Salaún era un hombre sencillo, que en el siglo XIV, sus vecinos pensaban que era un loco. El no sabía decir más que dos palabras. "Ave María", las cuales repetía continuamente.
Un 1º de noviembre, lo encontraron muerto cerca del tronco de un árbol, no muy lejos de la parroquia de Elleau en Francia y lo enterraron ahí mismo. Algún tiempo después, surgió de la tierra un lirio perfumado que tenía escritas en letras de oro, las dos únicas palabras que él conocía y había pronunciado toda su vida. "Ave María".
En 1365, se puso la primera piedra de una iglesia que llegó a ser la perla de todas las iglesias de Bretaña: Nuestra Señora de Folgoët (Nuestra Señora del Loco del Bosque) que fue reconocida por la Iglesia en 1888.
Un 1º de noviembre, lo encontraron muerto cerca del tronco de un árbol, no muy lejos de la parroquia de Elleau en Francia y lo enterraron ahí mismo. Algún tiempo después, surgió de la tierra un lirio perfumado que tenía escritas en letras de oro, las dos únicas palabras que él conocía y había pronunciado toda su vida. "Ave María".
En 1365, se puso la primera piedra de una iglesia que llegó a ser la perla de todas las iglesias de Bretaña: Nuestra Señora de Folgoët (Nuestra Señora del Loco del Bosque) que fue reconocida por la Iglesia en 1888.
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