Del sitio web Aleteia:
Una investigación determinó que las lágrimas que derramaba una estatua de bronce de la Virgen de Guadalupe en el templo dedicado a ella en el poblado de Hobbs, diócesis de Las Cruces, en Nuevo México (Estados Unidos), estaban hechas de aceite como el que se bendice en la Misa Crismal, el Jueves Santo.
Se trataba, según los investigadores, de aceite de olivo pero con otras esencias, similar al que su utiliza en los sacramentos de unción, lo que hizo que los escépticos levantaran la ceja y dijeran que se trataba, seguramente, de un ardid para atraer gente al templo.
Pero la suspicacia, por el momento, se les ha ido al pozo. Según informa el periódico Las Cruces Sun News, haciéndose eco de la información de The Hobbs News-Sun, la estatua de Nuestra Señora de Guadalupe volvió a derramar lágrimas, esta ocasión con vigilancia general y con presencia de muchas más personas que la primera ocasión en que fue reportado este suceso.
Los fieles de Hobbs aseguran haber visto a la Virgen derramar nuevamente lágrimas el sábado primero de septiembre. Parroquianos de Hobbs aseguran que se trata de la primera vez en más de tres meses que llora y se trata de la cuarta ocasión en total que Nuestra Señora de Guadalupe ha derramado lágrimas.
El obispo de Las Cruces, Óscar Cantú, dijo a los periodistas que si los investigadores oficiales de la Iglesia determinan que se trata de un fenómeno sobrenatural, las autoridades eclesiásticas “deberán discernir si es algo que proviene de Dios… o del diablo”.
“La estatua está hecha de bronce, dijo el obispo Cantú cuando dio los pormenores de la investigación la semana pasada, y en el interior, tras ser examinado, no se encontró nada que hubiera podido crear líquido. Había telarañas en el interior hueco… Las muestras líquidas recogidas de la estatua fueron enviadas a un laboratorio para análisis químicos”.
La noticia de más lágrimas de la Virgen se propagó rápidamente más allá de la ciudad de Hobbs, un poblado de 34.000 habitantes situado muy cerca de la línea fronteriza con el Estado de Texas, en el sur de Estados Unidos. Muchos fieles de Texas, por ejemplo de la ciudad de Kermit, se han acercado al templo a darle gracias a la Virgen de Guadalupe.
Mientras algunos fieles piensan que se trata de una advertencia sobre posibles catástrofes por venir, otros, la mayoría, ven en estas lágrimas de la patrona de las Américas una señal de dolor por el sufrimiento de los inmigrantes en la frontera entre México y Estados Unidos, principalmente el de los niños separados de sus familias, producto de las políticas migratorias de la actual administración federal estadounidense.
O quizá por los tiempos de crisis en que se encuentra sumida la Iglesia en Estados Unidos por los abusos sexuales de algunos sacerdotes en contra de menores y el encubrimiento de sus actos por parte de obispos…
Sea lo que fuere, lo cierto es que testigos del hecho el pasado sábado han vuelto a repetir lo que otros testigos han afirmado en anteriores ocasiones: que a ellos, las lágrimas que manan de los ojos de la estatua de bronce de la Virgen de Guadalupe de Hobbs, les parecen “bastante reales”.
Ver también: Nuestra Señora del Pozo
3 de octubre de 2018
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