En 1763, los esclavos que no podían asistir a San Juan Bautista, la iglesia principal de Atibaia, comenzaron a construir una por su propia cuenta.
Terminada en 1817, la iglesia es a menudo llamado Nossa Senhora do Rosário dos Pretos, (Nuestra Señora del Rosario de los Negros).
Esta ciudad agrícola es el hogar de la tradición de la más antigua comparsa y de las más activas en la región. Los cinco grupos de comparsas en Atibaia combinan las prácticas religiosas africanas y portuguesas, en torno a la devoción a San Benito y Nuestra Señora del Rosario.
El 27 de diciembre, en una tradición que ya que tiene más de 200 años, las comparsas se reúnen fuera de la iglesia de Nuestra Señora de madrugada, vestidos con brillantes uniformes de color escarlata, verde, azul, rosa o blanco, portando espadas, banderas e instrumentos musicales. El día comienza con una serenata y termina con fuegos artificiales. En el medio, al sonido de tambores, guitarras, y las campanas repicando, las comparsas bailan en procesión a través de la ciudad: jóvenes, viejos, hombres, mujeres, blancos y negros.
La fiesta de Nuestra Señora del Rosario de Atibaia forma parte del principio de la celebración de la Navidad con la construcción de dos torres rematadas con imágenes de la Madre de Dios y la celebración de Plaza 28 de diciembre con las procesiones en honor de San Benito.
27 de diciembre de 2017
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