2 de octubre de 2025

Nuestra Señora de la Cava (II)

Del sitio Aleteia

La estatua, de solo 18 centímetros de altura, está tallada en alabastro. Representa a María ofreciendo pan al Niño Jesús.

Es posible que hayas oído hablar del vino Marsala, pero quizá no conozcas la fascinante leyenda de la Madonna della Cava, la querida patrona de la ciudad, que no debe confundirse con la otra Madonna della Cava de Pietraperzia. Esta devoción se remonta a 1518, cuando una serie de sueños milagrosos condujeron al descubrimiento de una pequeña estatua en una cueva olvidada hace mucho tiempo. Hoy en día, esta estatua es el núcleo de la fe cristiana de Marsala.

La historia comienza con el padre Leonardo Savina, un fraile agustino que, a pesar de ser sordomudo, afirmaba oír la voz de la Virgen María instándole a "buscarla". Guiado por sus sueños, reunió a los habitantes del pueblo para buscar en la cueva que había visto en sus visiones. La excavación se prolongó durante años, lo que desanimó a muchos y despertó el escepticismo. Solo un puñado de personas decididas, entre ellas Savina y otros dos amigos suyos discapacitados, persistieron.

La tradición siciliana afirma que el 19 de enero de 1518, su perseverancia fue finalmente recompensada. Se desenterró una estatua de la Virgen María con el niño Jesús en brazos, escondida bajo una roca caída. En ese momento, los tres hombres se curaron milagrosamente: Savina recuperó la audición y el habla, un ciego recuperó la vista y un lisiado recuperó la movilidad.

La estatua, de solo 18 centímetros de altura, está tallada en alabastro. Representa a María ofreciendo pan al Niño Jesús. Alojada en un deslumbrante ostensorio de plata adornado con joyas, la estatua se convirtió rápidamente en un foco de devoción y milagros.

A partir de entonces se sucedieron innumerables testimonios de curaciones y protecciones. Los habitantes de Marsala acudían a su Madonna della Cava durante los terremotos, las tormentas y las guerras, y la ciudad atribuye a su intercesión el haberles librado de desastres importantes. Un relato especialmente conmovedor de 1943 narra la destrucción de la iglesia que albergaba la estatua durante un bombardeo aliado. Entre los escombros, la estatua fue encontrada casi intacta, con solo daños menores.

En los siglos transcurridos desde su descubrimiento, la Madonna della Cava ha seguido siendo una figura muy querida en la vida religiosa y cultural de Marsala. Cada 19 de enero, la ciudad celebra su festividad con procesiones, misas y alegres festejos. La estatua es llevada por las calles y se detiene en el Ayuntamiento para que el alcalde, en nombre de la comunidad, realice un solemne acto de consagración.

La devoción se extiende más allá de la ciudad. Las capillas rurales y los santuarios votivos dedicados a la Virgen salpican el campo de Marsala, lo que demuestra el gran impacto de esta leyenda perdurable.

De hecho, la propia Marsala es un tesoro de historia y cultura. Conocida en todo el mundo por su vino fortificado, la ciudad también cuenta con un rico legado marítimo y maravillas arqueológicas. La conexión con la Madonna della Cava añade una dimensión espiritual a este lugar, lo que convierte a Marsala en un posible destino turístico para aquellos que buscan inspiración y consuelo. Tanto si te atrae el encanto de los milagros de la Virgen como el encanto de esta ciudad siciliana, Marsala ofrece a los visitantes una interesante mezcla de fe, historia y hospitalidad.

 Daniel Esparza

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