En Tropea, Catanzaro, Calabria, Italia
Según la tradición, la Virgen María se le había aparecido en sueños varias veces al obispo Ambrosio Cordova, advirtiéndole de un terremoto que devastaría Calabria.
El 27 de marzo 1638 realizó una procesión penitencial, en la que participaron todas las personas de Tropea. En ese momento ocurrió el terremoto que no produjo ningún daño a Tropea.
Por otro terremoto, mucho más "fuerte y trágico que el anterior, ocurrido en 1783 que afectó a la totalidad de Calabria y prácticamente rediseñó la geofísica de la zona, Tropea se salvó por su devoción a la Virgen Santísima. Este evento fortaleció la devoción a la Virgen de Tropea, en el que su gente reconocó su beneficiosa intercesión y la proclamó el Patrona del lugar.
Se le atribuye tambien a Nuestra Señora de Romania la salvación por el terremoto de 1659 que causó algunos daños a su entorno, y la salvación de la epidemia de peste que en 1660 se ocurrió en Tropea y en todo el reino de Nápoles, que provocó miles de víctimas al igual que en la Segunda Guerra Mundial.
27 de marzo de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario