17 de enero de 2019

Nuestra Señora de Guápulo


"Que no te den rosas sin espinas”, decía el poeta. “Que tampoco te den un templo cristiano sin misterios”. Por supuesto que el Santuario de Guápulo no es una excepción. Estas construcciones dedicadas a la fe eran las cunas del saber y del poder y durante siglos albergaban dentro de sus impenetrables muros grandes secretos.
Aquí descansa el primer cuadro de la Virgen María que llegó al Ecuador hace 433 años. Fue un regalo hecho por el mismísimo rey español Carlos V a los conquistadores españoles para que difundieran la devoción a la santa en América. Llegó a Quito en el año 1580. Al principio el cuadro estuvo custodiado en La Catedral hasta que se formó una cofradía y encontraron un lugar adecuado para ubicar el cuadro.
 Ese lugar no era otro que el actual Santuario de Guápulo. El por qué de esta ubicación lo conoce su párroco Jesús Mosquera. “Existe un hecho importante que mucha gente desconoce. Esta iglesia está dedicada a la Virgen de Guápulo de Cáceres (Extremadura) en España, y no a la mexicana, como la mayoría de la gente piensa”.
Mosquera añade que “eso es importante para explicar por qué se encuentra aquí. Se ubicó en este lugar porque responde a la misma ubicación geográfica que la iglesia de la Virgen de Guápulo en España: En una montaña, pero no arriba ni abajo sino en el medio. En este caso está también a la mitad de una loma, arriba está el Hotel Quito y abajo el río Machángara, como ocurre con la ubicación de la iglesia que está en España”.
El Santuario data de 1587, cuando era una pequeña ermita. La primera ampliación se realizó en 1593 por orden del Obispo de Quito y estuvo a cargo de Luis López Solís. La tercera y más importante fue en 1649 a cargo del arquitecto franciscano Fray Antonio Rodríguez. La iglesia contiene estilos superpuestos como el arabesco, barroco, riberesco, manierista o neoclásico. Desde su privilegiada localización es posible admirar el panorama oriental, e incluso se divisan poblaciones vecinas, como El Quinche.
 Otra de las particularidades que posee este santo lugar es la imagen de la Virgen. Los cofrades, fascinados por la devoción de la imagen de la santa traída de ultramar, encargaron una talla para ponerla en el altar. Lo curioso es que no hicieron sólo una copia, sino tres.
Los cofrades reunieron el dinero suficiente para realizar la talla que se la encargaron a Diego de Robles en 1584. Las otras dos imágenes se encuentran una el Santuario de El Quinche y en el Santuario de la Virgen del Cisne, cerca de Loja”, explicó Satiago Asimbaya, responsable del Museo de Guápulo”.
Lamentablemente, la talla original de Guápulo se perdió en un incendio en 1936. “Lo que podemos contemplar hoy en día es una réplica”, comenta Asimbaya. El mes más florido para visitar un Santuario es cuando se celebran las romerías. En Guápulo fue durante todo el mes de mayo, mientras que la festividad de la Virgen es el 8 de septiembre.

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