios, debido a su maternidad Divina. María es llamada por el nombre del lugar donde apareció. Por ejemplo: Nuestra Señora de Lourdes, Fátima, Aparecida, etc. Otros títulos significan protección, ayuda, consuelo, etc. Sin embargo, los títulos son muchos, pero una sola es la Virgen María.

El pueblo cristiano quiere honrarla como Jesucristo la honró como a su hijo, porque por su voluntad en la cruz nos fue dada también a nosotros como Madre, a través de sus palabras: "He ahí a tu Hijo". Aunque seamos muchos, María está atenta a nuestras necesidades y siempre nos recuerda a cada uno: "Hagan todo lo que Jesús les diga". Entonces, ¿cuál debe ser nuestra actitud hacia la Virgen María? La Iglesia nos enseña: debemos "levantar los ojos hacia María, que resplandece para toda la comunidad de los elegidos como ejemplo de virtud" (Lumen Gentium 65). También debemos tenerle una verdadera devoción, que "no consiste en un afecto estéril y transitorio, ni en cierta vana credulidad, sino que procede de la verdadera fe, por la que somos llevados a reconocer la excelencia de la Madre de Dios, movidos a un amor filial a nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes".

La Virgen María, a la que veneramos con gran amor, nos indica siempre a Dios para que le adoremos y vivamos el mandamiento más grande del amor a los hermanos.

12 de septiembre de 2024

El Dulce Nombre de Nuestra Señora

Del sitio Gaudium Press:

Para el hombre contemporáneo, que carece de la noción simbólica de las cosas, dar o recibir un nombre no es más que una convención social, sin ninguna conexión más profunda con la persona a la que se da el nombre.

El concepto de los antiguos judíos, el pueblo al que se confió la Revelación, era muy diferente. En las primeras páginas de la Sagrada Escritura leemos que, tras formar de la tierra a las bestias del campo y a las aves del cielo, Dios las condujo hasta Adán para que recibieran de él un nombre. Y el autor sagrado concluye: "El nombre que el hombre dio a los seres vivientes, ése es su verdadero nombre" (Gn 2,19). Esto indicaba que el nombre dado por nuestro primer padre expresaba el atributo predominante de aquel ser, como reflejo de una perfección divina, según la cual se ordenaban los demás. Por tanto, constituía su definición ontológica.

De hecho, el pueblo de la Alianza consideraba que el nombre de una persona tenía un significado trascendente, sobre todo si era inspirado por Dios. Al profetizar la personalidad y la dignidad del Mesías, Isaías dijo que se llamaría Emanuel, que significa Dios con nosotros (cf. Is 7,14; 9,6). A su vez, cuando anunció a Zacarías que Isabel concebiría y daría a luz un hijo, san Gabriel reveló su misión y su nombre: Juan, que significa Yahvé es propicio (cf. Lc 1,13-17).

Del mismo modo, el nombre de la Madre de Dios también fue objeto de una revelación. El Arcángel Gabriel se lo dio a San Joaquín en la misma ocasión en que le dijo en sueños que su esposa concebiría, a pesar de su avanzada edad.

Así pues, el nombre es el símbolo de una realidad psicológica, moral y espiritual más profunda contenida en la persona. Por eso, el nombre de Nuestra Señora, como el santísimo Nombre de Jesús, debe considerarse símbolo de la virtud excelsa, de la misión, en definitiva, de todo lo que la Santísima Virgen es en verdad. El nombre de María es la afirmación de su gloria y de sus predicados interiores.

¿Hubo una circunstancia especial o un acto específico en el que la Niña recibió formalmente su santísimo nombre? ¿O, por el contrario, la costumbre de llamarla María se introdujo orgánica y casi imperceptiblemente, como resultado de una comunicación angélica?

La Ley mosaica era muy explícita sobre el procedimiento que debía seguirse con los varones recién nacidos, que debían ser circuncidados al octavo día (cf. Lv 12,3).

Como la circuncisión marcaba su incorporación oficial al pueblo elegido, en la época talmúdica se estableció la costumbre de que el niño recibiera su nombre en esta ceremonia, que normalmente le daba su padre. En cuanto a las niñas, sin embargo, nada había sido determinado por Moisés, ni siquiera por la tradición hebrea, lo que provocaba una gran variación en cuanto al momento de darles nombre. Por esta razón, el autor cree que los padres de Nuestra Señora comenzaron a llamarla María muy naturalmente poco después de su nacimiento.

Desde la época patrística, el santísimo nombre de María ha fascinado a los cristianos. Muchas de las especulaciones sobre su significado y etimología han dado lugar a títulos de alabanza, como Señora, Estrella del Mar, Amadísima, entre otros.

Algunos incluso han visto en este nombre una referencia a María, hermana de Moisés y Aarón (cf. Ex 15,20), elegida por Dios para cooperar con el profeta en la liberación del pueblo elegido de la esclavitud de Egipto, prefigura del Alma Socia Redemptoris, el Redentor, no sólo de los israelitas, sino de todo el género humano.

¿Qué significa, pues, glorificar el nombre de María? ¿Qué excelencias expresa? Si el nombre de Jesús manifiesta su gloria y su misión salvadora, puede decirse que el nombre de María expresa todas las perfecciones divinas, ya que "Dios Padre reunió todas las aguas y las llamó mar; reunió todas las gracias y las llamó María".

Consciente del poder inherente a los nombres de Jesús y de María, y de las abundantes bendiciones que brotan de su simple invocación, la Santa Iglesia ha consagrado a lo largo de los siglos fiestas litúrgicas y actos de piedad para alabarlos. El mismo saludo "¡Ave María!", tan extendido hoy en amplios sectores de la opinión pública católica, parece expresar el deseo de que el nombre de María esté siempre presente en las relaciones humanas, como símbolo y expresión de la realidad misteriosa, inefable y sacratísima que existe en ellas.

Al conmemorar este nombre, celebramos la gloria que Nuestra Señora tuvo, tiene y tendrá en el universo, y también la que posee en el Cielo. Ella es la Reina de todos los Ángeles y de todos los Santos, colocada en forma inconmensurable por encima de todas las criaturas, de modo que, en el orden creado, es el cono hacia el que todo converge, siendo nuestra Mediadora con Dios nuestro Señor.

En la tierra, sin embargo, la Virgen también debe ser glorificada. Sería normal que la Virgen María fuera venerada en la tierra y que su santísimo nombre fuera glorificado de un modo inexpresable.

Es simplemente una continua ocasión de dolor e indignación ver que la Santísima Virgen no es glorificada tanto como debiera a causa de los vicios, crímenes y maldades de los hombres.

Deberíamos ser tan celosos de la gloria de Nuestra Señora como niños en casa de su madre. Imaginad si alguno de nosotros podría sentirse bien cuando ve que se le niegan los honores y la atención a los que tiene derecho. Entonces, ¿cómo podemos ser felices en la tierra cuando se nos niegan los honores y atenciones a los que Ella tiene derecho?

Pidamos a la Virgen, tan vilipendiada por los hombres de nuestro tiempo, que acepte nuestra reparación por las muchas ofensas que continuamente recibe. Y que su santísimo nombre sea glorificado cuanto antes.

Libro ¡María Santísima! El Paraíso de Dios revelado a los hombres. Parte II
Monseñor João Scognamiglio Clá Dias
Plinio Corrêa de Oliveira
Extracto de una conferencia del 12 de septiembre de 1964.

11 de septiembre de 2024

Nuestra Señora de Gunadala Matha

Del sitio Infocatólica:

En el santuario de Nuestra Señora Gunadala Matha, en Andhra Pradesh, se reunieron fieles de varias religiones para dar gracias por los milagros recibidos. El rector del santuario, el p. William Jayaraju Eleti, afirmó que la Virgen es honrada "sobre todo por fieles no católicos, que vienen aquí durante todo el año y traen su homenaje".

El santuario de Gunadala Matha, en el área de la diócesis de Vijawada, nace por la iniciativa de los misioneros del Pime (Pontificio Instituto misiones Extranjeras), que en 1928 llevaron la estatua de la Virgen de Lourdes y la colocaron sobre la colina "para proteger a la ciudad y mantenerla más cerca de Jesús". Después, los padres trazaron un ríspido sendero que lleva hasta la cima del monte, encima del cual colocaron una cruz.

Según las declaraciones del padre Wiliam, cada año el lugar atrae a miles de peregrinos. "Se arrodillan frente a la estatua de la Virgen, puesta en la gruta y rezan con devoción todo el día, hacen promesas de fe y rinden homenaje por sí mismos y por sus familias. La peregrinación termina sobre la colina, donde está puesta la cruz".

El santuario mariano es uno de los más importantes de toda India, tal como reseña Asia News, la estatua de la Virgen de Lourdes es venerada por los "católicos, protestantes, hindúes y musulmanes, cada uno a su manera propia". "Por ejemplo los hindúes ofrecen a los pies de la Virgen coco o flores, como signo de gratitud".

Otro ritual de veneración es el ofrecimiento de la barba y cabellos por parte de los peregrinos, una práctica muy difundida en los templos de Andhra Pradesh. "Algunos se rasuran toda la cabeza –cuenta el rector– otros en cambio ofrecen sólo algunos mechones. Aquellos que se cortan todo el pelo lo hacen para despojarse de todo en la oración a Dios. Este es un símbolo de gran humildad».

10 de septiembre de 2024

Nuestra Señora Patrona de las Fuerzas Armadas Españolas

Adaptado del sitio Fundación Cari Filii:

Así como Hilaire Belloc afirmó en 1920 que "Europa es la Iglesia y la Iglesia es Europa", la histórica sala de presidentes de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España acogió el 29 de febrero de 2024 el desarrollo de una tesis comparable: "España es María y María es España". El autor de la sentencia, Antonio Troncoso de Castro, conoce lo suficiente ambas realidades como para afirmar su ligazón. Respecto a la primera, admite con orgullo haberla servido durante décadas como coronel auditor del Cuerpo Jurídico Militar en el norte de África, cumpliendo lo que considera también una responsabilidad moral.

En cuanto a su relación con la Virgen, haber salvado la vida tras una experiencia milagrosa atribuida a ella lo dice todo. Cuenta que había estado rezando una salve a la Macarena, cuando cinco minutos despues fue brutalmente atropellado: "Estuve muerto clínicamente y volví a la vida. Hoy estoy convencido de que fue ella la que me devolvió a la vida".

A su presidencia de la Fundación Luis de Trelles, inmersa en reimpulsar la causa de canonización del fundador de la adoración nocturna, se une una profunda devoción mariana que le ha llevado a coordinar otros eventos como la dedicación de una alfombra floral de 50 metros a Santa María la Real de la Almudena en 2021.

Un Troncoso emocionado comenzó su ponencia remarcado ante decenas de asistentes que "si para cualquier persona hablar de su madre es un motivo de alegría", hablar de la Virgen es "mucho más alegre incluso que hablar de la propia madre".

Su ponencia, La Virgen María, patrona de los ejércitos de España, comenzó disertando el "largo proceso" plagado de "favores, hechos milagrosos y protección especial" con que María y la Providencia  otorgaron a los españoles y a sus ejércitos a lo largo de la historia y que llevaron, en último término, a su proclamación como patrona de los ejércitos.

Para Troncoso, el cristianismo y España se funden al punto que, desde sus mismos orígenes hasta el siglo XX, la gran mayoría de conflictos a lo largo de su historia o son netamente "de contenido religioso" o bien tienen una gran carga espiritual.

En el caso mariano, el ponente expresó cómo desde la aparición de la Virgen en Zaragoza en el año 40 "no cabe duda de que el cristianismo hispano y la historia de España pivotan en torno a la Virgen María", lo que queda materializado con la construcción del primer templo de la historia dedicado a la Virgen.

Para el militar, la devoción a la Virgen en España es "tan grande" que le llevó a acuñar una sentencia, "quizá exagerada" pero que cree con firmeza: "España es María y María es España".

Una devoción que en el conjunto de España suponía en 1864 la existencia de hasta 4.300 santuarios dedicados a la Virgen. Una cifra que según Troncoso es seguramente mucho mayor si se tiene en cuenta que en buena parte de las parroquias -de las decenas de miles que hay en España- se veneran dos o tres advocaciones distintas.

El jurista y militar repasó algunos de los hitos que llevaron al patronazgo de María sobre los ejércitos en España. Así sucedió con la proclamación el 12 de noviembre de 1892 de la Virgen María Inmaculada como patrona de la infantería, por la reina regente María Cristina. Según recoge el portal de la armada, sería el 19 de abril de 1901 cuando la misma reina, junto al Duque de Veragua, proclamaban a la Virgen del Carmen como patrona de la marina de guerra. En el caso de la aviación, fue en 1920 cuando Alfonso XIII, a petición de Kindelán, Alfonso XIII puso bajo el patrocinio de la Virgen de Loreto al Servicio de Aeronáutica Militar, precursor, junto a la Aeronáutica Naval, del Ejército del Aire.

A juicio del ponente, "si de los relatos históricos no se obtiene una conclusión, estos se quedan en mera literatura". Por ello, trató de responder a modo de conclusión a la pregunta de qué exigencia profesional se puede deducir del patronazgo mariano sobre los ejércitos, encontrando solo una respuesta, "imitar a la Virgen en su actitud y sus virtudes", que se materializa en cinco acciones:

  1. Del amor a Dios y a los hombres de María, el amor al Ser Supremo y a España, el amor al servicio, ser empleado en las tareas de mayor riesgo y fatiga y en la disposición a dar la vida por España si fuese menester.

  2. De la fe  y la aceptación absoluta a la voluntad de Dios de María, la lealtad a los principios y valores, a los objetivos encomendados a los ejércitos en la defensa de España, tanto en guerra como en paz, sin reservas ni justificaciones exonerantes.

  3. De la obediencia de la Virgen a la voluntad de Dios, la disciplina y entrega absoluta a la patria.

  4. De la paciencia y fortaleza en el dolor de María, el sacrificio en el cumplimiento del deber por encima de todo y la renuncia ante promesas que pugnan muchas veces contra la ética de la milicia.

  5. Y por último, de la piedad y caridad solicita de María, la verdad, la imparcialidad y la justicia en la vida de la institución, contraria al favoritismo siempre injusto y siempre contrario al honor. Que como dijo el clásico, "el honor es patrimonio del alma, y el alma es de Dios".

9 de septiembre de 2024

Nuestra Señora de la Cuna

Del sitio Blog de Deiber:

 Nuestra Señora de la Cuna es una devoción muy popular en Francia. Se trata de la imagen de una María joven, que acuna a su hijo en brazos, con la mirada amorosa de una madre.

Esta imagen se invoca como protectora de los recién nacidos. María, madre amorosa, es la Virgen del acogimiento, la primera y última protección de todo niño, más aún en la fragilidad de un bebé.

OREMOS:
 
Oh María, Virgen de la Cuna, vela por nuestros hijos. 
Protégelos de toda maldad humana y 
haz que ningún trauma les afecte durante su gestación y desarrollo.

Que tu acogimiento sirva de ejemplo a las madres que piensan abortar a sus hijos, 
o a las parejas que no desean tenerlos. 
 
Que la virtud de la maternidad, 
tan bien expresada en tu vida, 
inspire a las mujeres a seguir tus pasos, 
engendrando y educando hijos para que sean sal de la tierra y 
luz en este mundo oscuro en el que vivimos.
 
Nuestra Señora de las Cuna, 
ruega por nosotros.

8 de septiembre de 2024

Con la Natividad de Nuestra Señora se ha creado un Cielo en la tierra

 Del sitio Enciclopedia Mariana:

Los evangelistas no nos dicen dónde nació María. Solo sabemos que estaba emparentada con Isabel que vivía en Judea. Por tanto, no es imposible que ella misma fuera originaria de Jerusalén, como dice una antigua tradición de la que encontramos huellas en el evangelio apócrifo de Santiago, que nos habla de los padres de la Virgen, Joaquín y Ana.

Había una casa en Jerusalén llamada "la Casa de Ana" cerca del estanque de Betsaida. Cerca de esta casa se erigió una iglesia cuya inauguración tuvo lugar el 8 de septiembre. Al principio fue la Basílica de la Natividad de María y, más tarde, en el siglo XII, se convirtió en la Iglesia de Santa Ana.

El aniversario de esta consagración se conmemoraba cada año. La festividad se extendió a Constantinopla en el siglo V y luego a Occidente. Posteriormente, se le añadió la festividad de su concepción, nueve meses antes, de ahí la fecha del 8 de diciembre.

La Natividad de María es una de las grandes festividades del año litúrgico bizantino, porque inaugura la economía de la salvación y la entrada de la Palabra de Dios en la historia de los hombres: “Este día es el preludio de la alegría universal. En este día comenzaron a soplar los vientos de la salvación” (liturgia bizantina).

Fue en la Basílica de la Natividad de María donde san Juan Damasceno, padre y doctor de la Iglesia (†749), proclamó: “Venid todos: ¡celebremos con alegría la alegría del mundo entero! Hoy, de la naturaleza terrenal, se ha formado un Cielo en la tierra. ¡Hoy es el comienzo de la salvación para el mundo!”.

7 de septiembre de 2024

Oración de Confianza a la Natividad de Nuestra Señora

Del sitio Píldoras de Fe:

La Iglesia Católica observa con especial devoción el cumpleaños real (el día en que nacieron) de dos grandes santos: San Juan Bautista (24 de junio), y la Natividad de la Virgen María, la Madre de Jesús (8 de septiembre) El Nacimiento de la Santísima Virgen es una Fiesta en la que honramos a Dios por habernos dado a esta niña dulce y pura que fue capaz de dar el más grado alto de aceptación de la Voluntad del Plan de Dios.

En el caso de todos los demás santos, especialmente los mártires, ellos son venerados en el día de su muerte, el cual es llamado "su dies natalis", o "cumpleaños", que significa "el día de su nacimiento al cielo".

Tu nacimiento, oh Virgen Madre de Dios, anunció la alegría a todo el mundo, porque de Ti se ha levantado el Sol de Justicia, Cristo nuestro Dios. Él nos libera de las ataduras del pecado, de la antigua maldición y nos hizo bendecidos; destruyó la muerte y nos dio la vida eterna.

El nacimiento de la Virgen María señala el comienzo de nuestra salvación. De María nos vino Jesús, el Hijo de Dios, y por medio de Él nos llegó la salvación y la reconciliación con Dios, al fin se ha completado. Sabemos que Dios escogió a la Virgen María para una tarea especial, incluso desde el momento de su concepción.

A continuación, una oración para este momento histórico para la humanidad, escrita por el Padre José Medina y publicada originalmente en su Blog, que puede servirnos como una meditación profunda sobre este grandioso acontecimiento para la humanidad

Oración de confianza a la Natividad de la Virgen María.

Qué grande gozo e incomparable alegría debe tener todo el mundo el día de tu sagrado nacimiento, 
oh niña santísima, 
pues con la luz que tú, 
como alba divina, 
le trajiste, 
se bañó de nueva claridad y comenzó a respirar.
 
A toda la Santísima Trinidad alegraste con tu nacimiento; 
al Padre, por haber nacido su dulce esposa, 
al Hijo, porque habías de ser su Madre, 
y al Espíritu Santo, porque eras su templo, 
y por su virtud habías de concebir en tu vientre virginal al Verbo Eterno.
 
Los santos patriarcas vieron en este día cumplidos sus deseos; 
los profetas acabadas aquellas sombras y figuras debajo de las cuales tantas veces te dibujaron y pintaron, 
los ángeles, su Reina y Señora, y los hombres de honra, 
ornamento y gloria de todo el linaje humano; 
y finalmente, todos los judíos y gentiles, justos y pecadores tienen hoy causa de particular regocijo, 
por haber salido a luz la que había de darnos al que es luz y vida del mundo.
 
Tú, niña gloriosa, naciste hoy la más linda, 
la más bella y hermosa y más adornada de gracias que ninguna pura criatura. 
Porque así como tu precioso Hijo te fue muy parecido en el ser natural como hijo a su madre, 
así tú fuiste muy semejante a tu Hijo en el ser de gracia, 
en la cual él era nuestro Padre; 
y así convino que en el alma y en el cuerpo no hubiese cosa criada que contigo se pueda comparar.
 
Tú eres la segunda Eva y madre de los vivientes que vivirán para siempre, 
tú, más dichosa que Sara, más prudente que Rebeca, más hermosa que Raquel
más fecunda que Lía, más excelente que Míriam, hermana de Moisés y Aarón
más sabia que Débora, más fuerte que Judith, más graciosa que Ester
más humilde que Abigaíl, más casta que Susana.
 
Porque eres aquella mujer vestida de sol y coronada de estrellas, 
que tiene la luna debajo de sus pies, 
y aquel santuario que Dios hizo para habitar en él, 
y aquella arca fabricada de madera de Setin, y forrada por dentro de oro purísimo, 
que son todas las virtudes con las que Dios te adornó.
 
Dios te salve, María suavísima, 
hija eres de Eva, más para reparar las miserias de Eva; 
hija eres de hombre, más madre de Dios; 
virgen eres, más no sin fruto; 
fecunda eres, más sin detrimento de tu pureza virginal.
 
Dios te salve, Virgen sacratísima, 
tálamo del Esposo celestial, templo de la sapiencia increada, 
sagrario del Espíritu Santo, huerto de delicias, 
paraíso de deleites, vena de aguas vivas, y depositaria de todas las gracias y dones de Dios, 
y singular entre todas las criaturas; 
pues no hay cosa que se iguale a ti, y todo lo que tiene ser está sobre ti o debajo de ti, 
porque Dios solamente es sobre ti, 
y todo lo que no es Dios está debajo de ti.
 
Desde este punto y desde esta hora en que saliste al mundo para bien del mundo, 
yo te reconozco y tomo por Señora mía, 
y te doy el parabién y vasallaje como a Reina soberana del cielo y de la tierra, 
y madre de mi Señor Jesucristo.
 
Tú, Virgen purísima y niña sacratísima, 
tómame por esclavo perpetuo y de tu Hijo santísimo, 
para que yo, con verdadero y santo gozo, 
me goce hoy de tu glorioso nacimiento. 
 
Amén.
 
Que, por la Natividad de la Virgen María, 
podamos ser edificados en el amor y la humildad y alcanzar, 
junto a nuestra Señora, la salvación para siempre. 
 
Amén.

 

Qriswell Quero
Venezolano, esposo y padre de familia, 
servidor, ingeniero y misionero de la fe. 
Comprometido con el anuncio del Evangelio. 
Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. 
Quien a Dios tiene nada lo detiene.

6 de septiembre de 2024

Nuestra Señora de Valme

Del sitio Hermandad de Valme:

Para hablar de la Virgen de Valme debemos remontarnos, según una antigua tradición, al año 1248, cuando el rey Fernando III reconquista Sevilla. Tal y como recogen algunos autores - entre otros, Diego Ortiz de Zúñiga y Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber)-, viendo el Santo Rey la dificultad de tomar la capital hispalense y el abatimiento de sus tropas invocó, en el Cerro de Cuartos, a una imagen de la Virgen que llevaba consigo: "¡Váleme, Señora, que si te dignas hacerlo, en este lugar te labraré una capilla, en la que a tus pies depositaré como ofrenda, el pendón que a los enemigos de España y de nuestra Santa Fe conquiste!". La tradición añade que, entonces, ordenó al maestre de Santiago, Pelayo Pérez Correa, que clavara su espada en el suelo, brotando al momento un manantial -la "Fuente del Rey"- que sirvió para calmar la sed de los soldados cristianos.

Una vez conquistada Sevilla, el monarca cumplió su promesa y construyó una ermita en el lugar mencionado, donde entronizó la imagen a la que había invocado y, a sus pies, el pendón arrebatado a los musulmanes. La ermita se convirtió pronto en lugar de peregrinaje para campesinos y aldeanos de las zonas más cercanas. Ya en 1628 consta la existencia de una hermandad, establecida en la capilla para rendir culto a la Señora. En aquella época la fiesta de la Virgen se celebraba el segundo día de Pascua de Pentecostés y hasta allí se trasladaban vecinos de toda la comarca. Pero la devoción a Santa María de Valme arraigó especialmente en el pueblo de Dos Hermanas, lugar al que pertenecía el Cortijo de Cuartos. Así, la imagen se llevaba en procesión de rogativas hasta la iglesia para implorar el auxilio divino si ocurría alguna catástrofe o calamidad.

Sin lugar a dudas, el siglo XIX fue el más decisivo para la historia de la Virgen de Valme. En 1800 la imagen fue trasladada a la parroquia de Dos Hermanas debido a una epidemia de fiebre amarilla. Allí quedó expuesta a la veneración de los fieles de forma estable. Este hecho provocó el abandono de la antigua Ermita de Cuartos.

La historia de la imagen fue conocida por la novelista Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") y la incluyó en su novela "La familia de Alvareda" (1856), ambientada en Dos Hermanas. Los Duques de Montpensier, que entonces vivían en Sevilla, leyeron la obra y supieron del estado de abandono tanto de la Ermita de Valme como del pendón ofrecido a la Virgen por San Fernando. Por ello, determinaron restaurar este último y lo restituyeron solemnemente a la iglesia de Dos Hermanas el 1 de mayo de 1857. Dos años después llevaron a cabo, también, la reedificación de la capilla, inaugurada el 9 de octubre de 1859. Desde esta fecha, la Virgen de Valme permaneció de nuevo en su antigua ermita ya restaurada, pero era tal la devoción que le profesaban los vecinos de Dos Hermanas que, en 1869, se acordó que la imagen permaneciera definitivamente en la capilla sacramental de la parroquia de la villa, donde hoy sigue siendo venerada.

En el año 1870 se reorganizó la hermandad y, gracias al impulso de los miembros de esta y del poeta José Lamarque de Novoa, se decidió realizar, anualmente, una romería otoñal a la ermita de la Señora. De esta forma, el 28 de octubre de 1894 tuvo lugar la primera Romería de Valme, en la que la Virgen fue llevada en una carreta de flores hasta su antigua capilla de Cuartos. Esta fiesta continuó hasta el año 1899 y, tras quince años suspendida, se reanudó en 1916. A partir de entonces se ha venido celebrando todos los años salvo en el primer bienio de la Segunda República (1931-1933) y durante la Guerra Civil (1936-1938). En las últimas décadas la Romería ha adquirido un gran auge, sobre todo desde la Coronación Canónica de la Virgen en 1973, hasta el punto de ser una de las más importantes de Andalucía; por ello, fue declarada fiesta de interés turístico nacional en junio de 1976. Actualmente, se celebra cada tercer domingo de octubre tras una semana de actos y cultos preparatorios (función principal, pregón, quinario, ofrendas y besamanos).

La Virgen de Valme es, sin duda, la imagen más venerada en Dos Hermanas, y posee los títulos de Protectora de la ciudad (1897) y Patrona de su Excmo. Ayuntamiento (1965). Además, en 1995, el Consistorio nazareno le concedió la Primera Medalla de Oro de la Ciudad de Dos Hermanas, que le fue impuesta por el alcalde, Francisco Toscano Sánchez, en la tarde del 14 de octubre, víspera de la Romería.

5 de septiembre de 2024

Nuestra Señora Inmaculada Concepción del Pantanal

 Del sitio Aleteia:

¿Sabe cómo surgió la devoción que ha despertado el interés de Brasil en los últimos meses?

La regrabación de la telenovela "Pantanal" tuvo mucho éxito en 2022. El programa también ayudó a difundir la devoción a Nuestra Señora del Pantanal, que hasta hace poco estaba restringida a los católicos del Centro-Oeste de Brasil.

El personaje Filó, interpretado por la actriz Dira Paes, era devota de Nuestra Señora del Pantanal, llevaba un colgante con la imagen y siempre recurría a ella en momentos de necesidad.

Influenciados por la telenovela, los brasileños empezaron a investigar más sobre esta devoción. Tanto es así que las búsquedas del término "Nuestra Señora del Pantanal" han experimentado un repentino aumento en los últimos 12 meses en Google.

El origen de esta devoción es reciente. Se cree que el 4 de septiembre de 1982 la artesana Ida Sanches Mônacona hizo una imagen diferente de la madre de Jesús, a la que llamó Nuestra Señora del Pantanal. Los rasgos de la santa eran muy parecidos a los de Nuestra Señora de Aparecida, pero tenía un manto lleno de hojas y flores verdes y lilas de camalote (planta típica del Pantanal) y una corona hecha de pequeñas hojas y flores de la misma planta.

El título de Nuestra Señora Inmaculada Concepción del Pantanal fue oficializado en un Decreto Episcopal por el Obispo Milton Santos, SDB, en 2001, cuando era obispo de Corumbá, MS. Así nació la devoción mariana dedicada a la protección de uno de los biomas más diversos de Brasil.

La fiesta en su honor se celebra el 21 de septiembre.

Precisamente en septiembre de 2022, mes de la patrona del Pantanal, los obispos de la región Centro-Oeste estuvieron de visita ad Limina en el Vaticano. El obispo de Corumbá, MS, Dom João Bergamasco, aprovechó la ocasión para regalar al Papa Francisco una imagen de la santa. El Pontífice también recibió otros regalos hechos por artesanos locales.

Oración

El sitio web de la Arquidiócesis de Cuiabá presenta la oración a continuación e indica que la oración tiene la aprobación eclesiástica de Dom Milton Santos (Arzobispo Metropolitano de Cuiabá). Recemos con fe por toda la creación, por el pueblo de Pantanal y por todo Brasil:

        Oh Virgen María Inmaculada, Nuestra Señora del Pantanal, 
que apareciste a orillas del río Paraguay en el arte de Massabarro 
a través de las manos de pequeños artesanos - niños y jóvenes.
 
Modela en nosotros a Jesucristo, tu Hijo y Hermano nuestro, 
para que en docilidad al Espíritu Santo cumplamos la voluntad de Dios en el nuevo milenio, 
que es su designio de amor.
 
Señora del Pantanal, 
protege a tu pueblo pantanero y brasileño, 
que te elige como Madre y Protectora. Nuestra Señora del Pantanal, 
nuestra fauna, flora y minerales:
 - regalos de la Madre - naturaleza en nuestras manos - 
para que podamos hacer de todo 'un himno de alabanza a la creación'.        
 
Nuestra Señora del Pantanal, 
en tu celo de Madre, 
atiende nuestras oraciones, 
presentando nuestras peticiones a Dios-Trinidad-Amor.
 
Nuestra Señora del Pantanal, 
Madre de Dios, 
ruega por nosotros, 
ahora y siempre. 
 
Amén.

4 de septiembre de 2024

Nuestra Señora de Ambro

Del sitio .Italiani:

Rodeado de densa vegetación y a una altura de más de 600 metros sobre el nivel del mar se levanta el santuario de la Virgen de Ambro. Estamos en Montefortino, un pequeño pueblo en las laderas de las montañas Sibillini en la región de Marche. Dedicado a la Virgen de Ambro, toma su nombre del arroyo homónimo. El Santuario conserva en su interior deliciosos frescos y pinturas, doce los que representan a las Sibilas.

Desafortunadamente, la historia reciente de la hermosa y característica iglesia sufrió un golpe cuando uno de los fuertes terremotos que azotaron el centro de Italia en 2016 rompió literalmente sus muros, fue declarado inhabitable y, en consecuencia, cerrado al público.

Gracias a la constancia de los habitantes de los pueblos cercanos y la tenacidad del municipio de Montefortino, apenas dos años después del ruinoso terremoto se reabrió. Los fieles pudieron así celebrar la Santa Misa la noche del 24 de diciembre de 2018.

Dada la peculiaridad del evento y la notoriedad del Santuario, la noticia tuvo resonancia nacional, también dedicó unos minutos al noticiero de la RAI. La pequeña Lourdes, así la llaman los fieles por las muchas coincidencias. Las vicisitudes que unen el santuario y la iglesia mucho más famosa de los Alpes son realmente impresionantes.

Como le sucedió al “primo” francés, también se construyó la mismísima Iglesia italiana de la Virgen del Ambro para celebrar la aparición de María. Fue en el siglo XI cuando Nuestra Señora se apareció a una joven pastora muda. Ambos edificios están ubicados en los Apeninos y ambas iglesias están muy cerca de un río. La iglesia hoy más que nunca, símbolo del renacimiento de lugares derribados por numerosos terremotos, es el destino de muchos peregrinos.

3 de septiembre de 2024

Nuestra Señora de Peneda

Del sitio Alfarrábio, Cooperativa Cultural:

Se cuenta que Nuestra Señora de Peneda se apareció el cinco de agosto de 1220 a una pastorcilla que apacentaba unas cabras entre los riscos. Nuestra Señora se le apareció en forma de paloma blanca que volaba a su alrededor y le pidió que dijese a la gente de su pueblo Gavieira que le construyesen una capilla en aquel lugar; la pastora le habló a sus padres de la Señora, pero fue en vano, porque no la creyeron.

Otro día, cuando la pastorcita regresaba con sus cabras a la misma zona, se le volvió a aparecer Nuestra Señora en el mismo lugar, no como la primera vez, en forma de paloma (como ella dijo) sino en la forma en que hoy la vemos, y le dijo: "hija, ya que no te quieren dar crédito de lo que yo te mando, vete al lugar de Roussas (que está en la misma parroquia de Gavieira, en el mismo término del municipio de Soajo) donde hay una mujer postrada en cama desde hace dieciocho años y di a los habitantes del lugar que la traigan ante mí para que quede en perfecto estado de salud, y así te darán crédito de lo que yo te mando"

Así lo hizo la afortunada pastora y trajo a la mujer, que se llamaba Domingas Gregório. En cuanto estuvo a la vista de aquella Sagrada Imagen de la Reina de los Ángeles, quedó en perfecta salud y libre y sana de todas las dolencias que padecía, alabando a la Virgen María por el singular milagro que le había hecho.

2 de septiembre de 2024

Nuestra Señora del Sí

 Del Blog de Deiber:

La devoción a Nuestra Señora del Sí tiene su origen en el fundador del Movimiento Oasis, el padre Rotondi

Es una devoción reciente, aunque sus motivaciones se encuentran en los orígenes del cristianismo. Cuando María recibió el anuncio del ángel Gabriel, no dudó en decir sí, sometiéndose a la voluntad de Dios. La generosidad de María ante la petición de Dios es un hecho que la Iglesia siempre ha ponderado.

El "" de María cambió el curso de la humanidad. Ante el anuncio del ángel, María se interrogó, pero no se negó. La Virgen quería saber cómo se realizaría una obra tan grande, para la que no conocía hombre. 

Su humanidad, en aquel momento, no comprendía la grandeza del plan de Dios. Y ahí María se convirtió en la nueva Eva. Por estas y muchas otras razones, la devoción a Nuestra Señora del Sí está llena de significado.

OREMOS:
 
Oh Virgen María, por tu "" ha llegado la salvación a la humanidad.
 Sin tu "", oh Madre, no tendríamos a Jesús. 
Por tu "" hemos conocido a un Dios que es Padre. 
Ayúdanos a abrir nuestro corazón a Dios y así cumplir siempre su voluntad. 
Enséñanos a dejar que la voluntad del Señor prevalezca sobre nuestra humanidad. 
Para que, María, aprendamos de tu "".

Nuestra Señora del Sí, ruega por nosotros.

1 de septiembre de 2024

Nuestra Señora, Madre del género humano

 Del sitio Gaudium Press:

Dada la aguda ignorancia religiosa que reina en nuestros días, no faltan los que piensen que la Iglesia da a Nuestra Señora el título de Madre del género humano simplemente para describir de algún modo los sentimientos afectuosos y protectores que Ella siente hacia los hombres. Puesto que estos sentimientos son propios de las madres, por analogía Nuestra Señora sería también nuestra Madre. Y siendo pobres mendigos con relación a Ella, en su generosidad nos protege como si fuéramos sus hijos.

La realidad, sin embargo, es muy diferente. No somos hijos de la Virgen simplemente por una adopción afectiva. Ella no es nuestra Madre sólo en el terreno ficticio o en el orden sentimental, sino con toda objetividad en el orden verídico de la vida sobrenatural.

Antes del pecado original, nuestros primeros padres, que vivían en el Paraíso, fueron creados por Dios para la gloria celestial, que podían alcanzar cruzando los umbrales de esta vida en un tránsito que no tendría el dolor sombrío de la muerte, sino el esplendor de una glorificación.

Sin embargo, el pecado original, al romper la amistad con Dios en la que vivía la humanidad, cerró la puerta del cielo a los hombres y obstruyó el libre curso de la gracia de Dios hacia ellos. En otras palabras, con el castigo del pecado original, los hombres perdieron todo derecho al cielo y a la vida sobrenatural de la gracia.

Aunque no fue extinguida, es decir, no perdió la vida terrenal, la raza humana perdió, eso sí, el derecho a la vida sobrenatural. Y sólo podría recobrar esa vida presentando a la justicia divina una expiación proporcionada a la enormidad de su pecado.

No es apropiado discutir aquí la naturaleza de este pecado. Es indudable que todos los teólogos, sin excepción, afirman que el pecado de Adán no tiene nada en común con el pecado de impureza, contrariamente a una versión muy difundida en el pueblo. Pero la narración bíblica muestra claramente los refinamientos de rebeldía que agravaron considerablemente el delito de nuestro primer padre.

De hecho, uno de los elementos para evaluar la gravedad de una ofensa es medir la dignidad de la persona ofendida. Una misma impertinencia cuando se le dice a un hermano es mucho menos grave que cuando se le dice a un papá. Un chiste común entre colegas podría constituir una grave irreverencia si se hiciera a un Jefe de Estado, y así sucesivamente. Ahora bien, Dios es infinitamente grande. Por eso no es difícil evaluar la gravedad del pecado original. Una ofensa hecha al Infinito sólo podía ser restaurada convenientemente por medio de una expiación infinitamente grande. Y no está en el poder del hombre, que es un ser contingente por naturaleza y envilecido por el pecado, ofrecer al Creador un desagravio tan valioso. Por lo tanto, aquello que nos unía a Dios parecía haber sido definitivamente cortado, e irremediable la humanidad se arrojaba locamente a la decadencia traída por el pecado.

Para remediar tan insoluble situación, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, encarnándose en el purísimo seno de la Virgen María, asumió la naturaleza humana sin perder nada de su divinidad, y el Hombre-Dios, así constituido, pudo presentarse a la justicia del Padre como el Cordero expiatorio del género humano. De hecho, como Hombre, Nuestro Señor Jesucristo podía ofrecer una reparación que era verdaderamente humana. Pero en virtud de la dualidad de las naturalezas existentes en Él, esta expiación, aunque humana, tenía un valor infinito, ya que consistía en la efusión generosa y superabundante de la Sangre infinitamente preciosa del Hombre-Dios.

Así, en el sacrificio del Calvario, Nuestro Señor apaciguó la justicia divina e hizo renacer para el cielo y a la vida sobrenatural de la gracia, a la humanidad que estaba absolutamente muerta en todo lo que tenía que ver con lo sobrenatural. Si Dios, uno y trino, es nuestro Creador, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, encarnándose, se convirtió en nuestro Padre por un título muy especial, que es el de la Redención. Jesús, al morir, nos dio la vida sobrenatural. Y el que da la vida es verdaderamente padre, en el sentido más amplio de la palabra.

Si el género humano pudo beneficiarse de la Redención, fue porque la Segunda Persona de la Santísima Trinidad se hizo Hombre, ya que el pecado de los hombres debía ser reparado.

Ahora bien, si Jesucristo asumió la naturaleza humana, lo hizo en la Virgen María, y así Ella cooperó de manera eminente en la obra de la Redención, transmitiendo al Salvador la naturaleza humana que en los designios de Dios era una condición esencial para la Redención. Además, María Santísima ofreció a su Hijo de una manera total y supremamente generosa como víctima expiatoria, y aceptó sufrir con Él, y por Él, el océano de dolores que la Pasión hizo brotar en su Inmaculado Corazón.

Así, pues, la Redención nos vino por medio de la Virgen María, y su participación en la obra de la resurrección sobrenatural del género humano fue tan esencial y tan profunda que se puede afirmar que María cooperó para hacernos nacer a la vida de la gracia. Por lo tanto, ella es, auténticamente, nuestra Madre. Subrayando, pues, que no se trata de digresiones sentimentales o literarias, sino de realidades objetivas que, aunque sobrenaturales, son, sin embargo, absolutamente verdaderas, y por eso mismo son sobrenaturales.

Invitando a los fieles a adorar al Santísimo Sacramento, la Iglesia exclama en la Sagrada Liturgia: "Quantum potes, tantum aude", es decir, "ten la audacia de amar tanto como tu corazón te lo permita".

Lo mismo hay que decir a esta altura. Ante la maravillosa realidad de la maternidad de María en relación con los hombres, realidad que constituye una verdad seria, teológica, profundamente medular, el hombre debe romper decididamente para que se dilaten plenamente los estrechos límites de su corazón, sin miedo, y navegue sin recelo por el océano de amor que se despliega ante sus ojos. Los artificios de la retórica humana no son indispensables aquí. Una reflexión madura de la realidad bastará para llenar al hombre de amor.

De acuerdo con toda la doctrina católica, San Luis Grignion de Montfort apunta a las grandezas de Maria Santísima. Demostrando que es Madre, ¿qué es más conveniente y más necesario que el conocimiento de la dignidad suprema y de la misericordia insuperable que Ella posee?

Santo Tomás de Aquino dice que Nuestra Señora recibió de Dios todas las cualidades con las que Dios pudiera colmar a una criatura. Por lo tanto, Ella se encuentra en la cúspide de la Creación, cimentando su trono por encima de los más altos coros angélicos y siendo inferior únicamente al propio Dios, quien, como infinito que es, está infinitamente por encima de todos los seres, incluida Nuestra Señora.

Se acostumbra decir que Nuestra Señora brilla más que el sol, tiene la suavidad de la luna, la belleza de la aurora, la pureza de los lirios y la majestad de todo el firmamento. Mucha gente asume que todo esto no pasa de hipérboles. Sin embargo, estas comparaciones pecan por su irremediable deficiencia. El sol, la luna, la aurora y todo el firmamento son seres inanimados y, por lo tanto, están colocados en la última escala de la Creación. Es inadmisible que Dios los haga tan hermosos dándole al hombre dones menores. Y por esta misma razón, la más menospreciada de las almas de aquellos que han muerto en paz con Dios tiene una belleza que supera incomparablemente a la de todas las criaturas materiales.

¿Qué decir, entonces, de Nuestra Señora, colocada incalculablemente más arriba no sólo de los más grandes santos, sino incluso de los ángeles más exaltados en dignidad ante el trono de Dios? Un campesino que fuera a asistir a la ceremonia de coronación del rey de Inglaterra, volviendo a su ambiente nativo, probablemente no encontrara otros términos para explicar la magnificencia de lo que vio, sino afirmando que fue más hermoso que las fiestas en la casa de don Tónico, el hombre menos pobre de la zona. Si el rey de Inglaterra oyese esto, ¿qué otra cosa podía hacer además de sonreír? Porque nosotros, cuando tratamos de describir la belleza de Nuestra Señora en los escasos términos del lenguaje humano, jugamos el mismo papel… y Ella también sonríe.

No es de extrañar, entonces, que sea verdad de Fe que Dios se complace tanto con Nuestra Señora que siempre concede una petición hecha a través de Ella, aunque no cuente sino con su apoyo. Y que si todos los santos pidieran alguna cosa que no fuera a través de Ella, no obtendrían nada. Porque, como dice Dante, querer orar sin Ella es lo mismo que querer volar sin alas…

Así, pues, todas las gracias nos vienen de Nuestra Señora, Ella es la medianera universal de todos los hombres junto a Nuestro Señor Jesucristo.

Pero si todas las gracias nos vienen de Ella, y si nuestra vida espiritual no es más que una larga sucesión de gracias a las que correspondemos, o renunciamos a tener una vida espiritual, o debemos entender que será tanto más dulce, más intensa y más perfecta, cuanto más cerca estemos de ese único canal de gracias que es Nuestra Señora. Dios es la fuente de la gracia, Nuestra Señora el único canal necesario, y los santos meras ramificaciones, venerables y dignas de gran amor, del gran canal que es Nuestra Señora.

¿Queremos tener la gracia inestimable del espíritu católico? ¿Queremos tener la inapreciable virtud de la pureza? ¿Queremos tener el tesoro sin precio que es el don de fortaleza, queremos ser a la vez mansos y enérgicos, humildes y dignos, piadosos y activos, meticulosos en nuestros deberes y enemigos de los escrúpulos, pobres de espíritu, aunque vinculados a las riquezas del mundo, en una palabra, fieles y devotos servidores de Nuestro Señor Jesucristo? Vayamos al trono que Dios ha dado a Nuestra Señora, y en el descanso amoroso de la Iglesia Católica, nuestra Madre, pidamos a Nuestra Señora, también Madre nuestra, que nos haga semejantes a su Divino Hijo.

Prof. Plinio Corrêa de Oliveira
extraído de El Legionario n. 378 del 10/12/1939