23 de diciembre de 2024

Nuestra Señora de Fátima en Granada (Segunda Parte)

Del sitio El Independiente de Granada:

La imagen de la Virgen de Fátima continuó recorriendo los días 3 y 4 de octubre la mayoría de iglesias y barrios de Granada. La subieron al Albayzín, la llevaron a centros benéficos, a la cárcel provincial, a la fábrica de Pólvoras de El Fargue, etc, etc.

Hasta que muy de mañana del día 5 partió hacia Berja por la carretera de Motril. Todos los vecinos de los pueblos salían a parar la comitiva, a tocar la imagen y a rogarle milagros. Y volvieron a repetirse nuevas supuestas curaciones en varios pueblos. Los días siguientes, la prensa provincial ofrecía noticias de más curaciones achacables a la intercesión de la Virgen de Fátima. En la parada de Alhendín, dos mujeres y una niña, enfermas de gravedad, dijeron haber sido curadas al paso de la imagen. Se trató de Laura Dueñas Gómez (24), Carmen Salinas Ramírez (45) y Josefa Ruiz Muñoz (5). La primera no había podido moverse en años por padecer el mal de Pott; la segunda padecía tumor en un pecho que le afectó a un brazo; y la niña sufría de parálisis infantil. La respuesta de las tres al estar delante de la imagen de la Virgen fue gritar de alegría porque notaron que habían sido curadas. Las tres habían sido tratadas por médicos de la capital que no se explicaron lo ocurrido.

Tenemos la certeza de que la comisión médica de la Real Academia de Medicina se reunió de urgencia el 6 de octubre, sólo un día después de que la imagen abandonase Granada camino de Berja. Y que todos aquellos médicos que habían participado en operaciones o tratamientos de los enfermos supuestamente curados por la Virgen de Fátima fueron requeridos por la comisión de la Real Academia de Medicina para elaborar su dictamen.

Pero ahí se pierde el rastro de los trabajos que hicieron para el arzobispo. La comisión no dejó referencia alguna en las actas de la sesión o sesiones que debieron tener en la Academia de Medicina. Tampoco existe informe escrito en el Archivo Diocesano. No he sido capaz de hallar aquel informe médico. De haber existido un pronunciamiento de expertos, debió ser de modo oral entre los doctores Guirao Gea y Enrique Hernández con el prelado Balbino Santos.

Por lo que se refiere a la duración de aquellos supuestos milagros, los hubo para todas las opiniones: Antonio Álvarez Pérez falleció en diciembre del año siguiente; Isabel de la Torre Puig tuvo larga vida, ya que murió anciana en junio de 1988. Algo parecido ocurrió con Sor María de Nazaret, que casi llegó a la ancianidad (murió en mayo de 1982) tras haber expandido su congregación por medio mundo. Las Siervas del Evangelio que convivieron con ella estuvieron siempre seguras de que su fe en la Virgen de Fátima la había curado de una manera inexplicable. El caso de mayor longevidad fue para María García Moreno, que falleció muy anciana en 1998.

Convocar a 60.000 personas a una misa en la Bomba no fue un milagro. Tampoco tener la ciudad en vilo durante las setenta y dos horas que la imagen estuvo deambulando por sus calles e iglesias. Lo verdaderamente notable de aquella estrategia de recristianización mariana se produciría durante los años siguientes. El arzobispo contó para ello con la colaboración de los sacerdotes Francisco Antiñolo, Francisco Moratalla y Aureliano García Tello.

Para empezar, Balbino Santos organizó una peregrinación a Fátima a recoger la imagen que había encargado para Granada al mismo autor de la original de la Cova. Iría destinada a la magna basílica que iba a tener la nueva virgen portuguesa en la ciudad granadina. El lugar elegido fue una antigua ermita de labradores en el barrio de la Lancha. El 7 de octubre de 1951 llegó la imagen desde Portugal y con ella se fue en procesión para colocar la primera piedra de la que se pretendía ser una magna basílica. El proyecto salió del estudio de Francisco Prieto-Moreno. Está ubicada en la parte alta de una promoción de viviendas baratas iniciada por el Patronato de la Virgen de las Angustias; el lugar era la parte baja de las minas de oro de la Hoya de la Campana, rodeado de antiguas construcciones mineras y los terrenos de los derrabes romanos.

El edificio inicial fue diseñado pensando en una especie de panóptico, abierto a tres puntos cardinales, que permitiera concentraciones multitudinarias. Las naves interiores realmente no serían muy grandes, situadas en penumbra, para dejar el centro destacado e iluminado por una lucerna que caía sobre el altar con la Virgen de Fátima. Todos los alrededores serían una especie de jardín y arboledas para acoger a las miles de personas que cada primavera, acudirían en romería.

El resultado final del proyecto (1961) no fue tan ambicioso como se pensó al principio. El edificio fue construido de manera más modesta, reducido el panóptico a una forma de abanico. La torre de campanas también fue modificada. El acabado final no fue una basílica, sino una iglesia parecida a las muchas que surgieron por entonces en los pueblos de colonización. Aunque lo importante era la romería que cada año se organizaba desde la basílica de las Angustias hasta Fátima. Cada 13 de mayo, Granada contaba con una romería más. Poco a poco fue languideciendo hasta quedar prácticamente extinguida en la actualidad.

No ocurrió lo mismo en la provincia de Granada. En el verano de 1951, la imagen de la Virgen de Fátima estuvo recorriendo la provincia de Granada sin cesar. Fueron 112 procesiones por carreteras y caminos para llevar la devoción y la esperanza de una nueva religiosidad. Siempre iba seguida de cientos o miles de vecinos de los pueblos por donde pasaba; los curas se la iban pasando uno a otro. Algunas corporaciones declararon alcaldesa a la Virgen de Fátima, otros dedicaron capillas dentro de sus iglesias y varios más decidieron construirle ermitas propias para su culto. Algunas de aquellas ermitas fueron de iniciativa popular y otras sufragadas por alguna familia acaudalada.

Surgieron ermitas a la Virgen portuguesa en Alpujarra de la Sierra, Alamedilla (anejo del Peñón, con romería incluida), Fátima (anejo de Castril), Guadix (de promoción particular), Víznar, etc. Quizás uno de los casos más sobresalientes sea el de Alicún de Ortega. En este pueblo limítrofe con Jaén, su alcalde (Sebastián Abril García) le entregó la vara de mando y propuso nombrarla copatrona del municipio, junto a San Roque, y alcaldesa perpetua. Poco a poco, el día de la Virgen de Fátima se convirtió en la fiesta mayor de la localidad, con romería incluida al anejo de Estepa. Recientemente (2019) ha sido construida una ermita entre el vecindario. Un enorme azulejo con las imágenes de San Roque y la Virgen de Fátima dan la bienvenida a quienes acceden al pueblo por la calle Alcárceles.

Entre el año de los “milagros” de Fátima en Granada (1949) y el fallecimiento del arzobispo Balbino Santos (1953), fueron 202 las imágenes de la Virgen de Fátima traídas a su diócesis y bendecidas por el prelado.

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