Tras la coronación de la Virgen de Fátima en 1947, su imagen peregrina inició medio siglo de viajes que le llevarían por 64 países hasta el año 2000, cuando fue entronizada definitivamente en la basílica de Cova de Iria.
Sus peregrinaciones a finales de los 40 y durante los años 50 fueron acompañadas de muchas curaciones asombrosas o milagrosas, que la prensa española regional recogía y difundía, citando el nombre del milagrado y, a menudo, del médico que le atendía.
El primer viaje internacional de la imagen recorrió España durante casi un año, a lo largo de 1948. La Virgen de Fátima llegó a Madrid el 24 de mayo de 1948. Cinco días después, en la misa de enfermos, se anunciaron varios milagros: una paralítica que pudo andar, una hemipléjica afectada en el habla pudo alzar su voz y otra mujer, paralítica del lado izquierdo se levantó y se dirigió al patriarca de Lisboa, Manuel Gonçalves Cerejeira, presente en la celebración.
Vamos a contrastar el inicio, relativamente "modesto", de la peregrinación por Zamora.
Marisol López, del diario La Opinión-El Correo de Zamora, ha revisado sus archivos y se ha hecho eco del paso de la imagen del 5 al 15 de mayo de 1949 por esta provincia, vecina de Portugal. Entonces tenía casi 320.000 habitantes: y hoy tiene la mitad, y es de las zonas más envejecidas de Europa.
La prensa en 1949 animó a la población a acudir a los encuentros con la imagen. El entonces obispo de Zamora, Jaime Font Andreu, escribió varios artículos al respecto en El Correo de Zamora.
El 5 de mayo de 1949 Cubo del Vino fue primer pueblo zamorano en recibir la devota comitiva, con vecindario en "fervoroso entusiasmo" incluso 4 kilómetros antes de su llegada "bajo una lluvia incesante". El pueblo entero cantó la Salve a Virgen.
Pocos días después, se dio a conocer un milagro. "Se trata del obrero Pablo Robles, que se encontraba paralítico desde hace cuatro años sin poderse valer para nada por sí mismo. Lo llevaron a la carretera para presenciar la religiosa comitiva y orar ante la Virgen Madre. Cuando tocó sus andas dice que sintió que un calor intenso se extendía por todo su cuerpo. Vive en un segundo piso y cuando la gente quiso cogerle en brazos para subir las escaleras como lo habían hecho otras veces dijo: Yo solo lo subiré, pues la oración que le dije a la Virgen ha sido atendida", recoge el periódico zamorano.
La crónica detalla que sus vecinos, entre lágrimas, vieron cómo Pablo Robles ascendía por las mismas escaleras que ellos le ayudaban a sortear desde hacía años.
La imagen acudió también, siempre entre multitudes, a Corrales del Vino, donde fue velada toda la noche, a la ermita de Morales del Vino y después ya a la hermosa ciudad de Zamora.
El Correo de Zamora publicó instrucciones precisas para los zamoranos: los hombres debían estar en una calle, las mujeres en otra y los niños en otra. Se pedía "riguroso silencio" y rezo del Santo Rosario que, emitido desde Radio Zamora, sonaría por los altavoces. Las crónicas dicen que 15.000 personas acompañaron a la imagen.
El 15 de mayo se celebró la misa de enfermos en la famosa catedral de la ciudad. Algunos pacientes fueron recogidos de sus domicilios para asistir a la misa. Unos 500 enfermos fueron colocados ante el altar. El obispo presidió la misa, la Juventud de Acción Católica aportó la música y mil personas comulgaron.
El Correo de Zamora describió días después un milagro a raíz de esa misa, dando muchos detalles. "Se trata de la señorita Justa Junquera Alonso que llevaba cinco años imposibilitada casi totalmente y desde anoche mueve los brazos y puede sostenerse sentada, lo que antes no podía hacer". Por el domicilio de la enferma, en la calle San Andrés, donde también se situaba entonces la redacción del diario, pasan "numerosas personas para comprobar el hecho".
Justa Junquera siguió la misa de enfermos recostada en una camilla facilitada por Cruz Roja. Dice el periódico que "en el instante de la comunión concentró todo su pensamiento en que se hallaba en la presencia de Dios y pidió a la Virgen que, si era merecedora de ello, que se dignase curarla de la dolencia". La mejoría no fue inmediata, pero comenzó esa misma noche. Su familia atestiguaba que le habían remitido los dolores y podía mover el brazo y la mano derechos.
El Correo no se olvidó del milagrado de Cubo del Vino, y fue dando más datos en días siguientes: Pablo Robles seguía mejorando y hasta se había podido reincorporar a su puesto en la Renfe y volver a cobrar su sueldo. También hizo un seguimiento a Justa Junquera , que también siguió mejorando.
La prensa zamorana no hizo fotos de los milagrados ni apenas de las multitudes, reutilizaba imágenes portuguesas, de los hechos en Fátima. Pero esto cambiaría en el futuro.
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