Del sitio Fundación Cari Filii:
Señor, no sé qué debo pedirte.
Tú conoces mis necesidades,
Tú sabes lo que me hace falta,
Tú me amas más que yo a mí misma.
Concédeme, Dios mío, lo que yo no se pedirte:
no quiero ni me atrevo a pedirte mi curación,
solamente acudo a Ti y te abro mi corazón.
Rómpeme o sáname,
adoro y adoraré siempre tu voluntad sin conocerla:
me resigno, me callo, me sacrifico, me doy, me abandono,
ya no tengo otro deseo
que hacer en todo tu santa voluntad.
Ayúdame a sufrir con paciencia,
y que las quejas que pudieran escaparse de mis labios
sean una oración que sale de mi corazón
y sube hasta ti.
Tu querido Hijo Jesús, mi Salvador, sufrió por mí:
es muy justo que yo me olvide por Él.
Él tenía la fuerza de un Dios
y yo sólo la debilidad de una criatura.
Enséñame, pues, a rezar,
o más bien reza tú por mí,
porque yo no puedo.
Estelle Faguette
No hay comentarios:
Publicar un comentario