En Portugal, cuando los moros invadieron el país, las monjas de un convento portugués, huyendo, escondieron la imagen de Nuestra Señora da Lapa en una cueva. Tiempo después, una pastora muda comenzó a hablar en cuanto encontró la imagen escondida.
La devoción llegó a Brasil y en Río de Janeiro consiguió un oratorio en la calle Mercadores, en la parte trasera de la Iglesia de la Cruz Militar.
Este oratorio fue un regalo de los vendedores ambulantes (mercaderes) que instalaban sus puestos en las calles aledañas a la iglesia. De la devoción de estos vendedores a la Madre de Dios, surgió el título: Nossa Senhora da Lapa dos Mercadores.
Delante del oratorio, todos los días se rezaba el Santo Rosario y cada 15 de agosto se adornaba la imagen.
Los comerciantes más ricos reunieron una cofradía que inició la construcción del templo en honor de Nuestra Señora en 1747. Tres años más tarde, antes incluso de que la construcción estuviera terminada, se inauguró la iglesia en honor de Nuestra Señora de Lapa de los Mercaderes.
OREMOS:
No hay comentarios:
Publicar un comentario