Del sitio Aleteia:
Una iglesia al aire libre… o casi. Aquí se puede rezar mirando al cielo, literalmente. En Neratov, ciudad checa fronteriza con Polonia, hay una iglesia única cuyo tejado es como una enorme vidriera.
La iglesia se construyó en 1661 después de que un incendio cerca de Rokitnice destruyera otra iglesia. El párroco recibió en sueños la visita de la Virgen María, que le pidió que organizara una procesión solemne hasta el pueblo fronterizo de Neratov.
El párroco mandó esculpir una estatua de Nuestra Señora a semejanza de la Virgen que había visto en sueños. El 15 de agosto de 1661, los fieles, acompañados por el sacerdote, trasladaron la estatua a una capilla recién construida. Poco después de este acontecimiento, uno de los habitantes de Neratov se curó milagrosamente de una enfermedad debilitante. Se atribuyó a la estatua de la Virgen María un poder milagroso, y en 1723 se construyó una iglesia, que inmediatamente se convirtió en un lugar de ferviente devoción popular, atrayendo a muchos peregrinos.
Del sitio Radio Prague International:Su fama sobre los milagros de sanaciones asociadas a la escultura de la Virgen María o a su manantial se extendió desde mediados del siglo XVII. Neratov se convirtió en lugar de peregrinación y la iglesia de madera original fue sustituida por la iglesia de piedra de la Asunción de la Virgen María. De la primera se conservó el presbiterio, que se sigue usando hoy día en la capilla del cementerio.
El edificio actual es del siglo XVIII. Que hoy día siga en pie es también un milagro. A finales de la Segunda Guerra Mundial resultó seriamente dañado y casi se quemó por completo. Los habitantes del lugar, mayoritariamente alemanes, se pusieron a arreglar al menos el techo, pero luego fueron deportados y esa área fronteriza quedó desierta. Neratov se convertía en una ruina. En 1973 la iglesia iba a ser demolida, pero finalmente no hubo dinero para su destrucción.
En los años 90 volvió la vida a Neratov y a celebrarse misas en su iglesia, primero en sus ruinas, entre sus muros sin techo. El sacerdote Josef Suchár, con su entusiasmo logró que cada vez más familias se establecieran en el pueblo y que adoptaran niños huérfanos. En 1992 se fundó la Asociación Neratov, que se dedicaba tanto a la reconstrucción de la iglesia como a ayudar a las familias de acogida y a personas con alguna discapacidad, ofreciéndoles vivienda y lugares de trabajo. El nuevo techo de cristal ofrece un juego de luces fascinante que va cambiando a lo largo del día y las estaciones.
En 1996 se encontraron en Neratov sus habitantes alemanes expulsados con los actuales.
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