1 de septiembre de 2022

Nuestra Señora, Rosa Espiritual de Gostyn

 

Del sitio Gaudium Press:

Uno de los más bellos testimonios de la devoción del pueblo polaco a la Santísima Virgen es el Santuario de la Montaña Santa, dedicado a la Santísima Virgen, Rosa Espiritual, en Gostyn. Su arraigada historia de devoción y milagros lo convierten en el mayor Santuario Mariano de la Arquidiócesis de Poznan y su bella construcción basada en el modelo de la Iglesia de Santa Maria della Salute en Venecia, le han merecido ser considerada un monumento histórico de gran valor cultural.

La devoción a la Santísima Virgen en el lugar está documentada desde el siglo XV, cuando existía una pequeña capilla de madera con una imagen de Nuestra Señora. La noticia de milagros ocurridos atrajo numerosos peregrinos a la llamada Montaña Santa y se hizo necesaria la construcción de un templo de ladrillo para albergarlos en 1512. La devoción siguió en aumento gracias al apostolado de sacerdotes como el P. Teniendo Stanislaus y el pequeño templo fue insuficiente una vez más. Sin embargo, faltaba la ayuda de un patrocinador y la presencia permanente de sacerdotes que regentaran el lugar. 

La ayuda llegó por el canal extraordinario ya usual en medio de la devoción mariana del lugar. Adam Florian Konarzewski, un hombre de buena posición social llegó a la Montaña Santa a cumplir una promesa en gratitud por su propia vida, al haber sido concebido a pesar de la infertilidad de su madre. Además de este hecho, él mismo experimentó la curación de una enfermedad desconocida y quiso donar un templo mucho más digno para la Santísima Virgen. 

En 1675, inició la construcción del nuevo templo, inspirado en la iglesia jesuita de San Pedro y San Pablo en Cracovia. Mientras tanto, se confió a los sacerdotes del Instituto de San Felipe Neri la labor pastoral en el mismo. Konarzewski decidió tomar parte él mismo en las labores de construcción que financiaba, pero sufrió un mortal accidente al caer de un andamio durante sus labores. 

Sophia Christina Opalinski, la esposa de Adán Konarzewski, decidió hacerse cargo del proyecto tan deseado por su esposo y, habiendo viajado a Italia para aliviar el dolor de la pérdida de su esposo, admiró profundamente el templo de Santa Maria della Salute, y se propuso transformar el proyecto inicial en Polonia. Con nuevos diseños y el apoyo de los superiores del Instituto de San Felipe se construyó el templo actual, variante de la iglesia veneciana y una joya arquitectónica de estilo barroco.

El 08 de septiembre de 1698 Mons. Jerome Wierzbowskise, Obispo de Poznan, consagró el templo aún inconcluso y se trasladó la milagrosa imagen de la Santísima Virgen a su nuevo Santuario en una solemne procesión. Al no tener la milagrosa imagen una advocación específica, el templo se dedicó a la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María. También se colocó bajo el patrocinio de San Felipe Neri, San Adalberto, San Estanislao, San Florián y San Francisco de Asís

Tras la muerte de Sofía, su hijo Felipe fue muy reacio a concluir la obra, por el dolor de la muerte de su padre, pero su esposa Teófila asumió el patronato de la misma. Al enviudar tempranamente, ella compensó la negligencia de su esposo redoblando su generosidad y trayendo al artista Pompeo Ferrari para la construcción de la cúpula. 

Una tercera generación todavía tomó parte en la construcción cuando Verónica, nieta de los primeros constructores continuó las labores y después de contraer matrimonio obtuvo la ayuda de nuevos benefactores para la culminación de la obra. Sus aportes fueron indispensables para poder dar al templo notables detalles como la culminación de las torres y el recubrimiento de la cúpula de la iglesia con una lámina de cobre. Tras quedar viuda, Verónica renunció a sus riquezas, que distribuyó a varias instituciones religiosas, entre las cuales contó siempre el Santuario de la Montaña Santa como primer lugar. 

Según la presentación oficial del Santuario, resulta providencial la manera como las mujeres asumieron el patrocinio de la construcción del mismo por misteriosos motivos, pero toda la obra sólo fue posible por «la primera mujer que había elegido vivir en el lugar desde tiempos inmemoriales»: La Santísima Virgen, «la anfitriona, la Reina Madre y mayor benefactora de los corazones y almas humanas». Es ella, la Madre de Dios la verdadera fundadora y patrocinadora del Santuario".

Miguel Farías.

El Santuario puede visitarse virtualmente de forma detallada a través de su página web.


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