Del sitio de Olimpíadas Nacionales de Contenidos Educativos:
El valle del Famayfil, en la provincia de Catamarca, Argentina, nace en la famosa, profunda y angosta Quebrada de Belén, donde el río Belén (antiguamente llamado Famayfil) le pelea cuerpo a cuerpo cada centímetro de tierra y roca a la mítica ruta nacional 40, que en ese tramo es una espectacular y multicolor cuesta.Cuando termina la quebrada, el valle se ensancha rápidamente, el río se hace manso y el valle hacia el sur, se extiende seco y perezoso en la llanura.
Allí está enclavada la ciudad de Belén, ahora ya encajonada entre el río al este y la abrupta ladera de la montaña al oeste. En la ladera que mira al este, de esa montaña existía desde tiempos remotos una huella o sendero que sube unos 400 metros hasta una saliente importante, que es un espectacular y privilegiado mirador de todo el valle. Esa serpenteante huella de herradura fue usada desde hace mucho tiempo como un Vía Crucis en las ceremonias religiosas católicas. Era un desafío y un atractivo no solo para los belichos, sino para los visitantes, teniendo en cuenta la magnificencia del entorno montañoso con el gran valle a los pies, así surgió la idea de construir en la cumbre una gran estrella que se la pueda ver desde cualquier parte del valle.
Entre 1977 y 1978 el escultor marplatense Hidelberg J. Ferrino decide pasar unas vacaciones en el Norte de Argentina y luego de visitar Santiago del Estero y Tucumán, bajando la cuesta de La Chilca, rumbo a la ciudad de Catamarca, se rompe la caja de velocidades de su viejo Ford Falcon, por lo que decide bajar a Andalgalá y seguir hacia Belén donde tenía un amigo propietario de la única venta de repuestos: don Horacio Jais.
El escultor debe quedarse en Belén a la espera de la llegada del repuesto y así conoce al hermano de su amigo, "Chichí" Jais, Intendente de Belén, quien le comenta la idea de construir una gran estrella en la cumbre de la montaña, entrando con el escultor en disquisiciones entre filosóficas y artísticas: que Belén, que Cristo, que la estrella de seis puntas, que de cinco, finalizando el escultor Ferrino con la idea de que le gustaría hacer un monumento de la Virgen de Belén, patrona del pueblo.
El escultor Ferrino vuelve a Mar del Plata y un día jugando con las sombras de las paredes de su casa ve en ellas las montañas, el sendero serpenteante y la imagen de la Virgen; empieza a bocetar hasta lograr el modelo. Reunidos nuevamente el Intendente Jais y el artista Ferrino, este le presenta el dibujo de una gigantesca imagen de la Virgen en la cumbre de las agrestes montañas y la idea le gustó. Convocó a las fuerzas vivas del pueblo: el legendario Padre Santiago Fermín Carrizo (cura párroco de la parroquia de Nuestra Señora de Belén, y para muchos el de la idea original) quien se entusiasmó con el proyecto, y luego se convocó a todo el pueblo el que entendió que estaba siendo llamado para una obra importante, formándose una comisión Pro Monumento. Rápidamente se transformó en una causa popular.
Cuentan las historias del pueblo que Ferrino minimizó el trabajo, esfuerzo, tiempo y materiales que demandaría tan monumental obra. Cuando "dijo la verdad" era imposible volver atrás pues ya todo el pueblo multiplicaba esfuerzos para llevarla a cabo: 2.000 bolsas de cemento· 80 camionadas de ripio, 60 camionadas de arena, 2 tn de hierro de varias medidas, 40.000 litros de agua, entre otros materiales.
Desde fines de 1978 se empezó a trabajar armando comisiones que se ocuparían de cada etapa de la monumental obra. No solo se presentaban problemas económicos, sino de traslado y técnicos de construcción, pero todo el pueblo de Belén, desde ancianos, mujeres, niños hasta campesinos acarreaban, con sol, frío o viento, montaña arriba los materiales por el escarpado sendero, algunos los llevaban en sus hombros, otros en tropillas de burros y mulas.
Cuidadosamente y a cubierto de las inclemencias los materiales eran acopiados en la cumbre de la montaña. Cada vez el esfuerzo era mas duro y las cifras escalofriantes, pero nadie descansaba ni daba un paso atrás.La imagen proyectada por Ferrino es la Virgen María de 15 m de altura, caminando por la cumbre de la montaña con su pelo y capa agitados por el viento. Muestra en su brazo izquierdo al Niño Jesús (de 4,50 m de largo), y en el derecho tiene un pan que lo presenta como una ofrenda al pueblo, allá abajo en el valle. Hubo que construir un andamio de 18 m de altura en la explana que se hizo, instalándose un equipo de radio para coordinar las tareas.
Los niños y jóvenes de las Escuelas transportaban los materiales en sus manos, lo mismo que los policías, empleados Municipales y miembros de todas las instituciones del pueblo. Todos querían participar de alguna manera en la construcción de la mayor obra popular de Belén. Dicen que en algunos momentos ya no era una obra racional, pero la fe cristiana del pueblo hizo lo imposible para seguir adelante, también cuentan que no hubo en toda la obra ni un herido o accidentado.
Cuatro año después, el 2 de Diciembre de 1982, y bajo el lema "Monumento a la Virgen de Belén, para la Reconciliación Nacional", cuando Belén cumplía 301 años de vida, se inauguraba esta magnífica obra popular.Muchos belichos con lágrimas en los ojos miraban con orgullo su obra.
Los solemnes festejos fueron presididos por el gobernador de la provincia, autoridades eclesiásticas, militares, etc.. Varios ancianos o impedidos físicamente fueron subidos en angarillas hasta el Monumento.Actualmente todo el complejo que consta además de la estatua de la Virgen y el Niño, de plataformas, escalinatas y barandas, cubre una importante superficie sobre la montaña, al que se asciende por un pintoresco sendero de unos 2 Km. de extensión. Ofrece desde todo el valle una imagen sobrecogedora y por las noches se ilumina desde el inicio de la cuesta. Es uno de los atractivos turísticos más convocantes del departamento y lugar privilegiado para la fotografía (para tomar fotos se recomienda no hacerlo en horas de la mañana). Todo el pueblo de Belén, instituciones, escuelas, etc. junto al ex Intendente José Omar Jais, al emblemático padre Fermín Carrizo y al escultor Ferrino son los pioneros de esta obra popular. La imagen monumental de la Virgen de Belén en la cumbre de las montañas dio la vuelta al mundo, y es uno de los grandes orgullos del pueblo de Belén
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