La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, en la isla canaria de La Gomera, es el templo más antiguo de la diócesis de San Cristóbal de la Laguna, que abarca parte de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro. Actualmente es la parroquia principal de la isla, y tiene su origen en una ermita construida en el siglo XV, época a la que pertenece su actual nave central. La original fachada es manuelina, estilo arquitectónico portugués que se desarrolló en el reinado de Manuel I de Portugal (1495-1521). Es una variación portuguesa del estilo gótico final, así como del mudéjar. También manuelina es la pila bautismal, que se conserva en perfecto estado y se sigue utilizando en la actualidad.
«Además de por su antigüedad, la gran curiosidad de este templo es que fue en el que Cristóbal Colón rezó por última vez antes de partir al gran viaje en el que descubrió América», explica Miguel Ángel Navarro Mederos, delegado de Patrimonio Cultural de la diócesis de San Cristóbal de la Laguna. Por lo tanto, además de parada de oración, es también el lugar donde se avitualló antes de realizar el largo trayecto. «Se llevó en el barco cerdos, cabras, ovejas, caña de azúcar… todo de La Gomera. Lo que significa que el primer ganado que llegó a América, cuyas razas aún se conservan en Puerto Rico o Santo Domingo, fue el ganado original que había en Canarias», señala Navarro.
A medida que fueron pasando los siglos, la parroquia de la Asunción fue creciendo. Se construyeron naves laterales, capillas… «En los momentos de mayor apogeo económico, el templo se fue enriqueciendo con imaginería y grandes obras, como varias que tenemos de arte flamenco, del Renacimiento y, sobre todo, del barroco andaluz». En concreto de Sevilla. El motivo es que la isla de La Gomera era, por entonces, una isla de señorío –otras eran de realengo, es decir, estaban bajo estatuto real–. Pero La Gomera pertenecía a los condes de la Gomera, el primer título nobiliario de Canarias. Estos condes eran originarios de Sevilla, por lo que dotaron a la parroquia de trabajos de sus paisanos. «También por la relación con América, en Canarias tenemos mucha orfebrería traída desde el continente; por ejemplo, en la Asunción hay una imagen de santa Teresa de Jesús que es cubana», sostiene el delegado de Patrimonio Cultural. También hay muestras del trabajo de autores importantes de la imaginería canaria, como Luján Pérez o Fernando Estévez. Otra de las características del templo es que su altar mayor refleja el prototipo de la reforma ilustrada de la época de Carlos III y Carlos IV, donde se resalta el tabernáculo frente a las imágenes.
Otra de las curiosidades de esta parroquia gomera es la capilla de la Virgen del Pilar. Nació de una promesa que hizo el capitán que custodiaba la isla, Diego Bueno, herreño al servicio del conde. Prometió a la Virgen que levantaría una capilla en su honor, pero no había cumplido su palabra. A punto de marcharse de la isla, llegó una pequeña flota de ingleses, con ocasión de la guerra de sucesión a la corona de Austria, en 1745 –«los ingleses han tratado de apropiarse de Canarias en distintos momentos», recalca Navarro–. Habían tratado de tomar primero Tenerife y después La Palma, sin éxito, pues estaban mejor dotados de defensa. Pero La Gomera se encontraba peor preparada y los ingleses ganaban terreno. El capitán en ese momento se acordó de la Virgen del Pilar y renovó su promesa. «Y ganaron la batalla. Así que Diego Bueno construyó la capilla y la dotó por completo, con una reproducción de la talla de la Virgen zaragozana, con el el retablo, con la decoración, con un artesonado precioso y con un mural que ocupa todo el lateral y que representa la batalla naval en la que los gomeros, navegando en sus barcos con el pendón rojo, el pendón real, ondeando, vencieron a los ingleses». El mural en la actualidad no se conserva completo; se ha perdido en torno un metro de su parte inferior.
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