26 de junio de 2018

Nuestra Señora de Meliapore

Del sitio Auxiliadora, Madre Mía:
Indias Orientales 1542
Este es el santuario en las Indias Orientales, donde San Francisco Javier a menudo se retiró a orar durante sus once años con el pueblo de la India.
La Santísima Virgen María fue constante fuente de inspiración para ese gran santo. La imagen ante la que San Francisco solía rezar se llama Mylai Matha en tamil, o  Nuestra Señora de Mylapore en inglés. Se trata de una antigua estatua de casi un metro de altura, Nuestra Señora de Meliapore todavía puede ser venerada en la iglesia.
La iglesia de Santo Tomás de Mylapore - deletreado de forma diferente a lo anterior - contiene al santuario de María. Según la tradición, el apóstol Santo Tomás llegó a la India en el año 52 dC. Debido a su éxito haciendo conversos a la fe verdadera, fue perseguido y finalmente martirizado en el año 72 dC. Santo Tomás está enterrado en el santuario de Nuestra Señora de Meliapore, y hay también reliquias de San Francisco Javier.
Había una iglesia que se sabe se remonta al siglo primero, y construida por Santo Tomás. Según la tradición, había un enorme tronco que había bloqueado el agua y provocó inundaciones masivas. El rey de la región estaba desesperado por eliminar la obstrucción, pero después de haber oído que Santo Tomás era un hacedor de milagros, le pidió su ayuda. Santo Tomás oró y luego tocó el tronco del árbol, lo que hizo tan ligero que los hombres del rey fueron de repente capaz de tirarlo fácilmente. El rey, en agradecimiento, concedió a Santo Tomás los materiales para construir su iglesia.
El famoso viajero Marco Polo visitó el santuario en 1292, y un visitante conocido solamente como "José" en 1501 pensaba que la iglesia era comparable a la Iglesia de San Juan y San Pablo en Venecia, pero en el momento en que los portugueses gobernaban e l lugar se produjo un incendio en 1517 y el santuario fue nada más que ruinas.
Las buenas personas sabían que eran cristianos, y nada más; pero tenían la Virgen como Madre, y ella despejó el camino en sus corazones para el entusiasta Francisco para sembrar la semilla del Evangelio de Cristo. Fue en el santuario de María que Francisco obtuvo los favores milagrosos para sacar a las personas de entre los muertos, curar a los enfermos, convertir a los pecadores y llevar a Cristo a miles de almas. Independientemente de donde este peregrinar lo llevó, Francisco siempre regresó a su "Dama de la tierra;" en Miliapore.
Nuestra Señora de Meliapore era su más querida madre y de ella recibió consuelo y fortaleza, deleites espirituales sólo superados por las alegrías del Paraíso.
El espíritu de Francisco se encuentra aún en este santuario, y María sigue otorgando a sus hijos gracias milagrosas y bendiciones.

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