Del sitio Basílica de Santa María del Mar:
La historia de Santa María del Mar, es una historia ligada al pueblo de la ciudad de Barcelona. Poco después de la llegada del cristianismo a la colonia romana de Barcino, la actual Barcelona, nació una pequeña comunidad cristiana cerca del mar y fuera de sus murallas. En este lugar existió una necrópolis cristiana donde fue enterrada la mártir Santa Eulalia en 303. Este podría ser el lugar de una primera capilla que, al principio, se conocía como Santa María de las Arenas, que se fue ampliando. Hay constancia de que a finales del siglo VII el templo existente ya tenía el nombre de la Parroquia de Santa María del Mar.
Durante el siglo XIII la ciudad tuvo un intenso crecimiento, en el barrio que ahora denominamos de ‘La Ribera’ y, en aquel tiempo, Vilanova del Mar, había construcción de naves, importación - exportación de todo tipo de mercancías, talleres de todas las artes y oficios de la época, como todavía hoy queda reflejado en los nombres de las calles. Es el tiempo en que fueran edificados los palacios de la calle Montcada donde vivían los ricos comerciantes y los nobles. Este progreso material y la piedad propia de la época hicieron desear un templo de mayores proporciones que el anterior. Las autoridades eclesiásticas apoyaron la iniciativa, los comerciantes aportaron dinero y el rey Pere III dio su permiso para extraer piedra y dedicarla a la construcción de la basílica.
Pero los obreros de carga y descarga de los barcos (los llamados “bastaixos”), los pescadores y la gente sencilla pusieron sus manos, hombros y barcas para transportar las piedras necesarias desde la montaña de Montjuic. La primera piedra del templo actual fue puesta el 25 de marzo de 1329, como lo testimonian las dos lápidas, una en catalán y la otra en latín, puestas una a cada lado de la puerta de la calle de Santa María. La última clave de bóveda, la más cercana a la puerta principal, que trae el escudo de la ciudad, fue puesta el 3 de noviembre de 1383. El templo fue consagrado por el obispo de Barcelona, Pere Planella, el 15 de agosto de 1384.
Los autores del proyecto fueron Berenguer de Montagut y Ramon Despuig. Con el paso del tiempo las continuas guerras causaron también destrucciones en la basílica. Pero nada se puede comparar con la destrucción del 19 de julio de 1936 cuando Santa María del Mar quemó durante once días seguidos y fue destruido el magnífico altar barroco y todas las imágenes y archivos. Solamente quedaron las paredes, las columnas y algunos vitrales más altos a los cuales no llegó el fuego. Su restauración en estos últimos años ha puesto más de relieve su estilo gótico elegante y sobrio.
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