10 de octubre de 2018

Nuestra Señora del Claustro de Solsona

Del sitio Un dermatólogo en el Museo:

Solsona es una pequeña villa del centro de Catalunya, de unos 10.000 habitantes. Sin embargo, a pesar de sus reducidas dimensiones es sede episcopal. En tiempos de Felipe II se creó esta diócesis, que se creyó conveniente para establecer una cierta contención a los hugonotes franceses que amenazaban con penetrar en Catalunya. 

Por esa razón, Solsona cuenta con una catedral, un magnífico museo y un archivo diocesano. Es en este archivo que tuvo lugar hace poco el acto de clausura de curso de la Societat Catalana de Història de la Medicina, a la que tuve el honor de asistir. El archivero, Mosén Enric Bartrina, que nos acompañó en este acto, mantuvo una agradable conversación conmigo y ante mi insistencia, accedió a mostrarme la imagen que sin duda, constituye la joya de la corona de la catedral: la Virgen del Claustro. 

Mosén Enric es un cura bonachón y simpático, muy conectado con la gente del país, sencillo y amable, de gran cultura y enamorado de su ciudad y de la imagen de su patrona. Porque la Mare de Déu del Claustre es la patrona de Solsona y de su obispado.

La imagen es una hermosísima estatua románica de piedra, de 1'10 m. de altura, probablemente la más bella de las imágenes marianas románicas de Catalunya. Lo primero que se advierte es la nobleza de sus rasgos, su perfil helénico, su porte majestuoso. La Virgen aparece sentada, como todas las vírgenes románicas, reforzando la idea mayestática de Trono de Sabiduría que se intentaba transmitir. En su regazo lleva el niño, algo más grande de lo habitual. Mosén Enric quita importancia a este hecho y me comenta que fue objeto de una restauración posterior.

La imagen se data sobre el s. XII o XIII. Es de clara factura francesa, lo que se advierte por sus rasgos más evolucionados que los de la estatuaria románica catalana, que suele ser más tosca y rural. En algunos aspectos su aspecto casi anticipa la estética gótica. Mosén Enric me comenta que en Toulouse hay obras muy similares con la inscripción "Gilabertus me fecit". La de Solsona no lleva inscripción alguna, pero por la similitud de ambas imágenes se supone que es obra del mismo autor, uno de los grandes escultores románicos, Gilabert de Toulouse.

La Virgen, con cetro y corona, lleva una larga trenza, que le cae por el lado derecho. Esta trenza nos proporciona datos sobre las costumbres de cuidado del cabello y su simbolismo. Las reinas y aristócratas solían llevar el cabello teñido de rubio y se dejaban crecer el pelo, que era habitualmente recogido en largas trenzas. A veces, estas trenzas eran enrrolladas en coquetos recogidos. La longitud del pelo atestiguaba la pertenencia a la clase alta: las siervas y campesinas no podían llevar el pelo tan largo, ya que podía enredarse durante las tareas del campo. 

El vestido de la Virgen es muy rico, con un brocado propio de reina, y cae en elegantes pliegues, reflejados con maestría por el escultor. Y una peculiaridad: lleva un liguero. "No se conocen otras vírgenes con liguero", me sonríe, mirándome socarrón, el mosén. Pero es sin duda un liguero, bajo la rodilla derecha, con un brocado similar a la orla del manto. La presencia de esta prenda tiene un cierto interés. Por una parte, testimonia que debía ser un complemento de uso frecuente entre las mujeres de clase alta, para sujetar las medias. Esto fue lo que precisamente originó la Orden de la Jarretera: Eduardo III usó el liguero de una dama como condecoración, pronunciando la frase que se convirtió en el lema de la orden: "Honni soit qui mal y pense" (Maldito quien piense mal). Este episodio prueba que los ligueros eran una prenda habitual entre las aristócratas. 

Por otra parte, la sorprendente presencia de un liguero en una imagen de Nuestra Señora introduce un rasgo de femineidad, una idea nueva para la iconografía románica y que se desarrollará plenamente en el estilo gótico. 

Los pies de la Virgen, reposan - pisándolos como signo de humillación - sobre dos animales simbólicos: una águila, símbolo de la soberbia y la vanidad y una bestia con rasgos simiescos, símbolo de la idolatría o tal vez de la lujuria. La representación del mal vencido por la Madre de Dios.

Estuvimos contemplando la escultura un buen rato. Su belleza y serenidad nos cautivaba. Cuando por fin bajamos del camerino, tuve la sensación que no me iba a ser fácil olvidar la imagen de la Virgen de la Catedral de Solsona. Una Virgen soberana y tan femenina, que hasta lleva liguero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

“……..porta una llarga trena, que li cau pel costat dret …….”
Pel costat de l’esquerra li cau una altra trena, igual a la de la dreta.
Es la Mare de Deu del Claustre o Mare de Deu de les Trenes.

José Luis Salvia dijo...

Traducido del catalán:

“……..lleva una larga trenza, que se le cae por el lado derecho …….”
Por el lado de la izquierda se le cae otra trenza, igual a la de la derecha.
Es la Virgen del Claustro o Virgen de las Trenzas.

Respuesta:
Bona tarda.
Vaig haver d'investigar sobre el tema i és la Verge de les Trenes.

Traducción: Buenas tardes. Tuve que investigar sobre el tema y es la Virgen de las Trenzas