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Alix Le Clerc era una hermosa y rica mujer de Lorena que llevaba una vida frívola antes de su conversión. Su conversión se produjo tras una aparición de la Virgen María y un encuentro con el cura de su pueblo, Saint Pierre Fourier. Con él fundó una congregación para llevar a cabo una tarea muy innovadora en la época: educar a niñas pobres. Alix se convirtió en la "Madre Teresa de Jesús". Murió el 9 de enero de 1622 en Nancy, en el monasterio que había fundado en 1617, el primero de su orden. Siguiendo el modelo de Alix, se crearon numerosas escuelas gratuitas para niñas en Lorena y, más tarde, en otros lugares de Francia y del mundo.
Alix no nació "bendecida". Al contrario, comenzó su vida como una mujer de mundo, sin ningún interrogante espiritual.
Se convirtió definitivamente a raíz de una visión de la Virgen María durante una misa, que la confirmó en la vocación de religiosa y maestra que sentía nacer en ella. Tras este acontecimiento, eligió compartir las dificultades de las personas más desfavorecidas de su tiempo y nunca miró atrás.
Su conversión no tuvo nada de ilusoria ni de organizada: por sus elecciones, Alix se atrajo la ira de su círculo social, en particular de su familia, que no la comprendía. No sólo no ganó nada con este cambio, sino que fue objeto de críticas feroces a todos los niveles.
Con la ayuda de San Pedro Fourier, fue fundadora de una congregación religiosa cuyo proyecto caritativo era muy innovador y visionario en la época: dar acceso a una educación gratuita, digna de ese nombre, a las niñas más pobres.
Los fundadores de la Tercera República, algunos de ellos anticlericales, reconocieron unánimemente la labor de Alix. Jules Ferry declaró que su congregación había marcado irrevocablemente "el nacimiento de la enseñanza primaria en Lorena" constituyendo "la partida de nacimiento de la educación femenina en Francia".
La ingeniosa intuición de Alix se vio confirmada por el hecho de que la congregación era extremadamente prolífica. En 1789, contaba con 84 monasterios y 4.000 monjas; 31 seguían en activo en 1897, a pesar del periodo revolucionario anticlerical. En la actualidad, la congregación de Notre-Dame está presente en unos cuarenta países, entre ellos Brasil, Vietnam, Congo, Hong Kong, México, etc.
A lo largo de estos años de actividad, Alix estuvo acompañada por un santo, Pedro Fourier, de cuya solidez espiritual y doctrinal, así como de su inagotable compromiso con los más pobres, todos dan fe.
La jerarquía eclesiástica aprobó y apoyó constantemente a Alix y su obra: en 1603, el cardenal Charles de Lorraine dio su aprobación a su congregación "de la Bienaventurada Virgen María", apoyada en 1628 por el papa Urbano VIII. Alix fue beatificada por el Papa Pío XII en 1947, y su proceso de canonización está actualmente en curso.
Tras su muerte, el monasterio de Nancy fue asediado durante tres días ininterrumpidos por multitudes de creyentes de todas las clases sociales, tal fue su estatus de santa en vida.
Varios testigos fidedignos relataron milagros póstumos, entre ellos curaciones inexplicables, y fueron obligados a prestar juramento ante los magistrados. Sus relatos fueron registrados por representantes de la Casa Ducal de Lorena.
El rastro de la tumba de Alix se perdió durante la Revolución Francesa, pero en 1950 su ataúd fue encontrado providencialmente en el sótano de un edificio de Nancy, por unos jóvenes que montaban un local de conciertos. Las reliquias, que habían permanecido ilocalizables durante ciento sesenta años, fueron autentificadas tras una rigurosa investigación histórica y trasladadas a la catedral de Nancy en 2007.
Patrick Sbalchiero
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