Luego de que las flores le fueran entregadas al Obispo, dejó una imagen de sí misma impresa milagrosamente en su tilma, un tejido de cactus de poca calidad que se debió haber deteriorado en 20 años pero que no muestra señales de corrupción 475 años después y aún desafía toda explicación científica sobre su origen.Inclusive parece aín reflejar en sus ojos lo que tenía frente a ella en 1531.
Su mensaje universal de compasión y amor, y su promesa de ayuda y protección para toda la humanidad, se encuentra relatado en el "Nican Mopohua", documento escrito en el siglo 16 en el lenguaje nativo, Nahuatl.
Hay razones para creer que en el cerro Tepeyac, María vino en su cuerpo glorificado, siendo sus manos físicas las que acomodaron las rosas en la tilma de Juan Diego, lo que hace a esta aparición muy especial
En 1750 el santuario recibió el título de colegiado, con servicio canónico y coral establecidos. Siendo agregado a San Juan Laterán en 1754; y finalmente, en 1904 fue creada la primera basílica. El eclesiástico que la preside es llamado abad de la misma. La renovación ejecutada en aquel entonces en un hermoso estilo Bizantino, presenta una impactante ilustración del relato Guadalupano. En la actualidad la imagen es exhibida en la última y moderna Basílica en cuyo diseño se mezclan elementos indígenas y modernos, ubicada en el atrio del complejo de los edificios del santuario de Guadalupe, misma que fue dedicada en 1976, lugar al que se trasladó la imagen en procesión solemne. La imagen realmente constituye Guadalupe. Ella forma el santuario. En ocasiones la devoción. Se le toma como la representación de la Inmaculada Concepción, constituida por la figura aislada de la mujer con el sol, luna, y estrellas acompañantes de la gran señal apocalíptica, y como añadido un ángel que la sostiene bajo la luna creciente.
Un gran mural decora la antigua basílica conmemorando la escena. de su aparición La imagen fue venerada, guardada en la capilla del obispo, y poco después conducida en procesión al primer santuario. El burdamente tejido que porta la imagen es tan delgado y abierto como un costal. Esta formado de una fibra vegetal, muy probablemente maguey. Consiste de dos franjas, de cerca de 1.70 mt de largo y 45 cms. De ancho, unidas entre sí por una débil costura. La costura es visible a lo largo del centro de la figura, torciéndose a un lado en el rostro. Pintores de renombre no comprenden como fue que los colores se aplicaron. Han manifestado que la superficie no solo es inadecuada y sin preparación; maravillándose de la ausencia de aceites, temple, agua , etc. colorantes en la misma figura. Quedando admirados por los tintes florales y la abundancia de oro. Ellos y otros artistas encuentran que las proporciones corresponden perfectamente a una doncella de quince años. La figura y la actitud simulan avance. Hay ligereza y descanso en el atento ángel que la soporta. Los colores principales son oro profundo en los rayos y estrellas, verde azulado en el manto, y rosa en la floreada túnica. Evidencia jurada fue dada en varias comisiones investigadoras corroborando el relato tradicional del milagroso origen e influencia de la imagen. Algunos testamentos conectados con Juan Diego y sus contemporáneos fueron aceptados como evidencia documental. Constancias fueron emitidas de la carta del Obispo Zumárraga a sus hermanos Franciscanos en España relativa a las apariciones. Su sucesor, Montúfar, instituyó una investigación canónica, en 1556, en un sermón en que los pastores y el pueblo fueron regañados por abarrotar el nuevo santuario. En 1568 el renombrado historiador Bernal Díaz, compañero de Cortés, hace referencia incidental a Guadalupe y sus diarios milagros. El virrey laico, Enríquez, aunque no se oponía a la devoción, escribió en 1575 a Felipe II pidiéndole prevenir al tercer arzobispo construir una parroquia y monasterio en el santuario; peregrinaciones inaugurales eran realizadas en su dirección por virreyes y otros magistrados principales. Procesos, nacionales y eclesiásticos, fueron laboriosamente formulados y atestiguados para presentación en Roma, en 1663, 1666, 1723, 1750. El clero, secular y regular, han sido notablemente fieles en la devoción hacia Nuestra Señora de Guadalupe, los obispos en especial estimulándola, al grado incluso de hacer protesta de fé en el asunto del milagro como obligación ocasional. Los papas Benedicto XIV y León XIII fueron dos de sus más fuertes apoyos. El primero decretó que Nuestra Señora de Guadalupe fuera la patrona nacional, e hizo del 12 de Diciembre como día de observancia con una octava, y ordenó una Misa y Oficio especiales; el último aprobó una histórica segunda Nocturna, ordenando que la imagen fuera coronada en su nombre, componiendo una inscripción poética en la misma. Pío X permitió a sacerdotes mexicanos decir Misa de Santa María de Guadalupe en el día doce de cada mes, otorgando indulgencias que pueden ser ganadas en cualquier parte del mundo al rezar frente a una copia de la imagen. Una copia milagrosa en Roma para la cual Pío IX ordenó su propia capilla celebra anualmente los "Prodigia" del 9 de Julio. Siendo visitado por primera vez por un papa en Enero de 1979, por el actual sucesor de Pedro, el polaco Karol Wojtyla bajo su nombre papal de Juan Pablo II, el papa que más a viajado en la historia de la iglesia, y que se ha manifestado como especialmente devoto de la Santísima Virgen María.
Un gran mural decora la antigua basílica conmemorando la escena. de su aparición La imagen fue venerada, guardada en la capilla del obispo, y poco después conducida en procesión al primer santuario. El burdamente tejido que porta la imagen es tan delgado y abierto como un costal. Esta formado de una fibra vegetal, muy probablemente maguey. Consiste de dos franjas, de cerca de 1.70 mt de largo y 45 cms. De ancho, unidas entre sí por una débil costura. La costura es visible a lo largo del centro de la figura, torciéndose a un lado en el rostro. Pintores de renombre no comprenden como fue que los colores se aplicaron. Han manifestado que la superficie no solo es inadecuada y sin preparación; maravillándose de la ausencia de aceites, temple, agua , etc. colorantes en la misma figura. Quedando admirados por los tintes florales y la abundancia de oro. Ellos y otros artistas encuentran que las proporciones corresponden perfectamente a una doncella de quince años. La figura y la actitud simulan avance. Hay ligereza y descanso en el atento ángel que la soporta. Los colores principales son oro profundo en los rayos y estrellas, verde azulado en el manto, y rosa en la floreada túnica. Evidencia jurada fue dada en varias comisiones investigadoras corroborando el relato tradicional del milagroso origen e influencia de la imagen. Algunos testamentos conectados con Juan Diego y sus contemporáneos fueron aceptados como evidencia documental. Constancias fueron emitidas de la carta del Obispo Zumárraga a sus hermanos Franciscanos en España relativa a las apariciones. Su sucesor, Montúfar, instituyó una investigación canónica, en 1556, en un sermón en que los pastores y el pueblo fueron regañados por abarrotar el nuevo santuario. En 1568 el renombrado historiador Bernal Díaz, compañero de Cortés, hace referencia incidental a Guadalupe y sus diarios milagros. El virrey laico, Enríquez, aunque no se oponía a la devoción, escribió en 1575 a Felipe II pidiéndole prevenir al tercer arzobispo construir una parroquia y monasterio en el santuario; peregrinaciones inaugurales eran realizadas en su dirección por virreyes y otros magistrados principales. Procesos, nacionales y eclesiásticos, fueron laboriosamente formulados y atestiguados para presentación en Roma, en 1663, 1666, 1723, 1750. El clero, secular y regular, han sido notablemente fieles en la devoción hacia Nuestra Señora de Guadalupe, los obispos en especial estimulándola, al grado incluso de hacer protesta de fé en el asunto del milagro como obligación ocasional. Los papas Benedicto XIV y León XIII fueron dos de sus más fuertes apoyos. El primero decretó que Nuestra Señora de Guadalupe fuera la patrona nacional, e hizo del 12 de Diciembre como día de observancia con una octava, y ordenó una Misa y Oficio especiales; el último aprobó una histórica segunda Nocturna, ordenando que la imagen fuera coronada en su nombre, componiendo una inscripción poética en la misma. Pío X permitió a sacerdotes mexicanos decir Misa de Santa María de Guadalupe en el día doce de cada mes, otorgando indulgencias que pueden ser ganadas en cualquier parte del mundo al rezar frente a una copia de la imagen. Una copia milagrosa en Roma para la cual Pío IX ordenó su propia capilla celebra anualmente los "Prodigia" del 9 de Julio. Siendo visitado por primera vez por un papa en Enero de 1979, por el actual sucesor de Pedro, el polaco Karol Wojtyla bajo su nombre papal de Juan Pablo II, el papa que más a viajado en la historia de la iglesia, y que se ha manifestado como especialmente devoto de la Santísima Virgen María.
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