6 de junio de 2023

Icono de Nuestra Señora "Alegría de todos los que lloran"

Del sitio Deva-María:

El icono de la Madre de Dios "Alegría de todos los que sufren" fue glorificado por primera vez en 1688, durante el reinado de los zares Juan y Pedro Alexéievich. La hermana nativa del Patriarca Joaquín, Eufemia, que sufría desde hacía mucho tiempo una enfermedad incurable, una mañana durante una oración oyó una voz que la llamaba a rezar ante la imagen de la Theotokos "Alegría de todos los que sufren" en la iglesia de la Transfiguración en Ordynka y a ordenar la realización de un servicio de oración con bendición de agua. Eufemia hizo lo que se le dijo y, tras la bendición con agua ante el icono, se curó. Desde entonces, muchas personas doloridas y afligidas, rezando a la Madre de Dios a través de su imagen milagrosa, comenzaron a recibir curación y liberación de sus calamidades.

En 1711, cuando se decidió trasladar la residencia del zar de Moscú a San Petersburgo, la hermana nativa del emperador Pedro I, la zarevna Natalia Alexeevna, llena de particular reverencia por el icono milagroso "Alegría de todos los que sufren", hizo una copia del mismo y lo llevó junto con otros objetos sagrados a San Petersburgo. Según otros informes, se dejó una copia en Moscú y la zarina se llevó consigo la verdadera imagen. En el siglo XVIII se construyó una iglesia en honor del icono de la Madre de Dios "Alegría de todos los que lloran" en el lugar que ocupaba la iglesia de la Transfiguración del Señor, donde aún puede verse el maravilloso icono de la Madre de Dios.

Hay dos representaciones iconográficas de la Madre de Dios "Alegría de todos los que sufren": una muestra a la Madre de Dios con el Niño eterno en brazos, la otra la muestra sin Él. A veces el icono se llama "Alegría de todos los que lloran".

Se reza al icono de la Madre de Dios "Alegría de todos los que sufren" por todos los ofendidos, oprimidos, sufrientes, desesperados, afligidos, en busca de consuelo y protección, con enfermedades incurables, por la protección de los huérfanos y los pobres, que sufren convulsiones, aflojamiento de manos, enfermedades de garganta, tuberculosis.

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