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La devoción a Santa María del Mar parte de una leyenda muy sugestiva.
Entre otros nombres referentes a la Virgen y vinculados a lugares donde se han desarrollado a lo largo de los siglos formas particulares de devoción dedicadas a ella, Santa María del Mar es así llamada la Madre de Jesús, en los municipios de Maiori y Santa Maria di Castellabate, en la provincia de Salerno, de los que es la patrona.
El 15 de agosto, festividad de la Asunción de María, se celebran dos grandes fiestas en las que participan cada año miles de fieles y curiosos que confluyen en los dos pequeños municipios precisamente para esta ocasión. De hecho, se trata de celebraciones extremadamente sugerentes, como lo son a menudo las fiestas vinculadas a la Asunción de la Virgen al cielo y, más en general, las fiestas patronales del Sur de Italia. Estas fiestas tienen su origen en una tradición a menudo antigua y muy arraigada, donde se mezclan.
El 15 de agosto no es sólo una ocasión para fiestas y viajes fuera de la ciudad. De hecho, se recuerda la Asunción de María al cielo.
En Maiori Santa María del Mar se celebra el 15 de agosto, pero también el tercer domingo de noviembre, con procesiones solemnes que terminan con la llamada corsa de la Virgen. Quienes llevan la estatua de la Virgen, que según la leyenda fue encontrada en la playa por unos pescadores en 1200, corren por los 127 escalones de la escalera que une la plaza D’Amato con la Colegiata de Santa María del Mar, la iglesia que suele albergar la escultura. Una celebración pintoresca, que quiere representar la Asunción de la Virgen al cielo, acompañada de la música de la banda y espléndidos fuegos artificiales.
En Santa Maria di Castellabate el punto culminante de la fiesta llega cuando se saca la estatua de Santa María del Mar del santuario homónimo que la alberga. La Virgen dirige su silencioso saludo al mar, luego es llevada en procesión a través de un recorrido que sigue la costa, recibida por una multitud de fieles jubilosos y emocionados, y conducida a la playa de Marina Piccola. Aquí también convergen los devotos, para asistir a medianoche al espectáculo de fuegos artificiales disparados por los barcos pesqueros desplegados en el mar para la ocasión. Pero la fiesta de Santa María del Mar comienza ya en los días previos, con la tradicional feria y con el juego de la Stuzza, una antigua prueba de destreza en la que los contendientes tratan de recuperar tres banderas puestas en lo alto de un palo enjabonado colocado en el agua de Marina Piccola.
En cuanto a la devoción generalizada por Maiori, cuenta la leyenda que a principios de 1200 un barco procedente de Oriente fue atrapado por una terrible tormenta frente al pueblo. Para escapar de una muerte segura, los marineros decidieron aligerar la carga y arrojaron por la borda las mercancías que transportaban.
Unos días después, unos pescadores de Maiori, arrastrando sus redes de pesca a la orilla, encontraron fardos de algodón, parte de la carga del barco, enredadas en ellas. Pero lo más sorprendente fue que, al abrir uno de esos fardos, descubrieron una hermosa estatua de madera de la Virgen María en su interior. Cargaron la estatua sobre sus hombros y la llevaron al pueblo, donde fue recibida con gran entusiasmo por todos. Desde entonces, el prodigioso simulacro de Santa María del Mar se conserva en la Iglesia de San Miguel Arcángel, que posteriormente fue ampliada y transformada en Colegiata de Santa María del Mar.
En Santa Maria di Castellabate el culto a Santa María del Mar fue traído por algunos habitantes de Maiori que se trasladaron aquí para escapar de la peste en el siglo XVIII. Otra leyenda sitúa el hallazgo de la estatua guardada aquí en la playa tras un naufragio ocurrido en 1800 en las aguas frente la marina de Castellabate. Todavía hoy son los pescadores, descendientes de los que trajeron la preciosa efigie del fondo del mar, los que la llevan a hombros en procesión el 15 de agosto.
La estatua de Santa Maria di Castellabate se sometió a una larga restauración finalizada en 2017 y fue devuelta al santuario dedicado a ella, un majestuoso edificio de tres naves y un característico campanario de base hexagonal. La estatua de Santa María de la Mar domina el centro del ábside.
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