Como atestiguan los numerosos exvotos que cubren las paredes del oratorio dedicado a Nuestra Señora del Puente, la Virgen es especialmente venerada por los narbonenses. Este culto se remonta a San Pablo de Narbona, primer obispo de Narbona en el siglo III.
Una estatua de la Virgen, honrada con el nombre de Notre-Dame du Pont, se alza majestuosa en un oratorio situado en un lateral de la catedral de Saint Just Saint Pasteur de Narbona. Un centenar de exvotos, la mayoría de los cuales datan de la primera mitad del siglo XX, demuestran una devoción muy arraigada.
La estatua debe su nombre al lugar que se le dedicó durante más de tres siglos. En efecto, de 1525 a 1855, se situó en medio de un puente que se llamaba indistintamente puente de Notre-Dame, de la Cadène (una gran cadena de hierro tendida al atardecer de una orilla a otra para impedir la circulación de los barcos) o puente de Santa Catalina, (destruído). Estaba resguardada por un nicho de mármol blanco, junto a un farol que se encendía de noche y de día, y estaba situada a propósito entre el pueblo y la ciudad para no despertar envidias entre los habitantes.
Antes de ser colocada en el puente, la estatua de la Virgen fue venerada en la iglesia de Lamourguiér, en la ciudad, y recordó que la primera iglesia construida en Narbona por San Pablo en el siglo III estaba dedicada a la Virgen. Lamourguié se convirtió en el refugio de la ciudad en tiempos de calamidad, y los arzobispos acudían allí oficialmente para implorar la ayuda de la Virgen. En 1525, bajo el episcopado de Mons. Jean de Lorraine, arzobispo de Narbona, se reconstruyeron las fortificaciones de la ciudad y se añadió el famoso puente de piedra decorado con la estatua. En 1855, a pesar de las protestas de los habitantes, una deliberación municipal ordenó la demolición del puente, que dificultaba el paso de los coches. La demolición del puente comenzó el 22 de julio de 1855. Los restos de la hornacina, cuidadosamente recogidos y numerados, se almacenaron por primera vez y su remontaje tuvo lugar el 7 de junio de 1889 en la catedral de Saint Just Saint Pasteur, donde la Virgen se venera desde entonces con el nombre de Notre-Dame-du-Pont.
Oración
Oh Virgen, oh Madre, que amas ser invocada bajo el nombre de Estrella del Mar, para enseñarnos con qué confianza debemos rezarte durante el paso de esta vida, mientras estás en la Gloria en la presencia de Dios, recuerda que el primer templo erigido a la gloria de tu divino Hijo en esta ciudad de Narbona, te fue dedicado por nuestro Padre en la fe, el glorioso San Pablo, y que fuiste elegida para ser la Reina y Patrona de esta ciudad.
Te rogamos que nos obtengas de Dios, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de nuestros mártires, San Justo y San Pastor, San Sebastián, San Pablo de Narbona, San Prudente, y de nuestros santos obispos, San Rústico y San Teodardo, todos los bienes espirituales y, si está en los designios de la Providencia, la gracia que pedimos (indicar la gracia solicitada)
Y que tu protección maternal nos ayude a llegar a la Tierra de los vivos.
Que así sea.
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