En el Enol, uno de los tres lagos glaciares del Parque Nacional de los Picos de Europa, reposa la Virgen de Covadonga. Se sumergió en 1972, en una cueva a 8 metros de profundidad.
Cada 8 de septiembre, la Virgen de Covadonga emerge con ayuda de de buceadores. Con ello se inicia la fiesta autonómica asturiana: la de Nuestra Señora de Covadonga, «la Santina». En el Enol «la Santina sub».
El Enol está a 11 km de la Cueva de Covadonga y es el más grande de los lagos del Parque Nacional de Picos de Europa.
Los miembros del club Cañapescamar, que sucedió a la antigua Asociación de Pesca e Investigaciones Submarinas (APIS), decidieron crear una virgen en 1972 con los restos submarinos de fusiles fundidos.
A pesar de las muchas diligencias administrativas, los miembros de la Sección de Actividades Subacuáticas (SAS) del club consiguieron sumergir a la virgen.
Desde entonces la virgen descansa en una cueva del Enol sumergida a 8 metros de profundidad. Los trabajos son graves porque la temperatura del agua es gélida, pero es más grande la devoción de los buceadores.
Los buceadores sacan a la Virgen, el público rompe a aplaudir, algunos a llorar, y la emoción se contiene hasta que concluye la misa en un altar improvisado, a orillas del Enol, donde se besa, toca y siente el símbolo de la fiesta.
Cuando termina la música de gaitas y tambores y los cánticos patronales, los buzos devuelven a la Santina a las profundidades del lago hasta el siguiente año.
Cada año acuden los fieles y los advenedizos llueve, truene o nieve.
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