La Virgen María Santisima de la Sierra ostenta el título de patrona de la ciudad de Cabra y alcaldesa perpetua. Fue coronada pontificiamente el día 4 de junio de 2005, en una ceremonia que tuvo como padrinos a la Infanta Margarita y su esposo, Duques de Soria, siendo el último decreto de tales características emitido por San Juan Pablo II durante su pontificado.
Según cuenta la tradición, en los albores del cristianismo, el santo Hissio o Hesiquio, discípulo del apóstol Santiago, desempeñando funciones episcopales, entró en Egabro (actual Cabra), predicando las doctrinas del Evangelio, siendo recibido por sus moradores con gran entusiasmo, entonces les mostró y entregó una imagen de la Santísima Virgen, que labrada por el propio evangelista San Lucas le había dado San Pablo, recibiéndola los habitantes de Egabro con gran alegría. Esta imagen fue primeramente colocada en una casa, y luego, cuando fue destruido el templo a la diosa Fortuna y edificada en su lugar una iglesia, en ella fue colocada y venerada.
El décimo obispo en ocupar la sede episcopal egabrense fue Arcesindo y a él se le atribuye la ocultación de la imagen de la Virgen en una cueva de la Sierra, en el año 714, cuando ante la invasión musulmana, en la batalla de Guadalete, cayó la monarquia visigoda con su último rey Don Rodrigo, en manos del Islam.
Sobre el año 1240, la imagen de Nuestra Señora de la Sierra fue encontrada por un pastor en la cueva donde fue ocultada en siglos anteriores. Ese mismo año las tropas de Fernando III, recuperan la villa de Cabra para la corona castellano-loeonesa. La comitiva regia sube al Picacho el 15 de agosto a orar ante la Virgen y ofrecerle el pendón de combate y la caja guerrera que había arrebatado a los árabes en la batalla.
Numerosas son las romerías que arriban al Santuario de Nuestra Señora de la Sierra a lo largo del año. No se sabe exactamente en que tiempo se inician aunque fueron varias en el siglo XIX y a principios del XX. Entre todas las romerias del calendario cobran un gran relieve las organizadas por la Real Archicofradía de la Patrona: la Candelaria, Votos y Promesas, la Bajada de la Virgen a la ciudad y la subida al santuario.
El día 8 de Septiembre es la fiesta onomástica, siendo previamente la imagen bajada al pueblo desde su santuario el día 4 de septiembre a las cuatro de la tarde, en un trayecto de más de tres horas, por un largo y pedregoso camino, acompañada de numerosos devotos. A su llegada es recibida por las autoridades y procesionada por la ciudad, acompañada por gran cantidad de personas de la localidad, de la provincia y de otros puntos de España, hasta su recogida, sobre la medianoche, en la Parroquia de la Asunción y Ángeles, en la cual permanece hasta el primer domingo de octubre en el que regresa a su ermita.
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