13 de diciembre de 2022

Nuestra Señora de la Limpia Concepción del Rescate de Ujarrás

Del sitio Parroquia Paraíso:

El valle de Ujarrás fue uno de los primeros lugares de Costa Rica donde se construyó una ermita consagrada a la Santísima Virgen, bajo la advocación de la Purísima Concepción, que luego, en honor al valle se le llamó "Nuestra Señora de la Limpia Concepción de Ujarrás" y a la que se le adjuntó el título "del Rescate" depués de 1666.

Fue descubierto aproximadamente en el año 1561, pero no fue hasta tres años después, cuando Fray Lorenzo de Bienvenida trae desde España varias donaciones, una comitiva y obsequios para comenzar con la evangelización en el valle. 

Se supone, que dentro de los obsequios, el fraile traía consigo la imagen de Nuestra Señora de Ujarrás, y que alrededor de los años 1565 y 1566 fue colocada en el altar ujarraceño.

A través de las generaciones y sin documentos que la comprueben se relata la siguiente leyenda:

Se dice que en los años siguientes al descubrimiento del valle, un indio pescaba en la desembocadura del río Suerre (actual río Pacuare), cuando vio una caja de madera que las olas impulsaban hacia la orilla. El indígena sorprendido, recogió la caja y sin abrirla se la llevó a su pueblo -posiblemente tomando por camino los márgenes del río Reventazón.

Cuando llegó a Ujarrás, descansó y al querer continuar hacia Cartago, no pudo levantar la caja, ya que se había hecho tan pesada que ni con la ayuda de otros indios pudo levantarla. Así, muy confundido se fue hasta el convento de los franciscanos en Cartago, en donde contó a los frailes lo que ocurría.

Al llegar estos al valle, trataron de mover la caja y tampoco pudieron, por lo que la abrieron y encontraron dentro de ella, una preciosa imagen de la Virgen María. Al mismo tiempo que comprendieron que la imagen quería quedarse ahí, por eso, levantaron una ermita de paja, en donde los fieles podrían venerarla.

En otras versiones, la leyenda supone que la caja con la imagen fue arrojada al mar ante el peligro de ser profanada por piratas, además se dice que eran tres imágenes, una de ellas la de Ujarrás, otra que quedó en Nicaragua -con el nombre de Nuestra Señora del Viejo-, y de la otra no se tiene información.

En Costa Rica, en el año 1666 -el 8 de abril-,se dio el desembarque de los piratas Mansfield y su teniente Morgan cerca de Limón, con aproximadamente 600 hombres a su servicio, con el fin de conquistar y saquear el territorio. En consecuencia, el Gobernador desplegó a su encuentro una comitiva de 300 hombres (españoles e indios), para detener la invasión.

Se dice que mientras esto ocurría cerca de Turrialba, en Cartago se realizaba una procesión con la imagen de la Virgen de Ujarrás que habia sido llevada hasta allá, para ofrecerle plegarias y pedirle que protegiera a todos aquellos hombres que pronto se encontrarían en batalla.

Se cuenta que apenas con los primeros disparos, los piratas salieron corriendo del lugar con dirección a sus barcos para abandonar el país, huyendo del lugar presos del pánico -el 23 de abril-, como si se hubieran encontrado con un batallón que los aniquilaría de inmediato.

Se cuenta que fue un milagro de la Virgen María, y que esta se apareció con un ejercito ante los piratas, acudiendo en socorro por todas aquellas personas que habían confiado y orado por su protección y amparo. Es por esta razón es que desde entonces la Virgen es llamada "del Rescate de Ujarrás".

El 16 de febrero de 1723 el volcán Irazú despertó sacudiendo y haciendo temblar a la ciudad de Cartago, cubriendo todo con sus cenizas, llegando estas a cubrir gran parte de la meseta central. Fue tanta la alarma en la población que los habitantes no pensaron sino en hacer actos de rogación y devoción a la Virgen de Ujarrás, con tal de calmar la furia del volcán.

Así fue como trajeron la imagen desde el valle -el 22 de febrero-, en procesión hasta Cartago, en donde se realizaron solemnes oficios y rosarios, además de procesiones que recorrieron toda la ciudad. 

La imagen regresó al pueblo de Ujarrás el 27 de febrero, acompañada por aproximadamente mil feligreses -en romería de penitencia-, que la escoltaron hasta el valle, en agradecimiento por aplacar las furias del coloso.

Se cuenta que en enero de 1725 el mal tiempo imperaba en el valle de Ujarrás, pero que a pesar de la lluvia, los hombres se encontraban en sus faenas y las mujeres en las labores del hogar, cuando en eso, se escucharon las campanas del templo en un tono triste e inusual, provocando que todo el pueblo detuviera sus labores y se dirijieran en dirección al templo.

Mientras tanto en el templo, el sacerdote y el sacristán, se encontraban aún más intrigados ya que las campanas sonaban sin que nadie las hubiera tocado. Al tiempo, las campanas dejaron de sonar, retomando su sonar luego de un momento de quietud. Para entonces, todo el pueblo se encontraba reunido en la ermita rezando.

Por segunda vez, el sonido cesó, y de la misma manera comenzó a retocar, y por la incertidumbre de todos, se alejaron a refugiarse a los montes, cuando en eso se escuchó un retumbar en la montaña y de inmediato, el valle entero se cubrió de agua, que bajaba como una catarata por el río Paz, provocando una de las inundaciones más grandes que ha tenido lugar en el valle.

Después de esto se llegó a la conclusión de que la Virgen había hecho sonar las campanas para poner a su pueblo a salvo, por lo que cuando todo volvió a la calma, llevaron la imagen en procesión hasta Cartago, donde se realizaron fiestas muy solemnes en agradecimiento por su cuidado.

Su santidad del Papa Pío XII, conoció la antigüedad y múltiples favores que se atribuyen a la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de Ujarrás, dio su anuencia para que el Cardenal Carlos María de la Torre, Dignísimo Arzobispo de Quito, Ecuador, coronara la venerada imagen, el miércoles 27 de abril de 1955, en San José, en un acto muy solemne y de mucha gala.

El 9 de abril de 1962, mediante la Ley 3112, se firmó el decreto que declaró a Nuestra Señora de Ujarrás, Capitana General de la Guardia Civil y de los Cuerpos de Seguridad de Costa Rica, reconociendo que es un país sin ejército, pero con la protección especial de una capitana que guía a su pueblo, y a todo aquel que implore su protección.

 Himno a la Virgen de Ujarrás

Entonemos un canto glorioso
ensalzando con nota vibrante
a la Virgen más pura, que amante
nos libró del pirata falaz.

Que al colono español como al indio
que fundaran la Patria querida
les brindó protección sin medida
la Señora gentil de Ujarrás.

Soberana y augusta princesa
oh mi Virgen sin par del Rescate
que libraste del rudo combate
con tu santa vital protección
eres siempre patrona del tico
pues doquiera lo anuncia la historia
que corona tu nombre de gloria
en tu limpia e impar Concepción.

Del moderno pirata defiende
nuestra Patria en tus brazos nacida
porque yace al crecer abatida,
¡oh Señora gentil de Ujarrás! 

No permitas que avancen ni triunfen
las doctrinas que Cristo condena
y conserva ¡oh gloriosa Azucena!
a tu pueblo en la fe y la verdad.

 

 

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