Del sitio Misioneros Digitales Católicos:
La Virgen en el cielo, en cuerpo y alma, no sólo es figura de nuestro destino eterno, sino que también es "estrella de esperanza cierta para el pueblo que todavía peregrina en la tierra".
Oración
María, estrella de la esperanza cierta.
Así te llaman y así te quiero. En vos espero, Madre.
Confío, porque Dios te eligió para ser testigo en cuerpo y alma de su amor eterno.
Enséñame a servir, a caminar por la senda del bien.
Guíame con tu luz para llegar al cielo.
Sobre todo, a la hora de tomar decisiones, ilumíname para hablar y obrar siguiendo la voluntad divina.
Virgen Inmaculada, te encomiendo mi día y mi vida.
Cuida también a las personas a mi alrededor.
Intercede por nuestra santa alegría.
Que, como vos, seamos signo de fe y esperanza en el Señor que no defrauda.
Amén
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